Miles Dagouter

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Miles Dagouter
Miles Hundredlives by Romeo Barrera.jpg
Fallecido 341 PC[1]
Capacidades Augur & Hacedor de sangre, nacidoble, Hemalurgo
Apodos Cienvidas
Religión Trellismo
Grupo Desvanecedores, El Grupo
Residencia Elendel
Etnia de Terris
Mundo natal Scadrial
Universo Cosmere
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¡Sois idiotas! Un día, los hombres de dorado y rojo, portadores del último metal, vendrán a por vosotros. Y seréis gobernados por ellos. Adorad. Adorad a Trell y esperad...

—Últimas palabras de Miles Dagouter.[1]

Miles Dagouter, también conocido como Miles Cienvidas,[2] era el anterior vigilante de la ley de Verdadero Madil, en los Áridos de Scadrial y el líder de la banda de ladrones y secuestradores conocidos como los Desvanecedores.[3] Miles estaba decidido a derribar el gobierno de la Cuenca de Elendel en su afán por buscar justicia por el maltrato a la gente de los Áridos. Miles es un nacidoble, siendo un brumoso de oro (también conocido como augur) y un ferrin del mismo metal (también conocido como hacedor de sangre), lo que le permitió componer y volverse casi imposible de matar.

Apariencia y personalidad

Personalidad

Hago lo que hay que hacer, Wax. ¿No es ese el código del vigilante de la ley? No he dejado de serlo: nunca se deja de ser vigilante. Se te mete dentro. Haces lo que nadie más hará. Te alzas a favor de los pisoteados, mejoras las cosas, detienes a los criminales. Bueno, yo decidí apuntar a un tipo más poderoso de criminal.

—Miles a Wax.[4]

Miles no es un hombre bueno o gentil. Es hostil,[5] un hombre gruñón que preferiría disparar a un sospechoso antes que tomarse el tiempo para determinar su culpabilidad o inocencia.[6] A pesar de sus defectos de carácter, Verdadero Madil se ha mantenido libre de crímenes, por lo que sus métodos, aunque puedan ser severos, son efectivos. Aun así, Miles nunca trae de vuelta a los criminales vivos, mata a todos y cada uno de los hombres que captura.[7] A Miles no le asusta el cambio, debido en parte a su naturaleza como augur.[8] Desde muy temprana edad, Miles odiaba a todo aquel que quebrantase la ley. Sus castigos eran severos y despiadados, especialmente hacia las personas que una vez siguieron la ley, pero le habían dado la espalda. La severidad de sus castigos se debía a su sentimiento de desesperanza. No creía que pudiera realmente marcar la diferencia dada la cantidad de crímenes que se daban en los Áridos.

Era un perro, Wax. Un sabueso controlado con falsas promesas y órdenes severas.

—Miles sobre su tiempo como vigilante de la ley.[4]

Tras muchos años en los Áridos, fue creciendo dentro de Miles un odio permanente hacia la ciudad de Elendel y sus líderes.[8] En su juventud, pudo soportarlo. Sin embargo, con los años, Miles se fue desilusionando cada vez más con su papel y las cosas que veía a diario como vigilante. Empezó a creer que la ciudad le había traicionado[9] y poco a poco fue creciendo en su interior un resentimiento ante todas las injusticias que él sentía que estaba soportando. Empezó a creer que no había nada sagrado en la ley, sino que simplemente era una herramienta para que los ricos mantuvieran su poder e influencia.[8] Odia el haber permitido que otros le marcaran las reglas. Miles quema ocasionalmente oro para poder ver el hombre de ley que era antes y el criminal que es ahora. Aunque encuentra perturbador lo mucho que se odian el uno al otro, cree que esta práctica es beneficial para él. Miles piensa que esto le ayuda a mezclar algo de lo que fue con algo de lo que es, dando lugar a una nueva mezcla de sí mismo.

Miles es un hombre complejo, pero su personalidad está dominada por un deseo: la venganza contra Elendel.[8] El problema real de Miles es su ira, a veces incontrolable. Normalmente Miles posee una mente astuta con un gusto por lo dramático, algo que se puede ver fácilmente en los Desvanecedores.[3] Puede perseguir un objetivo metódicamente sin que nada nuble su visión. La única excepción a esto es cuando se enfada, lo cual se puede ver con Waxillium o cuando piensa demasiado en el comportamiento de la clase alta.[8] Es posible que también estuviese siendo influido por algo.[10]

Miles siempre tuvo algo oscuro en él, lo sé. Pero ¿esto? ¿Estás seguro?

Ranette sobre los crímenes de Miles.[11]

Incluso trabajando fuera de la ley, Miles sigue viéndose a sí mismo, en muchos sentidos, como un vigilante. Miles sigue actuando de esa forma más que como un criminal, por ejemplo persiguiendo a aquellos que intentan interferir en sus planes en lugar de desaparecer.[12] Cree que sirve, si bien no a la letra, al espíritu de la ley y que ahora puede impartir verdadera justicia.[4] También cree que los auténticos criminales son los nobles de Elendel, y que para crear cambios duraderos que reduzcan los crímenes que se producen en los Áridos, tiene que destruir el sitio del cual proviene el crimen, es decir, la ciudad. Cree que un hombre puede servir a los pobres o a la nobleza, pero no a ambos a la vez.[3] Siente, además, que la élite no hace nada para ayudar a los pobres y los necesitados ni en los Áridos ni en la propia ciudad de Elendel.[13] Su deseo de derribar el sistema y destruir la ciudad no es sólo para ayudar a los pobres, también encuentra una pequeña satisfacción en la idea de ver a la nobleza corrupta castigada por su inutilidad.[8] Incluso con sus nuevas convicciones, Miles se cuestiona a sí mismo y a sus decisiones muy a menudo, como ha hecho toda su vida. A pesar de esta inseguridad, Miles muestra una actitud imperiosa y confiada.[14]

A pesar de sus fuertes creencias, a Miles le sigue impactando de gran manera la forma en que la gente lo ve. Siendo un antiguo héroe de los Áridos, Miles escondía su cara durante los ataques de los Desvanecedores por miedo a ser reconocido y ser etiquetado como un criminal.[8] Le dolía cuando la gente en los Áridos le odiaba aún cuando solo estaba haciendo su trabajo, pero ahora como el líder de los Desvanecedores la gente lo ama, a pesar que lo temen.[15] Aun así, Miles al final llega a la conclusión de que es un proscrito ahora y, orgulloso de ello, deja de cubrir su cara a la hora de cometer un robo.[8]

