Inspiration by botanicaxu.jpg

Resonante

De La Coppermind
Ir a la navegación Ir a la búsqueda

La Coppermind tiene spoilers de todos los trabajos publicados de Brandon, incluyendo El Hombre Iluminado. La información sobre libros que aún no se han publicado (como El archivo de las tormentas 5) está permitida sólo en las páginas de los propios libros. Para ver una visión anterior de la wiki sin spoilers de uno de estos libros, ve a nuestra Máquina del Tiempo

Este artículo está en proceso de traducción. Por favor, sigan circulando.


Resonante
Racional Yes
Universo Citoverso
¡Esta página o sección contiene spoilers de Desafiante!
Esta información destripa elementos de la trama.  Ándese con ojo si no ha leido este libro.
Parece que esta página necesita actualizarse con nueva información de Desafiante!
¡Ten cuidado! Es posible que en su estado, no contenga toda la información adicional todavía.

Me parecía asombroso que los resonantes hubieran desarrollado una industria espacial con esas limitaciones. Pero supuse que tener una esperanza de vida de miles de años daba otras ventajas a una especie. Y había algo muy cañero en una civilización compuesta de cristales cantarines.

Los resonantes son una especie alienígena miembro de la Supremacía.[2] Tienen el aspecto de cristales vivientes.[3]

Apariencia y anatomía

Los cuerpos resonantes están formados por venas y racimos de cristales que pueden hacer crecer rápidamente a voluntad. Los cristales en sí no se pueden mover, pero se pueden extender nuevos cristales desde el cuerpo de un Resonante a superficies adyacentes.[3] Sus cuerpos crecen constantemente, y deben encontrar un lugar donde colocar los cristales sobrantes si no los necesitan. Por lo tanto, el cuerpo de un resonante puede adoptar casi cualquier forma; a menudo cubren el espacio disponible hasta que se asemeja al interior de una geoda.[3][1]

Todos los cristales cultivados por un resonante son del mismo color, y el color varía entre individuos. Los resonantes conocidos tienen cristales azules con matices rosas o violetas.[1] No tienen rasgos faciales identificables, pero a veces cultivan cristales que se asemejan vagamente a extremidades o a una cabeza por comodidad o para que otras especies se sientan más cómodas hablando con ellos.[4][3] Cualquier parte de su red de cristales puede oír, y los propios cristales tienen algún tipo de sensibilidad táctil.[1] Al parecer pueden ver, aunque no está claro cómo lo hacen.[5][6] No se alimentan, en su lugar crecen cristales sobre parches de minerales y los absorben para su uso posterior.[7] Aparentemente tienen periodos de descanso o sueño.[4]

Los cristales pueden crecer increíblemente rápido en una variedad de tamaños con extrema precisión. Por ejemplo, los resonantes que habitan cazas estelares crecen hasta cubrir todos los controles necesarios hasta el punto de que parecen habitar la nave.[3] No hay limitaciones aparentes en la cantidad de cristal que cada individuo puede crecer, aunque puede haber consideraciones prácticas en llegar a ser demasiado grande ya que su peso puede colapsar cualquier superficie a la que están unidos.[2] Si una parte de la red de cristales se separa del cuerpo principal del resonante, permanecerá en su lugar hasta que pueda volver a conectarse a ella, sin efectos nocivos aparentes. La capacidad de volver a conectarse a estos cristales separados no parece ser indefinida, pero no está claro cuánto dura.[1]

Los resonantes son extremadamente longevos y suelen vivir durante varios milenios.[1] Sus ciclos vitales incluyen periodos de aproximadamente cincuenta años llamados «encarnaciones». Durante cada encarnación, el resonante permanece en un lugar; algunos permanecen en el mismo sitio durante múltiples encarnaciones. Se desconocen los detalles del proceso de encarnación, pero es probable que implique algún tipo de renacimiento. El género de un resonante individual puede cambiar, y esto presumiblemente ocurre al comienzo de una nueva encarnación.[3] A pesar de sus cuerpos descentralizados, pueden morir si todos sus cristales son aplastados o destruidos de alguna otra forma.[2]

