Diferencia entre revisiones de «Kaladin»

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==== Libertad, Puente Cuatro ====
Una vez se hubieron puesto de acuerdo, reunieron al resto de los hombres del [[Puente Cuatro]] y fueron a cubrir sus marcas de esclavos con tatuajes. [[Hobber]] se sentó primero y cada hombre le siguió, recibiendo tatuajes que decían "Libertad, Puente Cuatro". Kaladin se sentó el último, cerró los ojos y esperó a que la tatuadora terminara. Esta maldijo, revelando que la tinta del tatuaje no se fijaba. Kaladin suspiró, dándose cuenta de que estaba reteniendo inconscientemente luz tormentosa en sus venas. Expulsó a la [[luz tormentosa]] y ella volvió a intentarlo, y esta vez la tinta se mantuvo. Al mirarse en el espejo vio sus marcas de esclavo cubiertas por un momento. [[Syl]] se posó en su hombro e inconscientemente Kaladin aspiró luz tormentosa que derritió el tatuaje. La tatuadora volvió a maldecir y recogió su trapo, preparándose para volver a intentarlo. Sin embargo, él insistió en que estaba bien y lanzó una pequeña bolsa de esferas a la tatuadora.{{book ref|sa2|2}}
{{sidequote
|Parece que las cicatrices no han acabado conmigo. Lo intentaré de nuevo en otra ocasión.
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A la vuelta del [[Puente Cuatro]] al barracón, [[Rind]] les esperaba con sus nuevos uniformes de la [[Guardia de Cobalto]]. Mientras los hombres se los probaban entusiasmados, [[Teft]] dudaba, inseguro de si merecía volver a llevar algo así. Kaladin se opuso, diciendo que el uniforme era lo que él era y que no debía dejar que elsu parte de esclavo lo gobernara. Teft contraatacó, preguntando a Kaladin cuándo iba a admitir que estaba haciendo lo mismo. Teft trató de convencerle de que tenía que demostraradmitir a [[Dalinar]] que era un [[potenciador]] y un [[ojos claros]]. Sin embargo, Kaladin le confesó que los ojos claros se lo habían quitado todo y que, por ahora, no podía dejar que le quitaran esto también. Dejando el tema, Teft se puso el uniforme y se unió a los demás. Con los uniformes bien arreglados, los hombres cortaron la insignia de la Guardia de Cobalto, declarándose Puente Cuatro.{{book ref|sa2|2}}
 
{{image|Bridge Four - XIX. The Sun .png|side=left|width=200px|Practicando en los abismos}}
 
==== Convirtiéndose en lo que Dalinar necesita ====
Kaladin estableció rotaciones para proteger a [[Dalinar]], asignándose siempre a sí mismo, a [[Moash]] o a [[Cikatriz]] para el Espina Negra. Tras un pequeño consejo, Dalinar deseó que Kaladin y sus mejores hombres asumieran más funciones, extendiéndose la protección a [[Navani]], sus hijos y, finalmente, el propio rey [[Elhokar]]. Dalinar confesó que quizá ya se había atentado contra la vida del rey cuando las gemas de su [[armadura esquirlada]] parecían haber sido saboteadas. Inseguro de en quién confiar, Dalinar pidió a Kaladin que se familiarizara con el funcionamiento de la Guardia del Rey y que aprendiera de ellos. Una vez completado su entrenamiento, Kaladin estaría a cargo de un nuevo grupo de guardiaGuardia del reyRey formado por algunos de los antiguos miembros de la Guardia del Reyesta y los propios hombres de Kaladin. A Kaladin leLe preocupaba que sus hombres estuvieran desbordados, pero Dalinar le dijo que no era el único con ese problema.{{book ref|sa2|4}}{{book ref|sa2|5}}
 
Durante un viaje a los abismos, Kaladin le preguntó a [[Syl]] qué pensaba del plan de Dalinar de reformar a los [[Caballeros Radiantes]]. Ella exclamó que no sólo era una idea maravillosa, sino que estaba celosa de que se le hubiera ocurrido antes que a ella. Luego le preguntó si un spren podría estar escribiendo los glifos en la pared. Aunque no lo sabía, Syl admitió que había visto un spren como un rayo rojo, un spren peligroso. Kaladin le preguntó a Syl si había más como él. Aunque ella esperaba la pregunta, al principio no le respondió. Finalmente le dijo que había otros como él, ya que los spren, los que ella no conocía, intentaban recuperar lo perdido. Syl continuó diciendo que Kaladin tenía que convertirse en lo que Dalinar buscaba y no hacerle buscar en vano.{{book ref|sa2|9}}
 
Mientras estaban en los abismos, [[Sigzil]] llevó a cabo algunas pruebas básicas de las habilidades de [[potenciación]] de Kaladin con la ayuda de [[Roca]] y [[Lopen]]. Tuvieron que basarse en el conteo, ya que Sigzil no tenía un reloj adecuado para cronometrar a Kaladin, ni tampoco sabía cómo medir la [[luz tormentosa]]. Kaladin sugirió que utilizaran chips, ya que se pesaban antes de ser encapsulados en vidrio. Sin embargo, a Sigzil le preocupaba estar perdiendohaciendo perder el tiempo dea Kaladin, ya que todavía había muchas cosas sobre la [[luz tormentosa]] que desconocían. [[Lopen]] le aseguró que no era unaen pérdidavano y le preguntó a Kaladin si podía pegarlo a la pared. Al demostrar que era capazpodía, [[Roca]] comentó que esta habilidad podría ser muy útil en la batalla. Siguieron experimentando con sus nuevas habilidades, y los demás cogieron las lanzas para ponerlo a prueba. Al igual que con su lanza, Kaladin sabía que estas nuevas habilidades requerirían mucha práctica. Esto significaba que Kaladin tendría que encontrar a alguien como él para entrenar. Dando por terminado el día, los hombres regresaron al campamento de guerra y a la noticia de que un héroe había llegado a las [[Llanuras Quebradas]]. El corazón de Kaladin se convirtió en hielo cuando escuchó que el héroeeste no era otro que el alto señor [[Amaram]], el hombre que robó la [[espada esquirlada]] de Kaladin y lo marcó como esclavo.{{book ref|sa2|12}}
 
