Diferencia entre revisiones de «Tindwyl»
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Entonces llegó Fantasma, notificándoles que los miembros de la incipiente [[Iglesia del Superviviente]] los habían descubierto y estaban fuera de la tienda. Tindwyl observó la reacción de Vin mientras intentaba esconderse y luego escapar. Le aconsejó que fuera a hablar con ellos, señalando que necesitaban esperanza. Cuando Vin objetó que sólo podía darles falsas esperanzas, y fomentar su endiosamiento, Allrianne se opuso, señalando que el comportamiento furtivo de Vin era lo que había forjado su reputación: hablar con los skaa les demostraría que era una persona normal. Vin expresó lo angustiada que se sentía por la idea de que la gente la adorara como a Kelsier, y que quería que la dejaran en paz. Tindwyl le dijo a Vin, suave pero firmemente, que como asesina del lord Legislador, protegida de Kelsier y consorte del nuevo rey, no tenía esa opción. Alentadas por Tindwyl, Allrianne y Vin salieron a hablar con la gente, y Vin les garantizó su seguridad. Al regresar a la tienda, Tindwyl asintió en señal de aprobación. Vin, en cambio, estaba muy angustiada, pues sentía que les había mentido. Tindwyl dijo que sólo había sido optimista, pero eso no la pudo consolar. Le dijo que abandonara la ciudad si creía que su situación era tan desesperada. Cuando Vin protestó que no lo había hecho con esa intención, Tindwyl le dijo exasperada que tomara una decisión sobre si creía o no en la ciudad, pasando a sacudir la cabeza ante la indecisión de Vin y Elend. Vin señaló que Tindwyl había dicho que no sería dura con ella, a lo que Tindwyl respondió que a veces tenía dificultades con eso. Luego pasaron a terminar la prueba de ropa de Allrianne.{{book ref|mb2|25}}
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Cuando la Asamblea apeló a la cláusula de no confianza de la ley, destituyendo a Elend, Tindwyl expresó severamente su enfado con él por haber incluido una cláusula en la ley que él mismo escribió y que permitía tal cosa. Le reprendió enérgicamente, aunque él mantuvo su postura de que había hecho lo correcto al incluirla. En la reunión de la banda celebrada para decidir su siguiente paso, Tindwyl se negó a aceptar que ya no era rey y apoyó la sugerencia de Clubs de aplicar la ley marcial para mantener el trono. Cuando Tindwyl volvió a reprenderle y a llamarle tonto, Elend acabó por estallar, diciéndole que dejara de insultarle. Tindwyl dejó de protestar y volvió a sentarse. Elend le detalló su plan para afrontar la situación de forma legal. Tindwyl señaló que no había nada de malo en asegurar su trono en tiempos turbulentos, pero Elend se empeñó en no imponer su gobierno al pueblo de Luthadel si éste no lo quería. Tindwyl encontró este sentimiento ingenuo, pero Elend se mantuvo firme. Cuando Tindwyl le preguntó qué haría si no podía recuperar su trono por medios legales, respondió que lo aceptaría y seguiría ayudando al reino en lo que pudiera. Elend continuó explicando las legalidades de su destitución, y las formas en las que su trono podría ser restaurado. Tindwyl le preguntó con escepticismo si era el momento de librar una batalla legal, con los dos ejércitos que les asediaban y el ejército de [[koloss]] en camino para hacer lo mismo. Elend señaló que era muy probable que su destitución hubiera sido orquestada por uno de los ejércitos enemigos, ya que él era el único que impedía que la Asamblea entregara Luthadel.
Mientras Elend empezaba a revisar sus libros de leyes, preguntó si Sazed había sido convocado. Fantasma dijo que no había podido despertarlo, y Tindwyl lo calificó de " problema de guardadores", suponiendo que la banda no tenía conocimientos de feruquimia. Cuando se le reveló que Sazed se lo había explicado, se mostró muy disgustada. A continuación, señaló que Sazed no podía ayudarles en esto de todos modos, ya que como guardador ambulante no debía tomar partido en la política. Cuando Brisa señaló que derrocar al lord Legislador había sido algo político, Tindwyl, molesta, dijo a la banda que si eran realmente amigos de Sazed no le animarían a romper sus votos. Brisa se preguntó si ella estaba simplemente molesta porque el Sínodo no podía castigar el incumplimiento de las normas por parte de Sazed, e intentó aplacarla. Tindwyl se mostró imperturbable, diciéndole que no encontraría éxito en tratar de presionar sus emociones, y se rindió.