Apariencia

Miles tiene un rostro con rasgos afilados,[4][7] con cejas prominentes y pelo corto y negro.[4] Es un hombre atlético, con un torso potente.[7] Como vigilante de la ley en los Áridos, suele llevar un largo abrigo blanco encima de su ropa normal de los Áridos.[8] Nunca lleva sombrero, y en vez de eso se peina el pelo hacia atrás. También lleva gafas tintadas para proteger sus ojos del sol. Después de mudarse a Elendel y asumir el control de los Desvanecedores, el estilo de Miles cambia notablemente.[8] Empieza a llevar las ropas de un trabajador de la ciudad, es decir, pantalones desgastados sujetos con tirantes sobre una camisa con botones. También desarrolla una postura encorvada. Cuando Miles se enfrenta con Wax por última vez, lleva su viejo uniforme de vigilante, una vez más. Independientemente de la ropa que lleve, siempre se pone botas.[4] Miles lleva sus mentes de oro en los antebrazos, y probablemente en algún otro sitio de su cuerpo,[1] perforando su piel como tornillos para evitar que tiren o empujen de ellos.[4] Tiene alrededor de treinta mentes de oro encima en todo momento.

Miles lleva consigo un mechero plateado con la insignia de los vigilantes de la ley de Verdadero Madil grabado en la superficie.[3] También fuma Magistrados ciudadanos, una marca de tabaco cara que suele llevar encima. Muchas veces hay uno o dos cartuchos de dinamita escondidos dentro de la caja de tabaco.[7] Miles lleva un revólver de gran calibre, prefiriendo potencia de fuego antes que precisión, además de un cuchillo en la parte posterior de su bota.[4] Más tarde, después de unirse al Grupo, las armas de Miles a menudo están hechas de una aleación de aluminio para impedir cualquier intento de tirar y empujar. Durante sus primeros crímenes como el líder de los Desvanecedores llevaba una máscara para ocultar su identidad, puesto que es un hombre bastante conocido en ciertos círculos, pero al final deja de cubrir su rostro durante los mismos.[3]

Creencias religiosas

Ver también: supervivencialismo y trellismo

No me importa el mandato del Superviviente. He encontrado algo mejor.

—Miles a Wax sobre sus creencias religiosas.[13]

En algún punto de su vida, Miles fue supervivencialista.[13] No obstante, sintió que el sistema político y social de Elendel en aquel momento hacía que la religión fuese una burla, profesando creer en la independencia y la autosuficiencia de Kelsier pero en realidad desanimando a las personas a pensar por sí mismas.[15] Una vez que Miles se puso en contacto con Edwarn Ladrian y el Grupo, sus creencias religiosas comenzaron a cambiar.[1]

Miles se convirtió al trellismo, una religión descrita en las Palabras de Instauración,[3] que predica la divinidad de los nacidos del metal y su superioridad frente a aquellos que no tienen acceso a las artes metálicas.[7] Debido a la invencibilidad de Miles, se consideraba a sí mismo un ser divino.[16][7] Miles cree que la razón por la que Trell hizo hombres como él fue para corregir las injusticias del mundo.[3] Piensa que por sus poderes, Miles y otros nacidos del metal han sido elegidos para gobernar. Miles es extremadamente fanático del trellismo,[17] incluso en sus últimos momentos imploró que otros siguieran a Trell.[1] Miles intentó convencer a Wax para que se convirtiera en sus creencias, pero no tuvo éxito.[7] A pesar de su conversión al trellismo, se seguía sintiendo inspirado por algunas creencias del supervivencialismo.[8]

Atributos y habilidades

Nacidoble

Alomancia
Ver también: alomancia

Miles es un alomante, más específicamente un augur.[8] Quemar oro por sí solo no es muy útil, y se ha convertido en sinónimo de «alguien que no hace nada». Le proporciona la habilidad de ver a la persona en la que se habría convertido si hubiera tomado decisiones distintas.[18] Este poder no es útil en combate como pueden serlo los metales físicos, lo cual es a veces irritante para Miles.[8] Insiste en quemar oro ocasionalmente, aun así, para echar un vistazo a la persona que es actualmente y la que podría haber sido. Debido a estar constantemente haciendo frente a cambios en su personalidad, Miles no le tiene miedo al cambio, porque sabe que también brinda la oportunidad de convertirse en algo que no es. Miles cree que enfrentarse ocasionalmente a estas posibilidades le permite mezclar lo mejor de lo que es con lo mejor de lo que podría ser. Sin embargo, generalmente Miles ignora el lado alomántico de sus poderes, excepto cuando lo usa en sincronía con su feruquimia.

Feruquimia
Ver también: feruquimia

El poder feruquímico de Miles también es el oro.[3] Como hacedor de sangre, Miles puede almacenar salud en sus mentes de oro, teniendo que pasar algún tiempo con mala salud, para poder curarse instantáneamente más tarde.[18] Esto le permite a Miles recibir heridas que de otro modo incapacitarían o matarían a cualquier persona normal y corriente. El oro devuelve a un hombre al estado en el que estaba antes de la lesión. Por lo tanto, tiende a no curar lesiones a largo plazo o problemas genéticos. Si que sana la redespíritu y, como tal, podría curar a alguien que haya sufrido daño en su alma por el robo de un atributo espiritual a través de un clavo hemalúrgico.[19] La mayor limitación de la feruquimia de oro es la cantidad de salud almacenada, que puede ser difícil de recolectar. Sin embargo, Miles logra superar muchas de estas limitaciones a través de la composición. Miles ha usado esta habilidad lo suficiente como para ser un sabio alomántico del oro.[20]

Composición
Ver también: composición

Dado que Miles puede tanto crear reservas feruquimicas en mentes de oro como quemar oro, es capaz de utilizar la composición.[3] Esta poderosa técnica le permite crear esencialmente un nuevo metal, pudiendo quemar así sus mentes metálicas que, en lugar de mostrar las visiones habituales asociadas al oro alomántico, potencian su curación feruquímica directamente a través de Conservación y los poderes de la creación.[21][22] Esto le permite a Miles sufrir heridas verdaderamente espantosas y curarse por completo casi instantáneamente.[4] Miles no está quemando continuamente sus mentes de oro, sino que más bien, pasa un tiempo quemándolas para obtener así una gran cantidad de salud, y luego almacena también una gran cantidad de salud en sus mentes de metal, que usa como clavos que perforan todo su cuerpo. Como están dentro de Miles, no pueden ser empujadas ni tiradas por la mayoría de los alomántes. Esto le da a Miles acceso a un suministro constante de salud casi ilimitada.[3]

Puedes desgarrarme los tendones del pie, Wax, pero volverán a rehacerse rápidamente. Creo que tu cuerpo cederá antes que el mío. Empuja más fuerte. Veamos qué pasa.