==== Preparándose para el Asesino de Blanco ====
Kaladin lideró una patrulla junto a Moash y Drehy en los terrenos de entrenamiento de los ojos claros para proteger a Adolin y Renarin. Syl lo alentó para que le dijera a Dalinar la verdad sobre Amaram, pero Kaladin se negó, convencido de que no le creería. Entabló conversación con [[Zahel]], un fervoroso ex soldado y que le dejó solo poco después. Kaladin le preguntó a Syl si le había parecido raro Zahel, a lo que ella contestó diciendo que todos los humanos, a excepción de Roca, se lo parecían.{{book ref|sa2|16}} Más tarde, Kaladin contempló a Zahel entrenando a Renarin. El fervoroso hizo que el joven príncipe saltara del tejado a los terrenos para que se acostumbrara a la fuerza de la armadura esquirlada. Kaladin se mofó de la torpeza de Renarin, pero Zahel argumentó que tenía una buena actitud para aprender. Cuando le ofreció entrenarlo también a él, Kaladin lo rechazó. Sí que accedió a participar en un duelo de prueba con el fervoroso, que empleó una hoja esquirlada roma. A pesar de perder el duelo contra Zahel, el maestro creía que Kaladin podría haber dado tiempo suficiente para que alguien escapara de haberse tratado de una lucha real. Adolin, que había estado practicando algo más lejos, provocó a Kaladin y logró enfurecerlo. En un arrebato de ira, Kaladin cargó contra él y fue derrotado rápidamente debido a que el príncipe llevaba su armadura esquirlada. Zahel reprendió a Adolin por su imprudencia. Tras usar luz tormentosa para curarse, Kaladin corrió hacia Adolin de nuevo pero acabó perdiendo las fuerzas y se derrumbó. Zahel elogió su rapidez mental, aunque aseguró que no sería suficiente por sí sola contra un portador real. Kaladin le preguntó a Syl por qué había desaparecido su energía tan repentinamente y ella respondió que porque no estaba protegiendo a nadie mientras atacaba a Adolin.{{book ref|sa2|18}}
 
Durante las altas tormentas, Kaladin reunía a todos los que estaban bajo su protección en un solo lugar para que fuera más fácil mantenerlos a salvo. Sin embargo, se culpaba a sí mismo al descubrir que la cuenta atrás a la [[tormenta eterna]] seguía apareciendo. Tras una alta tormenta en particular, el rey [[Elhokar]] estuvo a punto de morir después de que el balcón en el que se encontraba se desprendiera. Kaladin y [[Dalinar]] llegaron a la conclusión de que el soporte había sido cortado con una [[hoja esquirlada]] y que se trataba de un intento de asesinato.{{book ref|sa2|22}}{{book ref|sa2|23}}
 
Más tarde, Kaladin se acercó a Dalinar para hablarle de la traición de Amaram y el origen de su marca de esclavo. Dalinar se mostró dubitativo, ya que creía que Amaram era un hombre honorable, pero accedió a investigarlo. Esto enfureció a Kaladin, dejándolo insatisfecho con la promesa de Dalinar. Al asumir que tendría que tomarse la justicia por su mano, Syl le llevó la contraria argumentando que Kaladinél no era un [[Rompedor del Cielo]] y le dijo que la estaba preocupando.{{book ref|sa2|22}}
 
Poco después, Dalinar pidió que Kaladin y sus hombres aprendieran a montar a caballo, ya que podrían ser útiles en el futuro. El mozo de cuadra pensó que era absurdo que los ojos oscuros aprendieran a montar a caballo, pero les enseñó de todos modos. Kaladin se mostró reacio al principio, pero acabó accediendo a la petición de Dalinar. Al principio, montó en un caballo viejo y manso llamado Spray, pero Adolin se acercó y se burló de él por no montar un caballo rápido. De broma, le insinuó que debería intentar montar a [[Sueño de Tormenta]], un caballo salvaje y violento. Kaladin decidió hacerlo. Mientras la bestia lo sacudía tempestuosamente, Kaladin se vio obligado a pegarse a la silla mediante la Adhesión, no fuera a ser que saliera despedido. Fue azotado de un lado a otro hasta quedarse sin luz tormentosa, momento que el caballo aprovechó para descabalgarlo. Salió volando varios metros en el aire y aterrizó en el establo. El intento impresionó a Adolin, que se disculpó por provocarlo. Kaladin habló con Natam sobre el intento de asesinato, así como quién se encontraba en el balcón. Antes de alejarse al trote, Natam le contó a Kaladin que la única persona que estuvo en el balcón tras la tormenta fue Moash.{{book ref|sa2|25}}
{{image|Facing off with the Assassin in White.jpg|side=right|width=350px|Enfrentándose a [[Szeth]].}}
 
En la siguiente alta tormenta, Kaladin tuvo un sueño en el que le visitaba el Padre Tormenta para decirle que Kaladin pronto traicionaría y mataría a Syl. Cuando se despertó, Syl le dijo que algo iba mal y que [[Odium|El que Odia]] venía. Creyendo en la palabra de Syl, Kaladin entró en la habitación de Dalinar y le advirtió del peligro inminente. El alto príncipe confió en su instinto, así que fueron a por el rey y todos juntos huyeron del palacio. Hobber y Beld se adelantaron mientras Moash y Elinor se quedaban con Elhokar. Mientras corrían, dieron con un pasillo oscuro cuyascon esferasla habíanluz sidode las esferas drenadasdrenada y cuya pared presentaba un largo corte. Szeth apareció de entre la oscuridad poco después. Kaladin, Adolin y Dalinar se enfrentaron a él mientras Renarin y otros miembros del Puente Cuatro escoltaban al rey fuera de palacio. Adolin terminó siendo derrotado y el brazo de Kaladin fue traspasado por la [[hoja de Honor]] de Szeth. Esto dejó solo a Dalinar frente al asesino. Mientras ellos dos luchaban, Kaladin llegó y empujó a Szeth por el hueco en la pared, cayendo con él al suelo.{{book ref|sa2|32}} Durante la caída, Kaladin absorbió luz tormentosa de las reservas de Szeth, lo que le permitió curarse tras el impacto. Szeth se mostró estupefacto al ver que Kaladin había sobrevivido y negó el retorno de los Caballeros Radiantes. Huyó tras contemplar al soldado curándose el brazo, y entonces Kaladin se desmayó del agotamiento.{{book ref|sa2|33}}
 
Cuando despertó, Kaladin volvió a palacio en busca de muertos y heridos. Encontró a Dalinar y los demás descansando y atendiendo a los heridos. El alto príncipe expresó su sorpresa ante el hecho de que Kaladin hubiera sobrevivido, y el capitán mintió, afirmando que lo había logrado gracias a las habilidades del asesino. Acto seguido, se marchó para buscar a sus hombres y dio con el cadáver de Beld junto a Hobber, que había perdido las piernas debido a la hoja de Szeth. Al comprobar que apenas podía defenderse de un portador de esquirlada, visitó a Zahel y le preguntó si podía entrenarle.{{book ref|sa2|33}}{{book ref|sa2|i|6}}
 