Tindwyl se encontraba entre el séquito de Elend en la reunión de la Asamblea que siguió a su destitución y le había ayudado a preparar su discurso. Este fue elaborado para reforzar su vínculo con [[Kelsier]] poniendo el foco en Vin. Sentado entre el público, Ham le preguntó a Vin si se sentía cómoda con esto, y ella asintió a medias. Tindwyl se explayó sobre los fundamentos de Elend, explicando que en su discurso dio a entender que su nuevo gobierno fue fundado por Kelsier con la esperanza de que esto impidiera que la gente intentara manipularlo. Después, cuando Elend no intenta persuadir a la Asamblea para que le devuelva su lugar como monarca, como se suponía en su discurso, Tindwyl frunce el ceño y no parece pensar que sea una buena opción.{{book ref|mb2|31}}
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La llegada de [[Ashweather Cett]]
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|Un hombre solo puede dar tumbos durante un tiempo hasta que se cae o se endereza.
|Tindwyl
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Tindwyl
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Tindwyl
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Regresaron a sus habitaciones y pasaron toda la noche estudiando el calco de la [[inscripción de Kwaan]] que Sazed había hecho en el [[convento de Seran]], y varios textos de sus mentecobres. Hacia la mañana, Tindwyl encontró una referencia a la [[Profundidad]] en la biografía del [[Wednegon|Rey Wednegon]]. Mientras la pareja discutía sobre la Profundidad, Sazed sacó a relucir la teoría de Vin de que se trataba de las [[brumas]]. Tindwyl estuvo de acuerdo con esta interpretación, al igual que él, algo que le inquietó, pues no deseaba que fuera cierto. Tindwyl parecía desconcertada por haber desafiado al Sínodo por algo que esperaba que no fuera cierto, a lo que explicó lo catastrófico que podía ser el retorno de la Profundidad, y que aunque deseaba que no se produjera, tenía que investigarlo por sí misma para verlo. Aunque Tindwyl estuvo de acuerdo en que el descubrimiento del calco era notable, no creía que la Profundidad supusiera una gran amenaza. Sazed insistió en que las brumas podrían estar haciéndose más fuertes, y que al matar al lord Legislador podrían haber matado inadvertidamente lo que las había estado reteniendo anteriormente. Tindwyl lo rechazó, alegando que no tenían pruebas de las brumas diurnas y sólo teorías sobre el hecho de matan a la gente. Sazed se echó atrás, admitiendo que eso era cierto.
Esto exasperó a Tindwyl; le preguntó por qué no se defendía. Cuando él respondió que no tenía defensa, Tindwyl argumentó que no podía ser así. Habló de cómo él siempre se disculpaba por su comportamiento y buscaba el perdón, y sin embargo nunca cambiaba. Señaló que si hubiera sido más expresivo y hubiera ofrecido defensas por sus acciones, podría haber estado dirigiendo el Sínodo. Lo llamó "el rebelde más contrito" que había conocido. Cuando Sazed seguía sin ofrecer ninguna defensa, ella continuó, señalando que él había tenido razón sobre el lord Legislador, que si hubiera intentado convencer al Sínodo, podrían haber estado de acuerdo. Sazed, sin embargo, no estuvo de acuerdo, diciéndole que él no era como los hombres de sus biografías ni siquiera realmente un hombre. Tindwyl refutó que él era un hombre mejor, aunque nunca había podido entender por qué.
