Kuno
| Kuno | |
|---|---|
| Oficio | Fervoroso |
| Residencia | Urithiru |
| Mundo natal | Roshar |
| Universo | Cosmere |
“La mayoría prefiere hacer como si estas personas no existieran. Los envían de un empujón con los fervorosos. Quizá nos consideres insensibles, pero somos los únicos que nos preocupamos. Que lo intentamos. ”
Kuno es un fervoroso en Roshar.[2] Sirve en el Devotario de la Piedad junto a Yara.[1]
Apariencia y personalidad
Kuno es un hombre joven y lleva la cabeza rapada como todos los fervorosos. Tiene mala vista y lleva gafas que limpia con frecuencia.[1]
En su papel en el Devotario de la Piedad, Kuno es algo distraído y generalmente impasible. Sigue las costumbres típicas alezi en cuanto a jerarquía y burocracia. Al principio defiende los métodos del fervor para tratar a los enfermos mentales, pero está dispuesto a admitir que Kaladin tiene una perspicacia que ellos no tienen.[1] Se pone visiblemente nervioso por el castigo de los Fusionados durante la ocupación de Urithiru.[2]
Historia
“Con el debido respeto, brillante señor, deberías dejar las cuestiones médicas a quienes están formados para abordarlas”
Kuno abrió la puerta a Kaladin y Teft cuando llegaron buscando a Noril. Se negó a revelarles información sobre los pacientes hasta que Teft convocó a Phendorana para demostrar que tenían autoridad suficiente. Los llevó a la habitación de Noril tras explicarles que el hombre había intentado suicidarse. Por el camino, defendió al fervor mientras Teft expresaba su incredulidad de que mantener a los pacientes encerrados en la oscuridad sirviese de algo; un descontento Kaladin acosaba a Kuno con preguntas sobre el tratamiento. Tras advertirles de la inestabilidad de Noril, Kuno permitió que ambos entrasen en la habitación para hablar con él.[1]
Cuando Kaladin ayudó a Noril a ponerse en pie para llevarlo fuera y que pudieran hablar, este protestó diciendo que no podía hacer eso. Sin embargo, tembló ante la mirada de Kaladin y se conformó con seguir al pequeño grupo hasta el balcón. Kuno se asombró al ver que Noril hablaba con Kaladin y Teft, y se avergonzó al darse cuenta de que habían tenido razón todo el tiempo. Kaladin lo interrogó sobre lo que les habían enseñado a hacer con las personas con diversas dolencias mentales y Noril confesó que el tratamiento era el mismo: encerrarlos en la oscuridad para evitar la sobreestimulación. Se dio cuenta de que necesitaban hacer algo diferente por el bien de los pacientes, pero le expresó a Kaladin que se necesitaría mucho tiempo y recursos para cambiar las cosas en el fervor. Kaladin pidió que le entregasen a Noril en su lugar y advirtió a Kuno de que volvería a por los demás.[1]
Después de que los Fusionados se apoderasen de Urithiru y Kaladin huyese de ellos con Teft inconsciente, Kaladin se dio cuenta de que el Devotario de la Piedad sería un buen lugar al que acudir en busca de suministros. Kuno estaba leyendo cuando llegó Kaladin; tras reconocerlo, lo llevó a un almacén y dejó que recogiese lo que necesitaba, aunque en el sanatorio no tenían caldo ni armas. Aunque respetaba a Kaladin, Kuno sudaba abundantemente ante la perspectiva de que los Fusionados se enterasen de que estaba ayudando a uno de sus enemigos. Cuando Kaladin aludió a su regreso en busca de más suministros en una fecha posterior, Kuno aceptó nervioso que podía guardar silencio. Kaladin se dio cuenta de que al joven fervoroso le vendría bien una inyección de confianza, así que dejó que Kuno le viese absorber un poco de luz tormentosa antes de marcharse.[2]