====El entrenamiento continúa====
Kaladin continuó liderando el entrenamiento de las cuadrillas de los puentes y asignó a Teft al Puente Diecisiete para que los entrenara en los abismos. Kaladin quería derrotar a Szeth ahora que los hombres de los puentes estaban mayoritariamente a salvo. Mientras supervisaba las prácticas, se reunió con Sigzil, Roca y Lopen para seguir comentando sus habilidades. Tras varios intentos, Kaladin por fin logró enlazarse a la pared del abismo y siguió experimentando un poco más hasta que decidieron volver a los barracones. Fueron recibidos en la cena con tensión; Renarin Kholin se encontraba junto a la hoguera y había ido a pedirle a Kaladin que lo dejara unirse al Puente Cuatro. El capitán lo permitió, aunque le incomodaba que un ojos claros se uniera a sus filas. Moash, Teft y algunos otros hombres del puente trataron de convencer a Kaladin de que fuerasaliera con ellos a salir para beber algo y divertirse, pero él rechazó la oferta y fue a por un cuenco de guiso.{{book ref|sa2|41}}
 
Tras aceptar la oferta de Zahel de entrenarlo, Kaladin, Teft, Moash y [[Yake]] visitaron los terrenos de entrenamiento. El fervoroso hizo que practicaran unos con otros con una de las hojas esquirladas del rey para que se acostumbraran a verlas. También practicaron las posiciones básicas de duelo, las cuales les permitirían atacar y defender mejor contra un portador de esquirlada. En mitad de un descanso, Kaladin se percató de la llegada de Shallan, que estaba allí para actualizar el registro de armaduras y hojas esquirladas. Se dirigió con Adolin hacia ella y los tres mantuvieron una conversación cargada de burlas amistosas. Kaladin volvió al barril de agua y Moash se le unió poco después. Conversaron acerca de los motivos por los que Moash odiaba al rey, y Kaladin accedió a un encuentro con sus cómplices. Tuvo una charla con Syl acerca de qué era lo correcto y mencionó a Zahel la maniobra que empleó Dalinar en la pelea contra Szeth, la palmada, antes de seguir entrenando con el resto.{{book ref|sa2|44}}
 
Kaladin estaba supervisando algunas de las otras cuadrillas de los puentes una noche cuando Syl le convenció de que fuera a relajarse un poco y a por algo de estofado. De vuelta en los barracones del Puente Cuatro, se cruzó con tres herdazianos: los "primos" de Lopen. Kaladin encontró a [[Shen]] apilando sacos de arroz en la sala de almacenamiento, y aprovechó para disculparse por dudar sobre si darle armas o no. Tras entregarle una lanza a Shen, Moash lo llamó. Ante su insistencia, Kaladin accedió a acompañarlos a él y algunos otros hombres de los puentes a beber. Al llegar, [[Peet]] les consiguió una mesa y Roca contó la historia de su gente. Poco después, Moash se llevó a Kaladin aparte y se reunieron con [[Graves]] y algunos otros, incluyendo a [[Danlan]], una mujer a la que Adolin había cortejado previamente. Graves pidió a Kaladin que considerara ayudarlos en su misión de asesinar a Elhokar, a lo que el capitán accedió, aunque reacio, para disgusto de Syl. Mientras se marchaban, Kaladin prohibió a Moash que hablara o se reuniera con Graves y los otros de nuevo.{{book ref|sa2|46}}
{{sidequote|¿Cuánto tiempo había pasado desde que se sintió así de bien, así de triunfante, así de vivo?|Kaladin reflexionando sobre su vuelo{{book ref|sa2|52}}|side=right|size=350px}}
 
Una noche, Kaladin se paseó por las Llanuras Quebradas buscando el lugar en el que se encontró con Sagaz hacía meses. Al llegar al sitio, Kaladin saltó al abismo. Tras absorber luz tormentosa para aterrizar con cuidado, echó a correr y practicó enlazándose a sí mismo a las paredes del abismo. Pasado un rato, era capaz de hacerlo sin tropezarse; en breve logró enlazarse más rápido y con más precisión. Dejando de lado la cautela, se enlazó hacia arriba, hacia el cielo, y experimentó una libertad y un triunfo reales por primera vez desde la muerte de Tien. Pronto, sobrevoló abismos y mesetas a velocidades increíbles. Kaladin se enlazó cada vez más alto antes de volver al suelo con reticencia, temiendo agotar su luz tormentosa. Charló con Syl un rato antes de regresar a los campamentos de guerra. En lugar de ir hacia el de Dalinar, viajó hasta el de Sadeas y cayó en la cuenta de que podría matar a Amaram ahí mismo, esa misma noche. Syl le suplicó que no lo hiciera y le recordó la experiencia que acababa de vivir. Decidido a no empañar ese recuerdo, Kaladin volvió al campamento de Dalinar. A su regreso se cruzó con Shen, que dijo que necesitaba marcharse, y le confesó a Kaladin su verdadero nombre: Rlain. Entonces, se fue.{{book ref|sa2|52}}
 
Adolin tenía asignado a Kaladin como guardaespaldas el día que se suponía que iba a salir con Shallan. A medida que avanzaban hacia el carruaje, Kaladin se percató de que el conductor no era otro que Sagaz. Ambos conversaron mientras el carruaje circulaba, y Sagaz reveló que sabía de las habilidades de Kaladin. Al llegar al campamento de Sebarial, Shallan, para sorpresa de todos, abrazó a Sagaz. Kaladin acompañó a la pareja a una casa de fieras en el Mercado Exterior. De camino, fue dentro del carruaje con Adolin y Shallan porque sospechaba de ella. Al llegar a su destino, Kaladin se dio cuenta de que Sagaz ya no estaba, habiendo sido reemplazado por uno de los sirvientes de Adolin. Kaladin habló con Syl y paseó con Adolinla y Shallanpareja mientras estos contemplaban a los animales. Poco después, Dalinar llegó acompañado de Amaram, que vestía una extraña capa. El alto príncipe anunció entonces que los Caballeros Radiantes habían sido restaurados con Amaram a la cabeza.{{book ref|sa2|55}}
 
{{image|The Impossible Odds by Randy Vargas.jpg|side=left|height=350px|El duelo}}
Durante el duelo de Adolin contra [[Relis Ruthar]], [[Elit Ruthar]], [[Abrobadar]] y [[Jakamav]], Kaladin se encontraba escoltando a Dalinar y a Elhokar mientras contemplaban la lucha. Tras ver a Renarin saltando a la arena y siendo inmediatamente desarmado, Kaladin proclamó que el honor había muerto antes de pedirle a Dalinar que cuidara de sus hombres si las cosas salían mal. Entonces, saltó a la arena para ayudar a Adolin.{{book ref|sa2|56}}
 