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|A veces, la gente solo parece decidida porque no tiene otra opción mejor.
|Tindwyl
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Tras un momento de silencio, le dijo que se marcharía ese día: ofrecería conocimientos a los ejércitos que asediaban Luthadel, como había hecho con Elend, aunque dudaba que la escucharan como lo había hecho él. Cuando Sazed no puso ninguna objeción a su marcha, ella observó que él se negaba de nuevo a discutir. Sazed le preguntó qué sentido tendría, pues ella ya había tomado una decisión. Tindwyl dio a entender que estaría dispuesta a quedarse; él, confundido, le preguntó por sus deberes como guardadora. Tindwyl admitió que, aunque sus deberes eran importantes, podían permitirse "excepciones ocasionales", un reflejo directo de lo que le había dicho a Elend antes sobre el amor. Continuó diciendo que su calco podría beneficiarse de un mayor estudio. El significado más profundo de sus palabras -que ella quería estar con Sazed- se le hizo evidente, y le dijo con pesar que él no podía ser lo que ella deseaba, pues no se consideraba a sí un hombre. Tindwyl se desentendió de esto, diciéndole que ya estaba harta de hombres y de tener hijos. Admitió que estaba parcialmente resentida con los terrisanos por lo que le habían hecho pasar en el programa de reproducción, y que deseaba distanciarse de ellos. Fue más allá y confesó que a menudo se había sentido frustrada por la falta de iniciativa y la pasividad del Sínodo. Sólo él, Sazed, había impulsado el cambio.
{{quote
|Solo vi a un hombre impulsar al Sínodo a tomar medidas. Mientras los demás planeaban cómo mantenerse ocultos, un hombre quería atacar. Mientras los demás decidían la mejor manera de engañar a los reproductores, un hombre quería planear la caída del Imperio Final. Cuando volví a reunirme con mi gente, descubrí que ese hombre seguía luchando. Solo. Condenado por confraternizar con ladrones y rebeldes, aceptó en silencio su castigo. [...] Ese hombre nos liberó a todos.
|Tindwyl,
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Tindwyl
{{sidequote
|Perdiste el trono porque no quisiste ordenar a tus ejércitos que aseguraran la ciudad, porque insististe en dar a la Asamblea demasiada libertad y porque no empleaste asesinos ni otras formas de presión. En resumen, Elend Venture, perdiste el trono porque eres un buen hombre.
|Tindwyl
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}}
Poco después, Elend les llamó. Tindwyl le preguntó por qué les molestaba, sacando a relucir con dureza su incompetencia como medio para comprobar si había vuelto a ser el mismo de siempre al perder la corona, pues había oído informes sobre su abatimiento. Elend, viendo su estratagema, le aseguró que no había perdido su autoestima; ella se quedó satisfecha con esto. A continuación, tomó asiento y le pidió consejo. Cuando Tindwyl señaló que quizás ya le había prestado demasiada ayuda, pues al ser él una figura política la hacía parecer que tomaba partido, Elend señaló que ya no era rey. Contento con esto, Tindwyl le permitió formular su pregunta.
Elend explained what had been on his mind: that during the vote for king, he had had an opportunity to lie, which would have secured his place on the throne. Instead he had told the truth, and lost the throne to [[Penrod]]. Tindwyl was unsurprised by this, as Elend had expected. He went on to ask whether what he had done was foolish. Tindwyl found it so, but argued that it wasn’t specifically that which lead to his losing the throne; rather, it was because he refused to do anything dishonorable to secure his place. Elend asked whether it was possible to both follow his conscience and be a good king, to which neither Tindwyl nor Sazed had an answer. Elend posed his question to Sazed about whether he should have lied; Sazed disagreed, saying that Elend had been true to himself. Tindwyl liked Elend’s ideals, but worried that his losing the throne could end badly for Luthadel’s people. However, Sazed maintained Elend had done the right thing and believed the rest was up to providence — or rather, God. Elend, skeptical, expressed his view on God being simply a tool of the [[Steel_Ministry#Obligators|obligators]]. As they discussed religion further, Elend noted the inconsistency of all the different religions Sazed preached and how they couldn’t all possibly be real. Tindwyl, returning to the original topic, told Elend that while she didn’t agree with his decisions, he had done what he thought was right, which was commendable. When Elend asked Tindwyl what he should do next, however, she had no answer.He then asked what the men in her biographies would have done. She again had no answer as according to her they would not have found themselves in his situation to begin with. Elend debated about whether a title was all there was to being king, before seeming to realize something and abruptly leaving. Slightly confused, Tindwyl allowed Sazed to guide her attention back to their studies.{{book ref|mb2|41}}
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