—Miles a Wax mientras pelean.[4]

Debido a la gran cantidad de salud que Miles tiene disponible en todo momento, puede superar muchos de los límites del hacedor de sangre promedio. La versión más visible de esto es que los hacedores de sangre normales están limitados bien por la cantidad de heridas o bien por el tamaño de la herida que les es posible curar. Si sus reservas feruquímicas no son suficientes, tienen que esperar a que la herida sane de forma natural, o si la herida es lo suficientemente grave, simplemente mueren. Miles no tiene que preocuparse por conservar sus reservas feruquímicas, porque sus mentes de oro son más o menos infinitas. Como resultado, Miles recurre de manera constante a sus mentes de oro, incluso cuando no hay una herida real que curar. Esto lo afecta de varias maneras. Miles no ha estado enfermo en años; nunca tiene que lidiar con dolores musculares, dolores de cabeza o sensación de cansancio.[8] Incluso cuando no hay nada que el oro pueda curar, Miles todavía puede sentir una leve sensación de energía extra de la salud que está obteniendo. Al obtener esa salud adicional que su cuerpo no necesita, Miles elimina su necesidad de respirar, ya que está constantemente sanando el daño causado a sus células por la hipoxia.[15] Cabe señalar este efecto no es el mismo al del cadmio feruquímico. Los ferrins susurrantes tienen la capacidad de almacenar el aliento en una mentecadmio.[18] Almacenan oxígeno para luego extraerlo más tarde y así no tener que respirar. Miles no puede hacer eso. Su feruquimia de oro cura continuamente el daño hecho a sus células moribundas por falta de oxígeno en lugar de proporcionarles oxígeno. Sin embargo, el poder del oro no es ilimitado. No puede permitir que Miles detenga los latidos de su corazón[15] o revertir el proceso de envejecimiento[3] como hizo el lord Legislador con la composición de atium.[23] Además, después de sufrir el dolor de miles de heridas que deberían haberlo matado, Miles también se ha vuelto completamente inmune al dolor.[4] Es un recuerdo pequeño pero lejano para él.[15] También tiene potencialmente un efecto en la resistencia de Miles, permitiéndole correr más y más lejos que un hombre normal, aunque esto no se conoce con seguridad.[4]

Este flujo constante de salud le permite a Miles hacer cosas que destruirían a un hombre común. Puede caer desde grandes alturas y romperse las piernas, solo para que se curen mientras se rompen.[8] Debido a ello, no tiene miedo a caerse y, por lo tanto, puede participar en peleas en lugares tales como; el techo de un tren en movimiento o saltando de un vagón a otro sin miedo,[4] recibir un disparo de escopeta en la cara sin inmutarse,[3] No tiene necesidad de protegerse de los disparos y puede atravesar un tiroteo como si nada.[7] También aumenta su capacidad para pelear.[4] Puede golpear tan fuerte como quiera sin lastimarse y no puede sentir el dolor provocado por otros al golpearlo.[13] Uno de los trucos favoritos de Miles es detonar un poco de dinamita en su mano para liberarlo de las cuerdas o redes o matar a los que están cerca de él.[7]

La mayor desventaja de las capacidades de composición de Miles es su alto coste.[4] Un feruquimista normal solo necesita comprar metal una vez. Sus mentes metálicas no se consumen por su feruquimia como sucedería con la alomancia, por lo que una sola mente de metal podría, en teoría, usarse durante toda la vida de una persona. Sin embargo, Miles debe quemar algunas de sus mentes de metal para componer su feruquimia. En su caso, el metal que consume es oro, por lo que su composición es incluso más cara que con otros tipos en los que se hace uso de metales más comunes, como el hierro o el acero. Miles debe contar con un flujo constante de ingresos para mantener así su composición constante o corre el riesgo de tener que parar de hacerlo.

Hemalurgia

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Ver también: hemalurgia

Si bien las mentes de metal de Miles pueden haber tomado la forma de clavos que perforan su cuerpo, parece que podría haber tenido al menos un clavo hemalúrgico.[24] Se desconoce de qué metal es dicho clavo que tiene Miles y qué atributos le otorga. Debido a sus últimas palabras,[1] parece que Miles puede estar influido o tener alguna relación con la Esquirla Autonomía o su avatar Trell.[10] Es posible que el metal del que estaba hecho su clavo hemalúrgico sea de trellium, el mismo metal que la kandra Sangradora usó para sus propios clavos.[25]

Habilidades de combate

A pesar de su increíble aguante, Miles carece del poder de los principales metales enfocados al combate, como el acero, el hierro y el peltre.[8] Por lo tanto, no tiene poderes alománticos o feruquímicos para mejorar sus habilidades de combate. Esto significa que Miles depende principalmente de pistolas, y otras armas mundanas, cuando desea causar daño. La mayoría de las veces, Miles usa un par de pistolas de gran calibre.[3][4] Prefiere la potencia de fuego a la precisión, ya que cree que es mejor fallar un puñado de veces y estar seguro de que cuando sí impactes a alguien, este no vuelva a levantarse. Como líder de los Desvanecedores, las armas[3] y las balas[4] de Miles están, por lo general, hechas de aluminio, por lo que es imposible redirigirlas un empujón de acero o con un tirón de hierro.[26]

Las verdaderas habilidades de combate de Miles están en las peleas con cuchillos y la lucha mano a mano.[4] Lucha con un cuchillo de hoja larga que suele guardar en la parte trasera de la bota. Miles es conocido por ser uno de los mejores luchadores con cuchillos en los Áridos. Una de sus estrategias es clavarse su propio cuchillo en el antebrazo. Esto evita que un alomante pueda empujar o tirar del cuchillo mientras se acerca a ellos. Además, sus manos quedan libres para poder agarrar, mientras mantiene el cuchillo a su alcance. Al no sentir dolor, esto no lastima a Miles en absoluto. Como líder de los Desvanecedores, Miles lucha con un cuchillo de aluminio. Miles también es relativamente joven, además de rápido y fuerte, lo que le otorga también cierta ventaja en las peleas.