Al entrar en el coso, Syl prometió que la situación sería diferente a cuando Kaladin defendió a Amaram. Relis ignoró al capitán al principio, pero pronto se percató de la habilidad de su contrincante. Kaladin se reagrupó con Adolin y le dijo que se centrara en romper las armaduras esquirladas de sus enemigos. Por su parte, Adolin le pidió que vigilara a Renarin, que era muy vulnerable. Kaladin atrajo la atención de Relis mientras Adolin luchaba contra Elit y Jakamav. Relis peleó contra Kaladin durante un corto periodo de tiempo, pero luego retomó la lucha con Adolin. Kaladin utilizó una patada potenciada mediante un enlace para derribar a Relis y rompiendo sus propias piernas en el proceso, aunque es capaz de curárselas empleando luz tormentosa. Kaladin advirtió que su patada había roto algunas de las piezas de la armadura de Relis. La propia armadura de Adolin estaba en su mayor parte agrietada, pero este logró asestarle un fuerte golpe a Elit y le rompió la coraza, ralentizando al portador lo suficiente como para darle a Kaladin la oportunidad de forzar a Elitforzarle a rendirse.{{book ref|sa2|57}}
 
Los tres oponentes restantes se reunieron para enfrentarse a Adolin mientras Renarin permanecía solo sentado en la arena. Kaladin reclamó el yelmo de Elit, que se lo dio, y lo utilizó a modo de guantelete antes de seguir ayudando a Adolin. Relis y Jakamav intentaron atacar a Kaladin, pero el capitán fue capaz de esquivar sus hojas esquirladas o bloquearlas con el yelmo hasta que se quedó sin luz tormentosa. En este punto, cae en la cuenta de que se la había estado dando al yelmo para evitar que se quebrara. Kaladin se vio arrinconado contra una pared hasta que apareció Adolin y agarró a Jakamav para tirarlo al suelo. Kaladin se percató de que Abrobadar también había sido derrotado por el príncipe. Relis, el último que quedaba en pie, se precipitó hacia Renarin aprovechando su vulnerabilidad. Kaladin lo persiguió mientras gritaba a Renarin que se rindiese, pero éste se limitó a descartar su espada y no hacer nada. Relis alzó su espada sobre Renarin pero terminó por blandirla en dirección a Kaladin, quien la atrapó con una [[palmada]]. Relis oyó el grito que se produjo cuando Kaladin agarró la hoja esquirlada y abandonó la arena, renunciando al duelo. Jakamav le ordenó a Adolin que luchara contra él mientras este lo mantenía reducido en el suelo. En lugar de seguir peleando, Kaladin colocó su cuchillo en una grieta de su armadura y le dijo que se rindiese. Jakamav aceptó la derrota y Adolin fue declarado vencedor. Incrédulo, Adolin se rio alegremente del botín ganado y le pidió a Kaladin que lo ayudase a quitarse la armadura agotada.{{book ref|sa2|57}}
 
==== En prisión ====
La celda de Kaladin era bastante agradable, pero aun así la odiaba. Habló con Syl acerca de Dalinar y afirmó que había resultado ser igual que el resto de ojos claros, aunque enseguida se retractó. Intentó absorber luz tormentosa de una gema cercana pero fracasó. Pronto, Sagaz llegó sin previo aviso y se sentó en un banco. Llevaba un instrumento de cuerda que estaba afinando. A pesar de la reticencia de Kaladin, Sagaz comenzó su historia, una acerca de un hombre llamado [[Fugaz]]. En ella, Fugaz competía contra una alta tormenta por todo Roshar. Finalmente, Fugaz logró alcanzar Shinovar pero se desmayó y murió del agotamiento, pasando su espíritu a vivir en las tormentas. A medida que Sagaz le contaba el cuento, Kaladin iba haciendo añadidos para que la historia avanzase. El prisionero fue capaz de ver con claridad a Fugaz y su historia desarrollándose en su cabeza mientras mantenía los ojos cerrados. Cuando el cuento llegó a su fin, Sagaz y Kaladin comentaron el origen de las historias antes de que Sagaz se marchara.{{book ref|sa2|59}}
 
La vida continuó en la celda de Kaladin, aunque el calabozo era cómodo. Cuando Dalinar entró, Kaladin se levantó y saludó. Conversaron acerca de Elhokar y los intentos de Dalinar de liberar a Kaladin. El alto príncipe reveló lo que sabía de Roshone y de cómo había acabado en Piedralar, para sorpresa de Kaladin. Dalinar animó a Kaladin a actuar mejor, no fuera a ser que arruinara la reputación que él mismo había estado construyendo para los ojos oscuros. Tras la marcha del alto príncipe, Kaladin sopesó lo que hacer y terminó decantándose por admitir que Elhokar tenía que morir.{{book ref|sa2|62}}
 
A medida que la libertad parecía cada vez más lejana, el pesimismo empezó a calar. Kaladin consiguió alcanzar la gema cercana y absorber una pequeña cantidad de luz tormentosa. Syl se preocupó por él y empezó a mostrarse distante.{{book ref|sa2|64}} Finalmente, fue puesto en libertad. Tras dejar su celda, Kaladin se enteró de que Adolin se había encerrado a sí mismo a modo de protesta por su encarcelamiento. Cuando ambos salieron de lasu habitaciónprisión, el Puente Cuatro los recibió con saludos y vítores. Adolin le ofreció a Kaladin un set completo de esquirlasesquirladas, aunque el capitán las rechazó para ofrecérselas en su lugar a Moash. Mientras éste se ponía la armadura con entusiasmo, Roca exclamó que debían celebrar la ocasión con un banquete y el Puente Cuatro regresó a sus barracones. Kaladin ayudó a terminar de ponerle la armadura a Moash y le dijo que colaboraría con él para "conseguir su objetivo". Moash corrió a los terrenos de entrenamiento para practicar con su armadura esquirlada, y Kaladin se unió de nuevo al Puente Cuatro.{{book ref|sa2|66}}
 
