Sebruki
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| Mundo natal | Treno | ||||||
| Universo | Cosmere | ||||||
Sebruki es una niña de ocho años que trabaja para Silencio Montane en su posada en los bosques del infierno en Treno.[1]
Apariencia y personalidad
Sebruki sólo tiene ocho años, así que aún es bastante bajita.[1] Tiene la piel oscura y el pelo largo y oscuro.
Sebruki es una niña extraña, inquietantemente observadora. También hace cosas extrañas, como fregar la cocina con tanta fuerza que la madera se blanquea. Es probable que esto se deba a los horrores que Sebruki ha visto en su joven vida. Le encanta limpiar, le hace sentir bien ayudar de alguna manera.
Aunque parece que Sebruki se ha recuperado casi por completo de sus experiencias, de vez en cuando recae.[1] Sus ojos se apagan como los de una umbra y actúa de forma extraña. Cuando ve a Chesterton Divide, saca la ballesta de Silencio y la envenena con sangrenegra. Habría intentado dispararle, a pesar de las consecuencias, pero Silencio interviene y Sebruki casi le dispara a ella por accidente. Cuando Sebruki se encuentra en dificultades, Silencio vuelve a cantarle como cuando era más pequeña y le prepara un brebaje somnífero para intentar aliviar su dolor.
Su educación como granjera la hace independiente y dispuesta a trabajar para pagar sus deudas.[1] Sin embargo, Sebruki ansía una figura de autoridad severa que parezca al mando, por lo que Silencio actúa como su abuela cuando trata con Sebruki. Sebruki se ha hecho muy amiga de los Montane, y llama a Silencio «tía Silencio». William Ann la trata como a una hermana menor.
Historia
Vida temprana
Sebruki nació y creció como una de los campesinos del bosque.[1] Ella, sus padres y sus hermanos vivían juntos en su granja. Entonces llegó Chesterton Divide y masacró a toda su familia, llenando la habitación de plata pulverizada, antes de matar espantosamente a todos. De trece personas, ella fue la única superviviente. Su madre empujó a Sebruki a un espacio bajo las tablas del suelo y se negó a gritar mientras la mataban porque no quería asustar a su hija.
Adopción por Silencio
Silencio Montane fue la única persona dispuesta a ir a la granja destruida para ver qué había ocurrido.[1] El padre de Sebruki había ido a beber a su posada y era un buen hombre; había ayudado en las reparaciones del Puente Viejo. Cuando Silencio intentó recuperar parte de la plata de Chesterton que se había deslizado entre las tablas del suelo, encontró a Sebruki, cubierta con la sangre de su madre.
Silencio llevó a Sebruki de vuelta a la posada y cuidó de ella allí.[1] Sebruki pasó los tres primeros meses mirando a la pared, la pusieran donde la pusieran. De vez en cuando, Silencio le cantaba a Sebruki, con la esperanza de llegar a ella de forma distante. Con el tiempo, salió de su trance y empezó a ayudar en la posada. Limpiaba obsesivamente, y también cuidaba de los cerdos, a dos de los cuales llamaría Ezequiel y Jarom. Silencio intentó mantener a Sebruki fuera de la sala común para que no la reconocieran.
Cuando más tarde Chesterton Divide llega para quedarse en la posada de Silencio, Sebruki pretende matarlo con una ballesta cargada con una saeta bañada en sangrenegra.[1] Silencio se lo impide, pero Sebruki dispara accidentalmente el virote de plata por una ventana. Silencio consuela entonces a Sebruki y la duerme con un brebaje. Más tarde, Silencio encuentra el proyectil y lo utiliza para atravesar las umbras que la rodean a ella y a William Ann justo fuera de los anillos protectores de la posada.