Debilidades

Existen algunas formas principales de contrarrestar las habilidades de Miles. Aparte de seguir matándolo hasta que se le acabe el oro, lo que puede llevar mucho tiempo, el primer modo sería a través de hemalurgia. Si alguien pudiera eliminar su habilidad de quemar y decantar oro con un clavo hemalúrgico, Miles no podría curarse a sí mismo y sus habilidades serían contrarrestadas.[19] Sin embargo, la hemalurgia es casi siempre fatal y durante la época de Miles es básicamente desconocida en Scadrial, por lo que ésta no sería una opción viable. Otra forma fácil de contrarrestar a Miles es, sencillamente, atraparlo. En realidad sus habilidades no admiten muchas capacidades ofensivas, por lo que una vez que Miles ha sido capturado, no hay mucho que pueda hacer para escapar.[8] Sería efectivo también atrapar a Miles con redes,[7] o simplemente retrasarlo hasta que lleguen más efectivos y así con una fuerza abrumadora poder capturarlo físicamente, aunque si lleva consigo una bomba, puede explotar junto con la trampa y luego curarse a sí mismo.[13] Otra forma de derrotar a Miles sería quitarle sus mentes de metal, ya que son lo que le permite estar constantemente decantando salud.[1] No obstante, tiene tantas mentes de metal que para que este método fuera posible habría que capturar a Miles antes. Además, esto no se puede hacer por completo ya que algunas de sus mentes de metal están enterradas en su cuerpo y no se pueden quitar. La última forma sería dispararle con balas de aluminio, ya que la presencia de aluminio en una herida impide la cicatrización por feruquimia hasta que esta se retira.[27]

Historia

Primeros años en los Áridos

Quince años pasé en los Áridos, tratando de proteger a los débiles. ¿Y sabes qué? Nunca mejoró. Todo ese esfuerzo no significó nada. Los niños seguían muriendo, las mujeres continuaban siendo violadas. Un hombre no era suficiente para cambiar las cosas, no con la corrupción que hay aquí en el corazón de la civilización. Si vamos a cambiar las cosas, tenemos que cambiarlas aquí primero.

—Miles Dagouter.[3]

Se sabe poco de la juventud de Miles Dagouter. De adulto, trabajó como vigilante de la ley en Verdadero Madil. Pasó aquel tiempo dando caza a criminales, a menudo inmigrantes que llegaban de la ciudad. Los métodos de Miles eran brutales y mataba a todos los hombres que cazaba si tenía la oportunidad.[7] Fue allí, en los Áridos, donde Miles conoció a Waxillium Ladrian. Los dos hombres no se llevaban bien, pero aun así lograron convertirse en aliados, incluso en amigos.[3] Wax y Miles trabajaron juntos, de manera ocasional, para hacer cumplir la ley,[26] junto con Jon Dedomuerto de Lejano Dorest, y Miles salvó la vida de Wax en múltiples ocasiones.[26] Ayudó a Wax a capturar a Pars el Muerto.[4] Durante este tiempo, la leyenda de Miles creció, pasando a ser conocido como Miles Cienvidas por sus increíbles habilidades curativas, y las historias de sus actos heroicos llegaron incluso a Elendel.[2]

A nadie le importan los Áridos: apenas parecen fijarse en nosotros excepto como el sitio donde depositar su basura.

—Miles sobre los Áridos[4]

Sin embargo, su tiempo en los Áridos le pasó factura a Miles. Vio todo lo que les sucedió a quienes estaban bajo su protección, a pesar de que él daba lo mejor de sí.[3] Miles comenzó a sentir que sus acciones eran insignificantes en comparación con la gran cantidad de crimen que salía de Elendel. Pasó a ver la ciudad como una guarida del crimen y la corrupción. Sentía una gran frustración hacia los líderes de la ciudad, que no hacían nada para ayudar y en ocasiones eran el propio origen de la corrupción. A medida que pasaban los años, los sentimientos de ira de Miles continuaron creciendo hasta que no pudo soportarlo más. Después de quince años de mantener el orden en los Áridos, Miles, desilusionado, decidió que necesitaba cambiar de táctica para ayudar de verdad a la gente de los Áridos.

Líder de los Desvanecedores

Una vez que las injusticias de la ciudad se volvieron demasiado para Miles, se marchó de Verdadero Madil y se dirigió a Elendel. Fue con el objetivo de acabar con el gobierno de la élite rica de Elendel, castigarlos por sus excesos y establecer un nuevo gobierno libre de corrupción.[8] Se desconoce cómo entró en contacto con Edwarn Ladrian o el Grupo, sin embargo lo pusieron a cargo de una banda de ladrones. En algún momento, alcanza el puesto de Ciclo dentro del Grupo, respondiendo ante Edwarn, su Conjunto.[28] También se desconoce cuántos de los objetivos del Grupo conocía Miles, pero este se unió a ellos no porque compartiera los objetivos de la organización, sino para promover sus propios planes de venganza contra la Ciudad.[3] También quería utilizar los bienes que robaba para financiar dichos planes.[8] Sin embargo, Miles no confiaba plenamente en Edwarn y seguía sus movimientos registrando las rutas y horarios del ferrocarril en una vieja caja de puros.[1] Durante este tiempo, Miles descubrió la religión de Edwarn, el trellismo, que veneraba a los nacidos del metal como algo casi divino.[7] Llegó a estar de acuerdo con esta creencia, abandonando la Iglesia del Superviviente para convertirse en trellista.[13]

Miles comenzó entonces a diseñar el concepto de los Desvanecedores, una idea que desarrolló con el paso del tiempo. Miles quería que los robos fueran fantásticos y confusos, que confundieran a todos los que investigasen cómo se llevaban a cabo los crímenes. Diseñó una barcaza llamada la Máquina que tenía una grúa capaz de levantar vagones de tren.[15] La base de sus robos era la misma para todos. Miles y sus hombres creaban un alboroto para detener el tren cerca de un canal y, mientras los ingenieros del tren estaban distraídos, la barcaza de Miles recogería el vagón de tren objetivo de las vías y lo reemplazaría con un vagón de tren idéntico pero vacío. Los Desvanecedores se retirarían y el coche seguiría adelante, sin que nadie hubiese advertido nada.

¿Avergonzado? ¿Avergonzado? ¿De robarles a estos? ¿Después de lo que han hecho ustedes en los Áridos todos estos años? Esto no es vergonzoso. Esto, esto es venganza.

