Sekeir
| Sekeir | |
|---|---|
| Capacidades | Astilla de Honor |
| Especie | Honorspren |
| Residencia | Integridad Duradera |
| Mundo natal | Roshar |
| Universo | Cosmere |
| Primera aparición | El ritmo de la guerra |
“Humans are monsters, with a lust for death that can never be sated. You thrive upon the terrible emotions of the Unmade. You don't fight Odium. You are Odium. ”
—Sekeir a Adolin Kholin[1]
Sekeir es el honorspren que gobierna Integridad Duradera en Roshar.[2]
Apariencia y personalidad
Sekeir es un antiguo honorspren que aparece como un anciano con una larga barba blanca y azul.[2]
Se empeña en decir que no se puede confiar en los humanos, pero él mismo está dispuesto a ser manipulador y a torcer la ley durante el transcurso del juicio de Adolin Kholin para hacer valer esta idea ante el resto de los honorspren, incluso haciendo prisionero al Heraldo Kalak cuando temía que fallara a favor de Adolin.[3][1] Se toma muy a pecho la cuestión de demostrar ante el resto de los honorspren que no se puede confiar en el propio Adolin más que en cualquier otro humano.[1]
Historia
“"You're going to try him for the Recreance? Isn’t that a bit extreme?"
"He offered, Holy Lord."”
Sekeir, como líder de la fortaleza de los honorspren y de la capital Integridad Duradera, saludó a Kalak cuando llegó a la fortaleza tras la llegada del grupo de embajadores de la coalición de monarcas. Mientras caminaban por la fortaleza, se encontraron con Adolin Kholin; Sekeir le explicó que Adolin estaba allí porque se había ofrecido a ser juzgado por la Traición. Cuando Adolin pidió un juicio por testimonio, Sekeir estaba a punto de desaconsejarlo cuando Kalak lo interrumpió y aceptó.[2]
El primer día del juicio, Sekeir planeó un largo discurso al principio para exponer el punto del juicio. Se ofendió cuando Kalak le dijo que fuera breve, y luego discutió con Adolin sobre los términos exactos de su acuerdo. Sekeir logró convencer a Kalak de que el juicio era para demostrar, en general, que no se podía confiar en los humanos, aunque Adolin logró persuadir al Heraldo de que considerara también su carácter personal. Cuando Kalak finalmente entendió los términos correctamente, Sekeir llamó a su primer testigo: Amuna, guardián de los ojomuertos. Después de que Amuna diera su testimonio, Sekeir llamó a la tintaspren Mezcla a continuación y luego a Notum.[3]
La mañana del juicio final, Sekeir, Lusintia y otros honorspren descubrieron a Shallan Davar en la casa de Kalak. Acusaron a los dos de confabulación, y Sekeir ordenó que Kalak fuera secuestrado debido a un "ataque de debilidad."[4] En el juicio de ese día, Sekeir ocupó el lugar de Kalak en el asiento del juez y ordenó que el juicio continuara. Cuando Adolin preguntó dónde estaba el Heraldo, Sekeir explicó que Kalak a veces sufría por su multitud de años y experiencias como Heraldo y admitió que Shallan había tratado de influir en el hombre; le disgustó que Adolin pensara que eso era algo por lo que sonreír. Después de que Sekeir pidiera silencio para comenzar el juicio, sintió que debía mostrar su autoridad echando a unos cuantos spren que seguían cuchicheando entre ellos.[1]
Sekeir comenzó entonces el juicio del día pronunciando un largo discurso en el que denunció a Adolin. Cuando Adolin le interrumpió en un momento dado, le amenazó con una mordaza y le indicó que sólo podía hablar mientras interrogaban al testigo. Cuando Sekeir terminó por fin, pidió que hicieran pasar a Mayalaran, el cultivacispren ojomuerto, como último testigo y permitió que la multitud conversara todo lo que quisiera. Sekeir, satisfecho consigo mismo por su conveniente elección del testigo, declaró su derecho a guiar la conversación debido a la incapacidad de Maya para hablar por sí misma y procedió a interrogar a Adolin. Obligó a Adolin a admitir que los humanos seguían usando hojas esquirladas incluso después de darse cuenta de que eran spren muertos, pero se negó a permitir que Maya se retirara tras la concesión de Adolin. En su lugar, Sekeir planeaba utilizar a Maya para vengarse personalmente de Adolin por las divisiones entre los honorspren que su presencia había hecho aflorar.[1]
“You. Cannot. Have. My. SACRIFICE!”
Sekeir hizo un espectáculo de Maya, ordenando a todo el mundo que la mirara y considerara lo que le habían hecho; afirmó que tenía que hablar en nombre de Maya por culpa de los humanos como Adolin y afirmó conocer la mente de Maya, a pesar de las protestas de Adolin. Siguió gritando por encima del estruendo de la multitud, las súplicas de Adolin y los gemidos de Maya, condenando a los humanos en general y a Adolin en particular hasta que Maya habló. Sorprendido, pero aún convencido de que tenía razón, Sekeir acusó a Adolin de haber hecho algo para que la cultivacispren delirara. Maya, harta de él, gritó inarticuladamente y luego pasó a las palabras, negándole el derecho a quitarle su sacrificio. Sekeir se quedó mudo ante la revelación de la elección de los ojomuertos, mirándola en silencio mientras los demás ancianos se reunían y la multitud comenzaba a marcharse.[1]
Tras el juicio, Sekeir y los demás líderes honorspren cayeron en desgracia y su política aislacionista fue revocada.[5]