{{image|Kaladin and Shallan in Chasm.png|side=left|width=250px|Capeando la alta tormenta}}
Kaladin acompañó a Dalinar, Adolin y Shallan a una expedición de reconocimiento por las Llanuras Quebradas. Mientras cruzaban las mesetas, Kaladin notó tanto la ausencia de Syl como su incapacidad de absorber luz tormentosa. Dalinar habló con él acerca de Renarin uniéndose al Puente Cuatro y cómo eso le estaba afectando. Tras eso, Kaladin y Adolin hablaron acerca de un posible nuevo ataque de Szeth y sobre cómo se defenderían de él. Pasadas las horas alcanzaron la última meseta, sobre la cual se hallaba un abismoide muerto. Adolin, Shallan y Dalinar se encontraban sobre el puente mecánico cuando Kaladin se dio cuenta del peligro inminente. Corrió hacia el puente y Adolin lo imitó al percatarse de la amenaza. Mientras que el príncipe logró alcanzar a Dalinar y salvarlo, un carpintero del campamento de Sadeas tiró de una palanca de emergencia, provocando que el puente se desplomara a los abismos y, con él, Kaladin y Shallan.{{book ref|sa2|68}} Durante la caída, Kaladin consiguió absorber una pequeña cantidad de luz tormentosa, lo cual le salvó la vida. Shallan se valió de lo mismo para sobrevivir, aunque ninguno interpretó que el otro pudiera ser un Radiante. Tras un rato vagando por los abismos, comenzaron a discutir. Pronto, escucharon un sonido como de caparazón arañando roca: un abismoide.{{book ref|sa2|69}} Shallan se acercó a él para bocetarlo, para desgracia de Kaladin. Más tarde, continuaron la marcha de vuelta a los campamentos de guerra. Conversaron mientras tanto, y Kaladin asumió que la vida de Shallan había sido cómoda y entre algodones. Ella le acabó contando más adelante que [[Lin Davar|su padre]] era abusivo y que su vida estaba lejos de haber sido fácil. Syl siguió sin aparecer y no respondió a ninguna de las súplicas de Kaladin.{{book ref|sa2|71}}
 
Pronto volvieron a oír un abismoide cerca y se escondieron en una pequeña fisura en la pared para escapar de él. El abismoide intentó alcanzarlos con una garra, pero fue incapaz. Kaladin planeaba luchar contra él; Shallan, buscando desesperada una manera de escapar, le prestó su hoja esquirlada para el enfrentamiento.{{book ref|sa2|71}} De un salto, Kaladin emergió de la fisura y ambos distrajeron a la bestia, Shallan con sus tejidos de luz y Kaladin con la hoja esquirlada. El abismoide se las arregló para morder al soldado en la pierna, debilitándolo considerablemente. Al lanzarse en un nuevo ataque, Kaladin lo apuñaló en el techo de la boca con la hoja esquirlada, matándolo por fin. A medida que se acercaba la alta tormenta, el dúo fue invadido por el pesimismo de una muerte inminente. Kaladin cayó en la cuenta de que podrían usar la hoja de Shallan para cortar un cubículo en la pared del abismo, lo cual los cobijaría de la alta tormenta. Escalando por la espalda del abismoide muerto, Shallan empezó a cortar asideros en la piedra hacia arriba, sobre la línea de agua. Cuando terminó, tuvo que ayudar a Kaladin a subir debido al estado de su pierna. Apenas había alcanzado el cubículo para cuando la paredmuralla de la tormenta los alcanzó.{{book ref|sa2|72}} Kaladin tuvo una visión del Padre Tormenta en la cual éste lo acusaba de haber traicionado a Syl, matándola.{{book ref|sa2|74}} Cuando escampó, ambos consiguieron volver a los campamentos de guerra y fueron recibidos por el Puente Cuatro. Dalinar no tardó en llegar, y Kaladin se levantó para saludarle a pesar de su pierna herida. El alto príncipe ordenó que todas las necesidades de Kaladin fueran atendidas como el héroe que era por haber traído de vuelta a Shallan.{{book ref|sa2|75}}
 
=== El Tercer Ideal (1174) ===
Durante el transcurso del Llanto, Kaladin sintió que la oscuridad regresaba. Moash lo visitó y revisó con él su plan para asesinar a Elhokar.{{book ref|sa2|77}} Kaladin recorría a diario el campamento vacío, tratando de no ceder terreno a la melancolía. Un día, al volver a los barracones se encontró con Elhokar esperándole y mantuvieron una conversación acerca de las inseguridades del rey sobre su desempeño. Elhokar mencionó que Kaladin parecía especial, y que las sombras que lo acosaban se desvanecían cuando el soldado andaba cerca. Tras disculparse por encarcelar a Kaladin, se marchó.{{book ref|sa2|80}} Más tarde, Kaladin se paseó por los terrenos de práctica de los ojos claros y habló con Zahel. Le preguntó por Sagaz e intentó entrenar con una lanza, aunque su pierna debilitada lo dificultó. Fue entonces cuando Kaladin cayó en la cuenta de que Elhokar era el Tien de Dalinar, lo que hizo que se dirigiera a palacio apresuradamente.{{book ref|sa2|81}}
 
Al llegar a palacio no se encontró con ningún guardia, lo cual acentuó su preocupación. Encontró a Elhokar inmóvil en un sofá de sus aposentos. Kaladin se percató de que el rey estaba borracho, no incapacitado. Le advirtió de que venían asesinos a por él y necesitaban huir. Estaban en ello cuando uno de los hombres de Graves apareció y apuñaló a Elhokar en el costado antes de ser herido por la lanza de Kaladin. Mientras escapaban, Moash y Graves aparecieron enfundados en armaduras esquirladas.{{book ref|sa2|82}} Kaladin discutió con Moash acerca de qué era lo correcto, y Moash se preparó para luchar.{{book ref|sa2|83}} Su ataque derribó a Kaladin y lo dejó en el suelo. Graves y Moash intentaron hacer que pareciera que el culpable de todo había sido Szeth; al mismo tiempo, Kaladin escuchó a Syl y al Padre Tormenta discutiendo. Kaladin se puso en pie, no sin una tremenda dificultad, y se situó delante de Elhokar. En ese momento y haciendo caso a Syl, juró el tercerTercer idealIdeal de los Corredores del Viento.
{{quote
|Protegeré incluso a quienes odie mientras sea lo justo.
{{image|Thepathtohearthstone.png|width=350px|side=right|El camino a Piedralar}}
 
Kaladin viajó a Piedralar para advertir a sus padres sobre la inminente Tormentatormenta Eternaeterna, haciendo lo posible por preparar a otras aldeas y ciudades por las que pasaba de camino allí. Sin embargo, llegó demasiado tarde, ya que la Tormentatormenta Eternaeterna ya había golpeado. Caminando a través de la destrucción, Kaladin se sorprendió al encontrar la luz que emanaba de la mansión del consistor. Al entrar en la casa, Kaladin fue detenido por uno de los soldados de Roshone.{{book ref|sa3|5}}
 
