Dechamp
Dechamp | |
---|---|
Fallecido | 342 PC, asesinado por violentos que trabajan para el Grupo[1] |
Oficio | Enterrador |
Residencia | Nueva Seran |
Mundo | Scadrial |
Universo | Cosmere |
Aparece en | Nacidos de la bruma Era 2 |
“Donde más rabia le de. Aquí nadie se queja. Ese es el lema de los enterradores, ¿sabe? «No pasa nada, recuerda que aquí nadie se queja.» ”
—Dechamp[2]
Dechamp es el sepulturero nocturno del cementerio del distrito de Nueva Seran en Scadrial.[2]
Apariencia y personalidad
“Como le gustaba decir a mi abuelo, no compartas nunca la bebida con quien no la haya compartido contigo. ”
—Dechamp[3]
Es un hombre pequeño con una cola de caballo rubia grasienta. Habla en un dialecto informal con un acento rítmico y entrecortado. Es conocido por ser un ladrón de tumbas y, en general, no tiene escrúpulos; está más que dispuesto a aceptar un soborno. Supervisa a un joven ayudante y lo involucra en sus planes.[2][1]
Bebe mucho brandy, incluso mientras trabaja.[3][4] Afila su pala con una piedra de amolar.[2]
Historia
Dechamp trabajaba en el cementerio del distrito de Nueva Seran, donde habían sido enterradas las víctimas de la explosión que hirió a ReLuur. [2] Templeton Fig, el gerente del cementerio, había dado instrucciones a los enterradores para que denunciaran a cualquiera que quisiera investigar una parcela concreta del cementerio.[1]
“Ah, la fama de su integridad lo precede. No hay calle en la que no se hable de ella. Unos y otros ponen su honradez por las nubes, Dechamp. Está en boca de todos.”
—Wayne, a Dechamp[2]
Wayne y Marasi acudieron al cementerio en busca del clavo perdido de ReLuur, sospechando que parte de su cuerpo podría haber sido enterrado con los demás cadáveres. Marasi había identificado a Dechamp como un posible ladrón de tumbas tras notar inconsistencias al revisar sus ingresos bancarios.[5][2] Wayne imitó el acento de Dechamp para intentar ganarse su confianza. Sin embargo, en cuanto Wayne mencionó lo que buscaban, Dechamp llamó a su ayudante y lo envió a "asegurarse de que no les molestaran",[2] lo que en realidad era una frase en clave que le mandaba informar a Fig de las intenciones de Wayne y Marasi.[1]
Después de que Wayne pagara un soborno preliminar, Dechamp tomó su pala y los condujo a la fosa común donde estaban enterradas todas las víctimas de la explosión. Luego les dijo que tomaran asiento y empezó a cavar.[2] Dechamp hizo una pausa para beber de su petaca mientras trabajaba, y se negó a compartir su bebida con Wayne.[3] Momentos después, las balas empezaron a volar cuando un escuadrón de asesinos contratado por el Grupo atacó. Dechamp recibió varias balas en la andanada inicial y murió inmediatamente. Los sicarios intentaron matar a Wayne y a Marasi con dinamita, pero no fue eficaz, y este utilizó su alomancia para acabar con los asaltantes. Los agentes no tardaron en llegar al oír la explosión y detuvieron a los violentos. El ayudante de Dechamp desapareció.[1]
Wayne registró la cabaña de Dechamp en los terrenos del cementerio y encontró un libro de contabilidad que implicaba a todo el personal del cementerio como ladrones de tumbas y también reveló el papel de Fig en el ataque que mató a Dechamp. Wayne también encontró el alijo de alcohol oculto de Dechamp.[1] Posteriormente, Wayne y Marasi utilizaron el cadáver de Dechamp para asustar a Fig y que confirmara su conexión con el Grupo y revelara la ubicación del clavo.[4]