—Miles acerca de la nobleza de Elendel.[14]

Los robos comenzaron con un envío fraudulento de aluminio, camuflado como si fuera lana, perteneciente a la Casa Tekiel. Sin embargo, a medida que continuaban los robos, la visión de Miles de los Desvanecedores comenzó a tomar forma. Para el primer robo utilizaron un árbol caído que detuvo el tren. Más tarde, para aumentar el misterio, Miles instaló un frente falso en un coche de arranque con manivela para que pareciera un tren que se aproxima. Cuando los asustados ingenieros detenían su tren para investigar, tanto el tren fantasma como su carga ya habían desaparecido. A continuación, el Grupo comenzó a pedir a Miles que tomara como rehenes a mujeres de los vagones del tren. Estas mujeres eran específicas, siempre de ciertos linajes conectados con Fantasma, el lord Nacido de la Bruma. Miles y sus hombres también robaron joyas a los pasajeros para financiarse aún más. Sin embargo, la nobleza de Elendel se volvió más cautelosa y dejó de viajar por ferrocarril.[29] Para continuar secuestrando a las mujeres que el Grupo requería, los Desvanecedores tuvieron que expandir el alcance de sus atracos. Después de varios robos, atacaron el teatro Coolerim, robaron a la nobleza y secuestraron a lady Armal.[26]

Limpiaré esta ciudad. Aunque tenga que arrancarle con las uñas su negro corazón.

—Miles acerca de Elendel.[3]

Tras el robo en el teatro Coolerim, Miles eligió el banquete nupcial Yomen-Ostlin, al que asistían Waxillium Ladrian y Wayne, como su próximo objetivo.[30] Participó personalmente en el robo, con una máscara de tela tejida sobre el rostro para ocultar así su identidad. Durante el robo despotricó sobre las injusticias de la ciudad y el maltrato hacia los Áridos. Cuando lord Peterus protestó por el robo y desafió a Miles, éste golpeó a Peterus lastimando su cabeza. Miles ordenó a sus hombres que se apoderasen de los objetos de valor de los asistentes a la fiesta e intentó que sus hombres tomaran a lady Steris Harms y lady Marasi Colms como rehenes para entregarlas a Edwarn Ladrian. Esta acción provocó que Peterus se enfureciese una vez más, llamó a Miles un cobarde y exigió ser tomado como rehén en su lugar. Perdiendo los estribos, Miles le disparó a Peterus en la cabeza para silenciarlo, e indicó a los desvanecedores que ya podían divertirse un poco con los invitados.

Este asesinato y el intento de secuestro incitaron a Wax y Wayne a actuar.[14] Abrieron fuego sobre los desvanecedores, logrando rescatar a Marasi. Miles recibió un disparo de Wax en la cabeza, pero fingió estar muerto para eliminar así cualquier sospecha que Wax pudiera tener y escapar a continuación junto a un puñado de hombres y Steris, a quien todavía tenían como rehén. Sabiendo que Wax lo perseguiría pronto, Miles ordenó a los desvanecedores que recogiesen todo en la base de la fundición de Longard y se trasladaran a otra fundición, una situada bajo el edificio Columna de Hierro, propiedad de Edwarn Ladrian.[3] Este traslado fue un inconveniente para Miles, ya que Edwarn había querido desde el principio que los Desvanecedores se establecieran en la fundición Columna de Hierro, pero Miles había preferido evitar estar bajo la vigilancia constante de Edwarn.

Mientras los desvanecedores montaban todo en el nuevo escondite, Miles se reunió con Edwarn Ladrian para discutir su fracaso durante el banquete nupcial.[3] Edwarn le reprochó a Miles que hubiera perdido los estribos durante el asalto y cuestionó su actitud con respecto a Waxillium. Edwarn se preguntaba si entre Miles y Wax había algún tipo de resentimiento o si Miles era incapaz de matar a Wax. Miles le aseguró que era más que capaz de vérselas con Waxillium y acordó que lo mataría más tarde, ese mismo día. Edwarn también le reveló a Miles que el Grupo había hecho preparativos para un último robo de aluminio del Inexpugnable, el nuevo vagón de carga, imposible de robar, que pertenecía a la Casa Tekiel.

¿Hay alguna duda de que he sido elegido para algo grande? ¿Por qué, si no, tengo este poder, Waxillium? ¿Por qué, si no, seríamos lo que somos? Y, sin embargo, dejamos que otros gobiernen. Los dejamos que destruyan nuestro mundo mientras nosotros no hacemos más que perseguir a criminales insignificantes.

—Miles sobre sus poderes.[7]

Miles se enfrentó a Wax cuando este regresaba de investigar la escena de uno de los robos de trenes en compañía de Wayne y Marasi.[4] Miles esperó a que Wax dejara su vagón en el tren, luego atascó las cerraduras del vagón, atrapando así a Wayne y Marasi antes de atacar a Waxillium. Sin embargo, Wax ya había llegado a la conclusión de que Miles era el líder de los Desvanecedores y estaba preparado para un ataque. Miles siguió a Waxillium hasta el techo del tren, a donde había huido este para sacar a los civiles de la línea de fuego. Se enzarzaron en un tiroteo, aunque Miles se vio desarmado cuando Wax le arrebató sus pistolas de las manos tras unos disparos. Miles, entonces, le habló a Wax e intentó explicar la razón por la que le había dado la espalda a la ciudad, pero Wax lo veía como un simple traidor. Miles logró acercarse y arrojar a Wax del tren, pero este consiguió evitarlo usando un empujón de acero y regresó al tren. La vuelta de Wax pilló por sorpresa a Miles y Wax lo empujó fuera del tren dejándolo a las afueras de Elendel.

Derrotado, Miles regresó a la nueva base, la fundición bajo Columna de Hierro, para reunirse con Edwarn Ladrian.[8] Ladrian expresó su decepción con Miles y le informó que, para su disgusto, su ataque al Inexpugnable sería el último durante los próximos seis meses. Ordenó a Miles que llevara a cabo el robo, abandonara la fundición y pasara los próximos meses centrándose en el reclutamiento. Miles le informó que era probable que Wax interfiriera en el robo y Edwarn le ordenó que matase a Wax aquella noche. Edwarn le dio a Miles dos alomantes para usar como apoyo, una lanzamonedas y un atraedor, y abandonó la ciudad, ya que Waxillium se acercaba al cuartel general de los Desvanecedores.

Captura y ejecución

Yo servía también [a la ley]. Pero ahora sirvo a algo mejor. La esencia de la ley, pero mezclada con justicia de verdad. Una aleación, Wax. Las mejores partes de ambas en una sola. Hago algo mejor que perseguir la escoria enviada desde la ciudad.