El guardia condujo a Kaladin a través de la mansión, donde los sonidos de los heridos lo llevaron a una sala de triaje improvisada. Allí encontró a su padre, [[Lirin]], y a su madre, [[Hesina]], atendiendo a los heridos. Tras un emotivo reencuentro, los soldados insistieron en que Kaladin fuera llevado a [[Roshone]]. Lirin se ofreció a comprar sus papeles de esclavitud, insistiendo en que no se llevaran a su hijo, no fuera que tuvieran que buscarse otro cirujano. Kaladin observó a los heridos y determinó que no eran signos de batalla, sino de un desastre natural. Los soldados mandaron llamar a Roshone, que se sorprendió al ver a Kaladin vivo e insistió en ver sus marcas. Antes de que la conversación fuera mucho más allá, Kaladin golpeó a Roshone por su amigo [[Moash]].{{book ref|sa3|6}}
 
Kaladin se disculpó por sus acciones y prometió no volver a golpear al brillante señor, ya que tenían que hablar. Roshone se opuso al principio e insistió en que sus soldados atacaran a Kaladin, pero estos se negaron después de que Kaladin invocara a [[Syl]]. El brillante señor le dijo a Kaladin que los parshmenios habían escapado, pero huyeron en lugar de atacar la ciudad. Kaladin preguntó en qué dirección se habían ido, pero los soldados de Roshone no lo sabían. Kaladin prometió hablar con Elhokar sobre la destrucción del suministro de alimentos de la ciudad. A cambio, pidió un caballo para ir a cazar a los parshmenios y le dijo a Roshone que no podía quedarse. Le adviertióadvirtió al brillante señor que debía alzarse y liderar a su pueblo. [[Laral]] le prometió que lo haría y se encargó de que Kaladin utilizara ununa vinculacañas. Kaladin cuestionó si ella realmente era feliz y se sorprendió al ver que estaba contenta con su vida en Piedralar. Kaladin dejó la discusión y volvió a ver a su padre. Lirin se alegraba de que hubiera vuelto y de que estuviera bien, pero le preocupaba que estuviera atrapado en la guerra. Kaladin le dijo que era un "vigilante en el perímetro" y que debía hacer lo que pudiera para proteger a los demás. Su padre lo entendió y le pidió que fuera a ver a su madre antes de partir. De camino, se encontró con Laral, que tenía la vinculacañas preparada para Kaladinél. Puso al corriente a [[Dalinar]], que le animó a averiguar qué estaba haciendo el enemigo sin correr riesgos innecesarios. Tras su conversación, Kaladin fue a ver a Hesina, que le presentó a su nuevo hermano, [[Oroden]]. Antes de marcharse, Kaladin prometió que volvería a por Lirin, Hesina y Orodenellos, pero su padre insistió en que debía quedarse si la [[Desolación]] estaba sobre ellos. Les aseguró que volvería y que Dalinar había refundado los [[Caballeros Radiantes]] que, esta vez, no les fallarían.{{book ref|sa3|7}}
 
=== Encuentro con los parshmenios ({{Rosharan date|1174}}) ===
===== Cuernohueco =====
Al salir de Piedralar, Kaladin persiguió a los Portadores del Vacío. Después de dos días, llegó al pueblo de [[Cuernohueco]]. Allí, la gente del pueblo se había congregado para una reunión municipal. Syl se transformó en hoja esquirlada y Kaladin fue bienvenido por la multitud. Un hombre ojos claros le preguntó a Kaladin si prefería descansar y comer o atacar a los parshmenios huidos. Kaladin ordenó al hombre que le llevara hasta ellos.{{book ref|sa3|10}}
 
Un fervoroso le informó de que los parshmenios, unos cincuenta en número y presumiblemente en forma de guerra, buscaban el grano expresamente. Dos hombres resultaron heridos durante el ataque, [[Khem]] y otro hombre. Kaladin buscó entonces al consistor de la ciudad, que le dijo que sus exploradores sabían en qué dirección habían ido los parshmenios, hacia Kholinar. El consistor seSe ofreció a que sus hombres escoltaran a Kaladin, pero éste partió solo, diciendo que sólo lo retrasarían.{{book ref|sa3|10}}
 
===== Viajando con los parshmenios =====
Cuando Kaladin finalmente alcanzó a los Portadores del Vacío, se sorprendió al ver que no sólo estaban jugando a las [[Juego de cartas roshariano|cartas]], sino que su aspecto era muy diferente al que esperaba. En lugar de ser de color rojo y negro jaspeado como [[Rlain]], la piel de los parshmenios era blanca y roja jaspeada. No llevaban formas de guerra ni tenían los ojos rojos. Kaladin los observó durante un rato y le dijo a [[Syl]] que se había equivocado. Estos parshmenios no eran los destructores de los que les habían hablado. Uno de ellos se fijó en él y dio la alarma. Cuando tomaron sus garrotes, Kaladin dudó. Aunque sabía que podía derrotarlos fácilmente, no le pareció bien, así que se rindió.{{book ref|sa3|14}}
 
Los parshmenios ataron a Kaladin a un árbol mientras debatían qué hacer con él. En contra de los deseos de [[Khen]], no lo mataron, sino que tiraron de él con una cuerda mientras viajaban. Kaladin habló con [[Sah]], su captor, explicándole las estrategias del juego de cartas. Mientras caminaban, Kaladin se dio cuenta de que los parshmenios no eran monstruos, sólo esclavos como él. Sah argumentó que Kaladin no podía entender por lo que habían pasado, pero Kaladin sintió que sí lo entendía un poco. Continuando, Syl entró en pánico, preocupada porque los parshmenios pudieran verla, o, al menos, los spren, pudieran verla . Syl explicó que el spren que guiaba a los parshmenios debía ser de élÉl, un [[vaciospren]]. Syl se mantuvo cerca de Kaladin, por si necesitaba invocarla.{{book ref|sa3|17}}
 
Kaladin acabó hablando, felicitando a los parshmenios y ofreciéndoles ayuda en sus viajes. Sah se negó y continuaron su camino hasta que se detuvieron para descansar. La niña de Sah, [[Vai]], le trajo a Kaladin un poco de agua y le preguntó por qué su pueblo no les dejaba en paz. Él se esforzó por intentar explicar la guerra y sus antepasados a una niña de siete años. Ella se retiró mientras los parshmenios acampaban y Kaladin le pidió a Syl que le ayudase a cortar su cuerda. En lugar de invocarla como cuchilla, dejó caer una piedra que alertó a los parshmenios de su libertad. Pidió su cuchillo para poder encender un fuego y, tras una breve deliberación, le permitieron hacerlo.{{book ref|sa3|17}}
 
