Quijanoche
| Quijanoche | |
|---|---|
| Tipo | Animal |
| Nativo de | Patji |
| Mundo de origen | Primero del Sol |
| Universo | Cosmere |
“ ¿Cómo se escapa de ellas? ¡No llamando su atención desde el principio! ”
— Sexto reflexiona sobre el entrenamiento de su tío[1]
Las quijanoches son enormes depredadores parecidos a aves, nativos de la isla Patji en el Panteón en Primero del Sol.[1]
Apariencia
“Se parecía a un ave, pero solo del mismo modo en que un lobo se parece a un perrito faldero. ”
Las quijanoches son cuadrúpedos bípedos, que se sostienen sobre poderosas patas traseras que soportan la mayor parte de su peso;[1] su aspecto es similar al de los dinosaurios emplumados o al de las aves gigantes.[2] Tienen el cuello largo y serían tan altas como un árbol si se mantuvieran erguidas, pero en lugar de eso se inclinan hacia delante en una postura depredadora. A pesar de su gran tamaño, las quijanoches también son muy rápidas. Las dos patas delanteras con garras de una quijanoche cuelgan a poca altura, desgarrando el suelo cuando se mueven. Tienen una cabeza espantosa con un pico afilado como una cuchilla que es tan alto como una puerta. La piel de la quijanoche es correosa y llena de bultos, como la de un pájaro desplumado.
Comportamiento y habilidades
Son nocturnas.[1] Muchos de los sentidos normales de una quijanoche están relativamente embotados, ya que son casi completamente sordas y ciegas; sin embargo, su sentido del olfato es increíble, y tienen la capacidad de rastrear mentes detectando los aspectos cognitivos de sus presas. Esto las convierte en depredadores mortales. También son inteligentes, para ser bestias; de hecho, algunos creen que las quijanoches han empezado a darse cuenta de que los humanos utilizan los aviares para ocultar la mente y sólo pueden ser rastreados por el olor.
Cuando salen de noche, las únicas opciones de un trampero son evitarlas o morir. La gruesa piel de las quijanoches es casi impermeable a las armas de filo normales, aunque es vulnerable a las armas más grandes basadas en la pólvora, como el cañón lanza de Vathi. La habilidad de la quijanoche para cazar la convierte en el depredador supremo, al menos en Patji, aunque no se sabe con certeza si existen en alguna de las otras islas del Panteón.
Las quijanoches emiten un horrible chillido cuando detectan una presa o intentan asustarla.[1] Una de sus principales presas son las manadas de krell, que suelen dormir bajo los nidos de aviares para mantener sus mentes ocultas de las quijanoches. El chillido de una quijanoche puede ahuyentar a los aviares que anidan, revelando la ubicación de los krell dormidos. Una quijanoche moribunda también puede chillar de una forma diferente, más silenciosa pero más horrible y escalofriante, que puede llamar a otras quijanoches cercanas.
Historia
Cuando Vathi y Sexto del Ocaso cruzaron Patji de noche para impedir que los empleados de la Compañía Comercial Intereses Norteños iniciaran la máquina de los Venidos de Arriba, una quijanoche se cruzó en su camino. Les siguió, saliendo de entre los árboles y sorprendiéndoles. Sin embargo, Vathi le disparó con su cañón lanza, hiriéndola mortalmente. En su agonía, su llamada atrajo a otras quijanoches de toda la isla. Ocaso y Vathi huyeron por el cañón hacia el Ojo de Patji, perseguidos por las demás quijanoches. Atrapados en el estanque, Vathi y Sexto lanzaron una de las flores que brotan del dedo de Patji a una lanza y la dispararon con el arma. Como las flores imitan un aspecto cognitivo, las quijanoches se distrajeron con la flor y la siguieron, permitiendo que Ocaso y Vathi escaparan.