—Miles a Wax acerca de su nueva filosofía.[4]

El robo del Inexpugnable por parte de los Desvanecedores se desarrolló sin problemas y sin incidentes, aunque Miles dedujo que Wax se había escondido en aquel mismo vagón.[15] Usando la Máquina, la barcaza de Miles con una grúa, transportaron el Inexpugnable de regreso a Columna de Hierro en Elendel. Miles llevó el vagón a la fundición subterránea, donde usó los motores y la manivela del ascensor eléctrico para abrir la puerta del Inexpugnable. Cuando arrancaron la puerta, Miles descubrió que Wax había adherido dinamita al interior de la misma, la cual detonó en un intento de frenar a Miles y matar a sus hombres. Estos comenzaron a disparar contra Wax, pero fueron interrumpidos cuando Wayne y Marasi abrieron las puertas en el techo de la fundición que conducía al ascensor, exponiendo así al exterior la guarida. Miles y sus hombres hicieron todo lo posible para matar a Wax y Wayne mientras Marasi les disparaba desde arriba.

No me digas que nunca lo sentiste. Trabajabas cada día para arreglar el mundo, Wax. Intentabas acabar con el dolor, la violencia, los robos. No funcionó nunca. Cuantos más hombres abatías, más problemas causaba.

—Miles acerca de la vigilancia de la ley.[4]

Miles intentó razonar con Wax de nuevo, alegando que sus poderes eran divinos y les daba a ambos hombres el derecho a gobernar, pero Wax no prestó atención a sus palabras.[7] Miles hirió gravemente a Wax al sorprenderlo con un cartucho de dinamita, pero gracias a la ayuda de Armonía, Waxillium y sus aliados lograron rescatar a Steris y matar a todos los hombres de Miles, incluidos los alomantes y el desvanecedor más leal de Miles, Tarson.[13] Wax ordenó silenciosamente a Wayne que fuera a buscar más agentes mientras él y Marasi se enfrentaban a Miles. Miles luchó contra Wax en una pelea a puños uno a uno, sin darse cuenta de que Marasi, una pulsadora, estaba quemando cadmio y las horas pasaban fuera de la burbuja. Wax y Marasi lograron mantener a Miles distraído el tiempo suficiente para que Wayne regresara al amanecer con un pequeño ejército de agentes para frenar a Miles y arrestarlo.

Encarcelado, Miles fue llevado a juicio, procesado por un hombre llamado Daius con la ayuda de Marasi. Fue declarado culpable y condenado a ejecución por un pelotón de fusilamiento. Las mentes metálicas de Miles fueron sustraídas y le dispararon varias veces. Miles continuó sacando salud de una última mente de oro oculta, proclamando que todos los que se oponían a él eran tontos. Cuando se vació su última mente de oro, Miles gritó que todos estaban condenados a convertirse en esclavos de los hombres de rojo y dorado, portadores de algún metal final. Miles proclamó por última vez que adoraran a Trell, y luego murió.[1] Estas palabras volvieron a Marasi, quien había acudido a su ejecución, en 348 PC cuando escuchó a otro Ciclo decir algo similar cuando murió, de nuevo cuando otros miembros del Grupo discutían soobre la llegada del ejército de Autonomía, y una última vez cuando vio el ejército por sí misma.[31][32][33]

Legado

La parte más duradera del legado de Miles Dagouter es el Grupo que ha ganado mucho más poder del que alguna vez poseyó. Miles contribuyó al crecimiento del Grupo de varias formas. La primera, y más simple, está en los fondos que proporcionó a la organización. El Grupo tomó una parte de las ganancias de los Desvanecedores para su uso personal, aunque el resto iba para los Desvanecedores.[8] La siguiente forma en que Miles ayudó al Grupo fue su papel en la toma de organizaciones financieras cruciales en la Ciudad, que pertenecían a la Casa Tekiel.[1] Con la compra de las compañías de seguros quebradas por los robos, el Grupo ganó la propiedad de una gran parte del sector financiero. Siempre tuvieron la intención de que se capturara a Miles para que se recuperaran los bienes robados y así no tener que pagar ningún reclamo de seguro. La última y más importante forma en que Miles impactó a la ciudad de Elendel fue en el secuestro de las mujeres de linajes alománticos.[34] Independientemente de los detalles de los planes del Grupo, está claro que las mujeres son muy importantes para lograr sus objetivos a largo plazo. Sin Miles y sus desvanecedores, la captura clandestina de mujeres nobles habría sido mucho más difícil.

Relaciones

Waxillium Ladrian

Ver también: Waxillium Ladrian

¿Sabes, Wax? Solía preguntarme si tendría que enfrentarme a ti. Una parte de mí siempre pensó que tu exceso de compasión lo causaría: pensaba que dejarías marchar a alguien que no lo mereciera. Me preguntaba si tendría una oportunidad de perseguirte por eso.

—Miles a Wax.[4]

Miles Dagouter y Waxillium Ladrian son, tal vez, mucho más similares que diferentes.[3] Comparten un especie de extraño respeto mutuo por el otro, concretamente con sus respectivas habilidades para mantener el orden. Miles es el único otro hombre a parte de Wayne, en el que Wax confia para la vigilancia de Erosión en su ausencia.[26] Aunque Wax está al tanto de parte del odio que profesa Miles a la ciudad, espera que no actue bajo la influencia de dichos sentimientos.[3] Ese reflejo de Miles que ve en sí mismo le asusta. Miles por su parte siente un gran respeto por Wax, particularmente por sus habilidades como nacido del metal.[13]

Conozco a Miles. Sé cómo piensa. Es como yo.

—Waxillium Ladrian.[8]

Miles piensa que Wax es increíblemente peligroso[15] y uno de los mejores hombres del mundo, pero que al regresar a Elendel para asociarse con la nobleza, ha abandonado cualquier derecho que tenga a la protección.[3] Miles también creía que Wax era demasiado blando, siempre se preguntó si algún día tendría que perseguir a Wax por dejar ir a alguien que no debería.[4] Sin embargo, este respeto mutuo no se extendió a una amistad real, ninguno de los dos se sentía particularmente cercano al otro.[8]

Las mentes de Miles y Wax también funcionan de la misma manera. Miles dedujo que la estrategia de Waxillium para atrapar a los Desvanecedores sería esconderse en el vagón del tren que estaban robando simplemente porque conocía muy bien a Wax.[15] Miles está decepcionado con Wax por convertirse en uno de los hombres que, en su opinión, son la causa de todos los problemas en los Áridos.[4]

Wax no es un amigo. Nunca fuimos amigos…, no más de lo que dos reyes rivales puedan serlo. Nos respetamos mutuamente, hacemos trabajos similares y hemos trabajado juntos. Ahí se termina.