Durante los días siguientes, Kaladin se dedicó a enseñar a los parshmenios a cocinar, curar heridas y construir utensilios. Sin embargo, Sah se sentía frustrado por necesitar la ayuda de Kaladin, por haber huido de un maestroamo sólo para tener que escucharle explicar cosas que ya debería saber. Kaladin le explicó que "libertad" era una palabra extraña y que, a pesar de servir a otro brillante señor, se sentía más libre entonces que nunca. Una vez que Sah terminó el hacha de guerra, le preguntó a Kaladin por qué no tenía miedo de mostrarles estas cosas. Kaladin le respondió que tenía más opciones y que no tenía por qué desembocar en una guerra. A pesar de sus propias palabras, Kaladin temió que la guerra fuera inevitable, por lo que Syl le animó a encontrar el término medio.{{book ref|sa3|20}}
 
{{image|Parting the Highstorm by Esther Schrader.jpg|side=left|width=300px|Desviando la tormenta para proteger a un niño}}
Kaladin consiguió un búnker para tormentas privado para el creciente grupo de parshmenios en la ciudad de [[Vamah]], [[Revolar]], después de que Syl le advirtiera de que se acercaba una [[alta tormenta]]. Khen se mostró satisfecho con el trabajo de Kaladin y el grupo se preparó para la tormenta. Mientras arreciaba en el exterior y Kaladin se debatía sobre cuánto tiempo más podía retrasar su regreso a Urithiru, la vaciospren amarilla apareció a su lado. Kaladin le dijo que podía verla y ella le respondió que quería que lo hiciera. Ella le preguntó a Kaladin por qué seguía allí y, tras una mentira, él admitió que el mundo estaba cambiando y que quería ver qué rumbo tomaba. Ella le preguntó a Kaladin si lucharía con ellos y él cuestionó si se lo permitirían. Ella admitió que la decisión final no la tenía ella, ya que era sólo una mensajera, pero que él lo averiguaría una vez que llegasen a su destino. Finalmente le preguntó a Kaladin cómo sabía que se acercaba la tormenta. Él dijo que lo sentía en los huesos y ella dijo que los humanos no podían sentir las tormentas. La vaciospren le dedicó una sonrisa de complicidad y luego desapareció.{{book ref|sa3|23}}
 
Durante su estancia en Revolar, el número de parshmenios que acampaban en los alrededores de la ciudad seguía creciendo exponencialmente hasta alcanzar al menos 40.000 o 50.000 personas. Sah le dijo a Kaladin que el número era asombroso, que siempre había imaginado que los parshmenios tendrían su propia ciudad y ahora la tenían. Mientras caminaban por la ciudadella, Kaladin vio no sólo señales de la Tormentatormenta Eternaeterna, sino también de saqueos. Le preguntó a Sah si era esto lo que quería, conquistar un reino y destruir a la humanidad. Sah confesó que no lo sabía, pero que no podía volver a ser un esclavo. Kaladin replicó que eran su gente y que una guerra para exterminar a uno u otro bando no podía ser la respuesta. Sah le propuso que tal vez no tuviera que ser así, que podría luchar junto a ellos en algo más grande, los oprimidos contra los opresores. Al pasar por donde estaba Syl, ella le dijo que hayhabía muchos spren amarillos alrededor y que se avecinaba otra alta tormenta. Cuando el grupo de Khen se acercó a los líderes parshendi del pequeño pueblo, el escriba los evaluó y preguntó por la presencia de Kaladin. Yixli habló muy bien de él, pero el escriba dijo que los [[Fusionado|fusionadosFusionados]] tendrían que marcarlo como libre. Kaladin salió de la fila y vio a una mujer parshmenia alta con ojos rojos, como los de las [[Llanuras Quebradas]]. Al ver a la fusionadaFusionada, Kaladin supo que era hora de irse. Aspiró la [[luz tormentosa]] de la bolsa de Khen y le quitó la bolsa. Agradeció a Khen su amabilidad, le advirtió de la inminente tormenta y le dijo que, independientemente de lo que le dijeran, no deseaba ser su enemigo.{{book ref|sa3|31}}
 
{{image|The Next Ideal.png|side=right|width=300px|Marchándose de [[Revolar]]}}
 
Se lanzóenlanzó al cielo mientras la fusionadaFusionada empezaba a gritar. Una vez en el aire, Kaladin observó a las decenas de parshmenios y le dijo a Syl que no podía evitar sentir cierta afinidad con ellos. Ella argumentó que se trataba de Portadores del Vacío y que conquistaron la ciudad, pero Kaladin le explicó que son personas que estaban enfadadas y tenían buenos motivos para estarlo. Le recordó lo que solía sentir por [[Elhokar]], pero ella le replicó que había cambiado de opinión. Siguieron discutiendo y Kaladin le confesó que sólo quería un bien absoluto sobre esto, no un código moral con excepciones. Kaladin miró la ciudad una vez más y ambos se dieron cuenta de que los parshmenios que custodiaban a los humanos no habían hecho ninguna preparación para la inminente tormenta. Kaladin se enlazó hacia ellos y gritó advirtiendoadvirtiéndoles de la alta tormenta. Se limitaron a mirarle, así que Kaladin invocó su espada y advirtió a la gente que se refugiara dondequiera que lo hiciera durante las últimas tormentas. Encargó a los guardias parshmenios que lo hicieran mejor y que, si querían reclamar la superioridad moral sobre los humanos, debían tratarlos mejor de lo que los habían tratado a ellos.{{book ref|sa3|31}}
 
Durante el encuentro con los guardias, algo se estrelló contra Kaladin, lanzándolo hacia atrás. Mientras se agarraban a su garganta, Kaladin les dio una patada y se lanzó al aire. El parshmenio de ojos rojos que había atacado a Kaladin brillaba con lo que parecía luz tormentosa oscura. Apareció otra criatura y Kaladin se lanzó directamente hacia el muro de la tormenta. Suplicó al [[Padre Tormenta]] que tuviera piedad y perdonara a la gente de abajo. El Padre Tormenta pareció considerar su petición, pero dijo que era algo que no podía hacerse. Kaladin se acercó al suelo con la esperanza de encontrar a la gente a salvo, pero todo fue en vano. Cayó al suelo y dejó caer a Syl, agarrando a un joven padre, a su hijo y a otra mujer. Los condujo hasta un grupo de dos docenas de personas y caminó con ellos. Consumido por el dolor, Kaladin aspiró luz tormentosa y desvió la tormenta mientras la gente abatida se apiñaba detrás de él. Les proporcionó cobertura, desviando la tormenta el tiempo suficiente para que la gente llegarallegaran al búnker. Syl estaba impresionada con lo que había hecho, pero Kaladin estaba insatisfecho porque no era suficiente. Kaladin se impulsó fuera del muro de la tormenta y luego cabalgó al frente de la misma durante una hora larga. Syl le indicó a Kaladin que considerase el empuje del viento como una forma del Padre Tormenta de disculparse. Dejó que los vientos lo guiaran durante horas y, cuando la tormenta pasó, se encontró fuera de [[Urithiru]].{{book ref|sa3|31}}
 
