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El cielo de Shadesmar es negro como el carbón{{book ref|sa2|7}}, sin luna ni estrellas.{{book ref|sa3|95}}{{book ref|sa4|22}} En el horizonte se asienta un pequeño y frágil,{{book ref|sa4|22}} sol blanco,{{book ref|sa1|45}}{{book ref|sa2|1}} que proporciona la luz suficiente para iluminar las tierras pero no el cielo, a pesar de parecer casi demasiado débil para lograr incluso esto.{{book ref|sa4|22}} El sol no se mueve ni cambia, independientemente de la hora del día o de la distancia recorrida; debido a esto, Shadesmar no tiene ningún ciclo natural de día y noche.{{book ref|sa3|91}}{{book ref|sa3|95}}{{book ref|Sa4|24}} Shadesmar tiene una atmósfera natural con un ambiente respirable debido al aire que penetra en el Cognitivo desde el Reino Físico.{{wob ref|9512}}
Las nubes largas, rectas,{{book ref|sa2|prologue}} y planas{{book ref|sa3|116}} van directamente hacia el sol
Las sombras se comportan de forma extraña en Shadesmar, dependiendo de la fuente de luz que las cree. Las sombras proyectadas por el sol apuntarán hacia él en lugar de alejarse,{{book ref|sa2|7}}{{book ref|sa4|22}} mientras que las proyectadas por el fuego manifestado apuntarán en dirección contraria a la fuente de luz (como ocurriría en el Reino Físico).{{book ref|sa3|97}} Las sombras invertidas ocurren en raras ocasiones en el Reino Físico, y están relacionadas de alguna manera con Shadesmar.{{wob ref|467}}{{book ref|sa2|prologue}}{{book ref|sa2|i|3}}
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