Comportamiento

Los resonantes son sapientes e inteligentes. Hablan haciendo vibrar sus cristales para producir tonos audibles. Aunque los sonidos no son inmediatamente identificables como lenguaje para quienes no están familiarizados con ellos, pueden comunicarse fácilmente con otras especies mediante el uso de dispositivos de traducción.[3] Las vibraciones con un solo tono transmiten ideas básicas, mientras que varios cristales pueden vibrar por separado para "estratificar" diferentes frecuencias y crear un lenguaje complejo que tiene un sonido musical.[1] Pasar demasiado tiempo en la ninguna-parte puede inhibir la capacidad de hablar de un resonante. Incluso sin traducción, otras especies pueden interpretar conceptos como tristeza, simpatía y risa a partir de la frecuencia y el tono de las vibraciones tras pasar tiempo cerca de resonantes.[3][2]

Durante sus largas vidas, los resonantes se convierten en expertos en la manipulación de su crecimiento cristalino para realizar tareas extraordinariamente complejas. Por ejemplo, son capaces de manejar maquinaria pesada[2] y pilotar cazas estelares con un alto nivel de destreza.[8] Pueden realizar la mayoría de las tareas físicas al mismo nivel que las especies móviles, aunque generalmente les lleva más tiempo, ya que deben envolver los objetos en cristal y luego manipular su crecimiento cristalino para moverlos. A pesar de estas limitaciones, su sociedad ha desarrollado una tecnología avanzada.[1]

Como los resonantes no pueden desplazarse, suelen pasar décadas (si no siglos) en los mismos grupos pequeños. Esto hace que sean excepcionalmente educados, ya que no pueden alejarse de las discusiones. Tienden a formar fuertes vínculos con sus amigos, ya que pasan literalmente todo el tiempo juntos,[3] a menudo entrelazando su crecimiento cristalino.[1] Por lo general, no intentan poner fin a las conversaciones, y encuentran ligeramente grosero que otras especies puedan excusarse y marcharse.[1] Les cuesta entender por qué a los "motrices" a veces les gusta estar solos aunque disfruten estando juntos.[8]

Historia

En la Supremacía hemos fallado a mucha gente. A veces una crece hasta ser tan grande y está tan cómoda que le da la impresión de que la caverna debe de ser la adecuada, porque es lo que siempre ha sido. Te acostumbras a ella y estás bien, así que todos los demás deben de estar igual de bien. Resuenas de confianza en ti misma y no haces caso a las rocas sueltas que un día podrían hacer que se derribe la caverna entera, aplastando a todos los cristales que viven allí.

Los resonantes eran miembros de la Supremacía; no eran una de las cinco especies que dirigían la organización. Se desconoce el nombre del planeta natal de los resonantes, pero se da a entender que fue industrializado y utilizado para obtener recursos de la Supremacía de alguna manera. En el periodo de tiempo previo a la Segunda Batalla de Alta, Escalofrío y otros resonantes habían empezado a cuestionar los métodos y objetivos de la Supremacía, pero no se habían pronunciado debido a la cortesía inherente a su sociedad. Al igual que otras especies alienígenas, los resonantes recibieron un trato injusto por parte de la Supremacía. Dllllizzzz y Escalofrío fueron enviados a la ninguna-parte para trabajar en Fuerteseguro durante un mínimo de diez años por (presumiblemente) transgresiones menores, desertando finalmente para unirse a los Costaderos cuando se hizo evidente que la Supremacía no tenía Intención de dejarles marchar nunca.[2] Dllllizzzz empezó a decaer cognitivamente; Escalofrío, que conocía bastante bien la ninguna-parte, esperaba ansiosamente encontrar una forma de que ambos escaparan.[1] Finalmente, ayudaron a Spensa a llegar hasta Fuerteseguro en su camino hacia el centro de la ninguna-parte.[9]

Resonantes destacados

Notas

A este artículo le falta información. Por favor, ayuda a The Coppermind a expandirla.

Recuerda que esto es una traducción del sitio oficial. Por lo tanto, podrás encontrar páginas en inglés si el artículo no ha sido traducido todavía. No te preocupes, que estamos trabajando para traer la versión al español a la mayor brevedad posible.

Si encuentras algún fallo, por favor, visita la siguiente página.