=== Asedio de Kholinar (1174) ===
==== Entrenando y reclutando escuderos del Puente Cuatro ====
A la mañana siguiente de su regreso, Sigzil acudió a Kaladin con una lista de tareas y decisiones que debía tomar. Tenía que ocuparse de muchos detalles de la gestión del ejército. Juntos fueron a la intendencia para comprobar la reserva real de esmeraldas que se utilizaría para el entrenamiento.{{book ref|sa3|35}} Más tarde, el Puente Cuatro fue a entrenar y a realizar pruebas en las Llanuras Quebradas, con Roca proporcionando comida y bebida. El rey Elhokar se acercó a ver el entrenamiento para pedirle a Kaladin que se uniera a la misión de Kholinar. Kaladin ayudó a Hobber a absorber luz tormentosa por primera vez y Hobbereste empezó a curarse las piernas. El grupo divisó humo en la distancia, encontraron una caravana que fue atacada por Portadores del Vacío. Entre lalos caravanarestos estaba la familia de Roca, que fue presentada al Puente Cuatro.{{book ref|sa3|37}}
 
Kaladin asistió a una conferencia de los radiantesRadiantes y líderes. Discutió con Jasnah sobre las motivaciones de los Portadores del Vacío, argumentando que los parshmenios comunes sólo querían un lugar en el que vivir. También discrepó con vehemencia de la sugerencia de Jasnah de encontrar y matar a los Heraldos.{{book ref|sa3|39}} Más tarde, el Puente Cuatro continuó su entrenamiento, y casi todos los miembros del Puente Cuatro son ahora capaces de inspirarinhalar luz tormentosa. Kaladin estaba preocupado porque ninguno de los nuevos reclutas había conseguido absorber luz tormentosahacerlo, pero al final de la sesión [[Lyn]] fue la primera recluta en lograrlo.{{book ref|sa3|46}} Después de un entrenamiento posterior, el Puente Cuatro se reunió alrededor del tonel de bebida de Roca, como una vez hicieran en torno a la hoguera,{{ref|group=NdT|text=En el texto original en inglés aparece que están en torno a la hoguera.}} para hablar sobre cómo encajar, pertenecer a un sitio, las expectativas y cómo a veces les hacía sentir solos. Después, Kaladin se dio cuenta de que Rlain estaba sentado solo y le pidió que le explicara cómo se sentía.{{book ref|sa3|55}}
 
==== Llegada a Kholinar ====
{{image|Abovethestorm.png|Kaladin sobre la alta tormenta|side=right|width=350px}}
Tras su regreso, [[Elhokar]] pidió a Kaladin que se uniera a su misión de abrir la [[Puerta Jurada]] de [[Kholinar]] y transportara al equipo volando con Enlacesenlaces por encima de la tormenta, lo que renovaría constantemente su luz tormentosa. Antes de hacerlo, Kaladin practicó el transporte de un grupo numeroso de esta manera volando con [[Dalinar]], [[Navani]] y otros desde la Puerta Jurada de [[Sedetormenta]] hasta los campamentos de guerra,{{book ref|sa3|50}} y volando con [[Shallan]] para desbloquear la Puerta Jurada de [[ciudadCiudad Thaylen]] después de que la reina [[Fen Rnamdi]] finalmente accediera a abrirla. Después, Dalinar apartó a Kaladin para informarle de que, como portador de esquirlada, era un ojos claros apto para tener un título que llevaba asociadas tierras. Como tal, se le concedió un área de tierra en el [[río Curva de la Muerte]].{{book ref|sa3|58}}
 
Después de viajar a ciudadCiudad Thaylen, Kaladin, junto con Elhokar, [[Adolin]], [[Shallan]], [[Cikatriz]], [[Drehy]], [[Ishnah]] y [[Vathah]], emprendió un viaje sobre la siguiente alta tormenta, utilizándola como combustible para viajar desde las [[Llanuras Quebradas]] hasta Kholinar. Durante el trayecto, observó que, aunque no podía reproducir su capacidad de influir en la fuerza de los vientos, creó una especie de "canal" que mantuvo al grupo unido mientras volaban. Durante el viaje, también mantuvo una breve conversación con [[Syl]] sobre su interés en Shallan, después de que él reflexionara sobre cómo ella parecía abrazar el vuelo por encima de las tormentas. Una vez que el grupo llegó, discutieron sobre la belleza de la tormenta, y Kaladin se separó del grupo para explorar por debajo de las nubes. Sobre Kholinar, identificó los estandartes de los gobernantes humanos, y observó la construcción de los refugios para tormentas de los [[Cantor|cantores]]. Kaladin finalmente cedió a su deseo de mirar, pero se alarmó por el aura oscura que rodeaba el palacio. Volviendo al grupo, les consultó y el grupo decidió colarse en Kholinar, independientemente de que siguiera en manos humanas.{{book ref|sa3|60}}
 
El grupo se acercó a la ciudad con disfraces hechos por Shallan. La ilusión de Kaladin era particularmente horrible. El rey ordenó a Kaladin que tuviera éxito, creyendo que él mismo fallaría. La Guardia de la Muralla les negó la entrada, pero el grupo entró rápidamente cuando la guardia se distrajodistrajeron con un ataque de los fusionadosFusionados. Kaladin quería ayudar a los guardias, pero Adolin le convenció de que lo ignorara.{{book ref|sa3|61}} Se refugiaron en la casa de la sastresastra de Adolin e hicieron planes.{{book ref|sa3|62}} Kaladin llevó una carta de Elhokar a Shallan para que la entregara en palacio. Mientras tanto, vigiló el palacio y ayudó a Shallan a volver a la casa de la sastresastra después de escapar.{{book ref|sa3|63}}
 
{{image|Kaladin vs a Voidbringer.jpg|side=left|width=300px|Matando a un [[Shanay-im|Celestial]] con [[Syl]]}}
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