—Miles acerca de su relación con Waxillium.[8]

También siente que Wax desperdició su potencial, temeroso de hacerse con el verdadero poder que es su derecho de nacimiento como nacido del metal.[13] Cuando lucha contra Wax, Miles a menudo se vuelve imprudente, dejando de lado su naturaleza normalmente cautelosa en sus intentos de demostrar que sus acciones están justificadas.[3]

En muchos sentidos, Miles y Wax son el mismo hombre que tomó una decisión diferente, eligiendo si estaban dispuestos a trabajar fuera de la ley como si no.[4] Ambos sufren en ocasiones por tener defender la ley, y sienten cierta rabia y celos de que a otros se les permita violar la ley, mientras ellos se ven obligados a hacerla cumplir.[35] Sin embargo, las frustraciones de Miles lo llevan a trabajar al margen de la ley, rechazando al gobierno establecido. Miles mezcla la aplicación de una ley ideal con la ley de justiciero llevada a cabo por él y sus hombres. Wax se niega a tomar cartas en el asunto de esta manera. Este desacuerdo ideológico los lleva a un conflicto que no se puede evitar. Miles cree que, dado que sus caminos se han cruzado, no hay forma de que acabe sino en una confrontación final,[8] la cual Miles ve con buenos ojos.[15]

En última instancia, Miles convence a Wax de que los pobres sí necesitan ayuda, incluso si Wax no está de acuerdo con la forma en que Miles los ayuda.[13] Wax promete a Miles que hará todo lo posible para ayudar a los necesitados.

Wayne

Ver también: Wayne

Llevo mucho tiempo esperando tener una excusa para meterle una bala en la cabeza.

—Miles acerca de Wayne.[4]

Miles y Wayne nunca se han llevado bien.[3] Incluso antes de saber que Miles es el responsable de los Desvanecedores, Wayne se refiere a él como un ser humano terrible.[26] Wayne desprecia la forma en que Miles mata a las personas él mismo en lugar de determinar su culpabilidad o inocencia. Miles, por su parte, considera que Wayne es una pequeña molestia.[4] Miles ha deseado silenciosamente tener la oportunidad de dispararle a Wayne en la cabeza durante mucho tiempo. Wayne no se sorprende al descubrir que Miles es el líder de los Desvanecedores, recordando el odio de este por Elendel.[3] Las acciones de Miles como líder de los Desvanecedores, especialmente el asesinato de lord Peterus, enfurecieron mucho a Wayne.[30]

A pesar de su desdén mutuo, Miles y Wayne tienen cierto respeto por las habilidades del otro. Miles está impresionado por la capacidad de Wayne para evitar ser capturado, afirmando que era más fácil atraerles a él y a Waxillium que cazarlos.[7] Miles también tiene cuidado de separar a Wayne de Wax antes de entablar una pelea con este último, por lo que al menos parece tener cierto respeto por la competencia de Wayne como luchador y representante de la ley.[4] Wayne, por su parte, es muy consciente de lo peligroso que es Miles con sus infinitas habilidades curativas.[3]

Tarson y los Desvanecedores

Ver también: Tarson y los Desvanecedores

De todos ellos, solo Tarson (el querido y brutal Tarson) tenía algo parecido a la verdadera lealtad.

—Miles acerca de Tarson.[8]

La relación de Miles y Tarson era más la de un amo y un sirviente que una amistad entre iguales. Tarson era el desvanecedor más leal a Miles, siguiéndolo por respeto, en lugar de simplemente por dinero.[8] La lealtad de Tarson hace que Miles lo aprecie más que a la mayoría de sus hombres. A pesar del rango de Tarson como segundo al mando de los Desvanecedores, no tuvo mucha iniciativa propia en su papel de liderazgo dentro de la organización. Miles lo mantuvo en un papel de vigilancia,[9] manteniéndolo cerca para tomar rehenes[30] y golpear cualquier cosa que Miles le pidiera.[9] También informaba a Miles los hallazgos de otros desvanecedores, así como de su estado de ánimo.[3] Tarson ayudó a Miles personalmente durante los robos de los Desvanecedores.[30][15] Cuando Waxillium y sus aliados se enfrentaron a Miles en la fundición debajo de Columna de Hierro, Tarson fue el último de los aliados de Miles en morir, siendo disparado por Wax mientras sostenía a Marasi a punta de pistola.[13]

A pesar de su liderazgo en los Desvanecedores, Miles tenía poca lealtad por parte de la mayoría de los otros hombres dentro de su organización. Los hombres lo seguían, no por sentido del deber o porque compartieran sus creencias, sino por temor a él y el deseo de dinero.[3] Miles llegó en una ocasión a dispararse con una escopeta en su propia cabeza para demostrarles que no podían asesinarlo.[8] El pasado de Miles como agente de la ley les preocupa, y cuando pierden ante Waxillium, algunos se preguntan si Miles se había aliado con Ladrian y los había traicionado.[3] Miles no sentía un afecto real por los desvanecedores, para él eran más bien herramientas y no expresaba pesar cuando morían o eran capturados. Miles creía que el hecho de que los desvanecedores trabajen para él los redimía de sus crímenes anteriores. Todavía llevaba su mechero con el símbolo de los vigilantes de Verdadero Madil, a pesar de que incomodaba a los desvanecedores. Miles era el cerebro detrás de la teatralidad de la organización. Quería llamar la atención de la ciudad hacia su causa y atraer a personas con creencias similares a las suyas. A Miles también le encantaba la notoriedad que le aportaban los Desvanecedores: a pesar de que la gente de Elendel lo temía, también lo amaban como nunca lo habían hecho cuando estaba del lado de la ley.[15]

