Holstep
Holstep | |
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Dominio | Dominio Central |
Nación | Imperio Final |
Mundo | Scadrial |
Universo | Cosmere |
Holstep era una ciudad del Imperio Final en Scadrial.
Geografía
Se encontraba alrededor de una hora al norte del canal de Luth-Davn, y por canal estaba a dos semanas de viaje desde Luthadel con dirección norte.[1] Está cerca de las cuevas de Arguois.[2] Valtroux está a tres días de marcha desde Holstep.[2]
Historia
Bajo órdenes de Yeden, una porción de la rebelión skaa asentada en las cuevas de Arguois atacó la Guarnición de Holstep por la noche. Alrededor de dos mil skaa (incluyendo a Demoux) se negaron a unirse al ataque, creyendo que era un error estratégico. Yeden dirigió a los cinco mil skaa restantes para derrotar a la fuerza más pequeña de Holstep, que contaba con mil hombres, aunque la batalla fue más difícil de lo que había esperado.[2]
Durante la batalla, un mensajero logró huir de Holstep y llegó a la localidad cercana de Valtroux, que envío de forma inmediata a una guarnición de cinco mil soldados. El lord Legislador se enteró del tamaño de la fuerza rebelde y desplegó también a la Guarnición de Luthadel, aunque les llevase más tiempo llegar a Holstep.[1] Ham se enteró estos acontecimientos gracias a Sertes y advirtió a Kelsier, pero era muy tarde para que pudiera ayudar.[1] Aunque el ejército skaa restante consiguió resistirse, estaban agotados por la anterior batalla y la bien entrenada Guarnición de Valtroux los oprimió.[2][3] La Guarnición de Valtroux no tomó prisioneros, y las cabezas de Yeden y los otros oficiales fueron clavadas en lanzas al lado de la carretera, presumiblemente como una advertencia para otros skaa rebeldes.[2] Después de que llegara la Guarnición de Luthadel, relevaron a las tropas de Valtroux y dieron caza a los rebeldes restantes.[3] Los únicos supervivientes skaa fueron el grupo que había decidido permanecer en las cuevas.[2]
La batalla de Holstep supuso un serio contratiempo en los planes de Kelsier para derrocar al lord Legislador. Se culpó a sí mismo por la derrota, y pensó que su propio entusiasmo y la promesa de que contaban con la ayuda de alomantes habían sido el origen del exceso de confianza de Yeden.[2]