Edwarn Ladrian y el Grupo

Ver también: Edwarn Ladrian y el Grupo

Miles y Edwarn Ladrian eran, en el mejor de los casos, aliados por las circunstancias. Ninguno de los dos apreciaba o confíaba particularmente en el otro. Miles tuvo la visión de los Desvanecedores, y Conjunto lo ayudó a hacer realidad esta visión.[15] A Miles no le gustaba que Edwarn lo observe de cerca,[3] pero a su vez pasaba tiempo rastreando los movimientos de Conjunto.[1] A Edwarn le gustaba Miles porque solía ser cuidadoso en sus acciones, pero el comportamiento errático de Miles al tratar con Wax le hizo cuestionar esta creencia.[3] Edwarn se preguntaba si Miles tenía algún resentimiento con Waxillium desde su época en los Áridos. Tampoco comprendía la obsesión de Miles por crear un aura de misterio en torno a los robos de los Desvanecedores. A Miles, por su parte, no le gustaba que Ladrian fuera parte de la nobleza de Elendel, pero estaba dispuesto a trabajar con él para lograr sus objetivos. Sin embargo, Edwarn era tan poderoso y estaba tan bien conectado que Miles se preguntaba si se había enredado en fuerzas que escapaban a su control. A Edwarn no le gusta tener que vigilar demasiado a sus subordinados, prefiere permitirles que manejen las cosas por su cuenta con una supervisión ocasional,[36] pero las acciones de Miles lo obligaron a asumir un papel más activo.[3] A medida que la confianza de Edwarn en la capacidad de Miles para manejar a Wax flaqueó, asignó a los alomantes Empujón y Tirón para vigilarlo.[8]

Miles no conocía al Grupo particularmente bien. Al Grupo no le gustaba Miles, Edwarn Ladrian tenía que trabajar duro para convencerlos de que era eficaz, a pesar del riesgo potencial que suponía.[8] Edwarn tenía especialmente problemas para convencerlos de que siguieran apoyando a Miles después de la desastrosa redada en la boda de Yomen. Miles no tenía una lealtad real al Grupo, ya que ellos mismos eran parte de la autoridad, pero no estaba seguro de si al final se volvería contra ellos o no. Cuando Miles no logró matar a Wax, el Grupo temió que se estuviera volviendo demasiado conocido y le ordenó esconderse durante seis meses después de su última incursión. Sus robos también ayudaban a financiar al propio Grupo. El Grupo siempre tuvo la intención de que Miles fuera atrapado, y utilizó el colapso del negocio de seguros de la Casa Tekiel para obtener un control adicional de ese sector financiero en la Cuenca Elendel.[1]

Citas

Desarrollo

¿No lo ves? ¿No ves lo importante que es el trabajo que podríamos estar haciendo? ¿No ves que nuestro destino es hacerlo, quizás incluso gobernar? Es casi como… como si nosotros, con los poderes que tenemos, fuéramos divinos.

—Miles a Wax.[7]

Miles fue creado para explorar un punto de vista diferente hacia un personaje como Kelsier. En la trilogía original de Nacidos de la bruma, Kell es uno de los héroes de la historia. Valiente revolucionario, comete cualquier crimen que sea necesario para derrocar al régimen corrupto del Imperio Final, destituir a los responsables y comenzar una nueva era de paz.[37] Miles, por otro lado, quiere todas esas mismas cosas, pero se le presenta como un villano, porque nuestros héroes esta vez están del lado de la autoridad. Kell y Miles tienen métodos, personalidades y objetivos similares, pero uno es un héroe y el otro es un villano. Este es el tipo de ideas con las que Brandon quería jugar en el desarrollo del personaje de Miles.

Este es también otro lugar desde donde Brandon quiere explorar temas sobre cómo actúan los hombres cuando reciben los poderes de los dioses.[16] Este es un tema que él ha tocado con personajes como el lord Legislador, Kelsier, Zane y Fantasma. En la vida real, no hay líneas de sangre superiores, pero en Scadrial, la alomancia y la feruquimia son rasgos heredados, lo que da crédito a la idea de que algunos hombres son mejores que otros. Miles, debido a su invencibilidad, ha llegado a pensar en sí mismo como divino. Brandon un día quiere abordar este tema directamente.

Curiosidades

  • Si Miles de alguna manera se cortara perfectamente por la mitad e intentara curarse a sí mismo, su espíritu elegiría al azar una mitad de su cuerpo de la cual volver a crecer una nueva mitad de su cuerpo.[38]

Notas

  1. a b c d e f g h i j k l Aleación de ley epílogo#
  2. a b Aleación de ley capítulo 10#
  3. a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad ae af ag ah Aleación de ley capítulo 11#
  4. a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad Aleación de ley capítulo 13#
  5. Aleación de ley prólogo#
  6. Aleación de ley capítulo 1#
  7. a b c d e f g h i j k l m n o p Aleación de ley capítulo 18#
  8. a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u v w x y z aa ab ac ad Aleación de ley capítulo 15#
  9. a b c Aleación de ley capítulo 8#
  10. a b Salt Lake City Comic-Con 2014
    Arcanum - 2014-09-04#
  11. Aleación de ley capítulo 14#
  12. Aleación de ley capítulo 12#
  13. a b c d e f g h i j k Aleación de ley capítulo 19#
  14. a b c Aleación de ley capítulo 6#
  15. a b c d e f g h i j k l m Aleación de ley capítulo 17#
  16. a b Anotaciones de Aleación de ley, capítulo 18
    Brandon's website - 30 de noviembre, 2015#
  17. Brazales de Duelo (libro) capítulo 29#
  18. a b c Aleación de ley Ars Arcanum#
  19. a b Shadows of Self Chicago signing
    Arcanum - 2015-10-12#
  20. Starsight Release Party
    Arcanum - 2019-11-26#
  21. Open The Fridge Interview
    Arcanum - 2011-11-16#
  22. Hero of Ages Q&A - Time Waster's Guide
    Arcanum - 2008-10-15#
  23. El Imperio Final (libro) epílogo#
  24. Anotacies de Aleación de ley, capítulo 15
    Brandon's website - 30 de noviembre, 2015#
  25. Sombras de identidad epílogo#
  26. a b c d e f Aleación de ley capítulo 2#
  27. Words of Radiance signing Philadelphia
    Arcanum - 2014-03-21#
  28. El metal perdido capítulo 3#
  29. Aleación de ley capítulo 4#
  30. a b c d Aleación de ley capítulo 5#
  31. El metal perdido capítulo 8#
  32. El metal perdido capítulo 47#
  33. El metal perdido capítulo 60#
  34. Aleación de ley capítulo 7#
  35. Brazales de Duelo (libro) capítulo 5#
  36. Brazales de Duelo (libro) capítulo 18#
  37. Sombras de identidad capítulo 17#
  38. General Reddit 2013
    Arcanum - 2013-02-20#
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