Dalinar Kholin
Dalinar Kholin | |||||||||||||||
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por Exmakina
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Nacido en | ca. ? 1120[1] | ||||||||||||||
Capacidades | Forjador de Vínculos, Antigua Magia, Portador de esquirlada (anteriormente) | ||||||||||||||
Vinculado con | El Padre Tormenta | ||||||||||||||
Títulos | Alto príncipe de Alethkar (anteriormente), Alto Príncipe de la Guerra (anteriormente), Rey de Urithiru[2][3] | ||||||||||||||
Apodos | El Espina Negra | ||||||||||||||
Grupo | Caballeros Radiantes (Forjadores de Vínculos), Ejército de Kholin | ||||||||||||||
Residencia | Kholinar (antiguamente), Los campamentos de guerra alezi (antiguamente), Urithiru | ||||||||||||||
Nacionalidad | de Alezkar | ||||||||||||||
Mundo natal | Roshar | ||||||||||||||
Universo | Cosmere | ||||||||||||||
Presentado en | El camino de los reyes |
“Veo belleza en ti, Dalinar Kholin. Veo a un gran hombre que forcejea contra uno terrible. ”
Dalinar Kholin, también conocido como el Espina Negra, es un miembro alezi de la Orden de los Forjadores de Vínculos, vinculado al Padre Tormenta. Es el rey de Urithiru y el líder de facto de los Caballeros Radiantes refundados.[5]. Es el hermano menor de Gavilar Kholin, y el tío de Elhokar y de la actual reina de Alezkar, Jasnah Kholin. Actualmente está casado con la brillante Navani Kholin, la viuda de Gavilar. Tiene dos hijos, Adolin y Renarin, de su primera esposa, Evi. Antes de renunciar al título y dejar que Adolin ocupe su lugar, Dalinar era el alto príncipe del principado Kholin.
Apariencia y personalidad
Apariencia
Dalinar es un hombre maduro, pero de complexión fuerte, de unos cincuenta años, con un rostro de guerrero que mantiene bien afeitado.[6] Tiene el pelo negro con canas en las sienes, y los ojos azules.[7] A menudo se le describe como lo opuesto a guapo, con numerosos moretones y una cara “desafortunada”. Su nariz se rompió en algún momento durante su juventud y ha estado torcida desde entonces.[8] Tiene muchas cicatrices antiguas en el pecho y los brazos, un recuerdo de cientos de batallas libradas, hasta el punto que sus médicos están preocupados por su capacidad para usar su brazo de la espada.[9] Cuando lleva armadura esquirlada, elige lucirla sin pintar en un color gris pizarra, sin ninguna decoración innecesaria o adorno.[7] Lleva un anillo de zafiro grabado con el glifopar de su casa.[10]
Personalidad
El Espina Negra
“Bueno, soy un hombre de extremos, Navani. Lo descubrí cuando era joven. He aprendido, una y otra vez, que la única forma de controlar esos extremos es dedicar mi vida a algo. ”
—Dalinar [11]
En su juventud, Dalinar era muy adicto a la Emoción, hasta el extremo de recurrir a otras drogas, como el musgoardiente, cuando no era posible.[12] En aquella época, no le importaba nada más que matar, a menudo ignorando la estrategia y las tácticas en el momento de lanzarse a la batalla.[13] Si bien inicialmente buscaba combates equilibrados, con el paso del tiempo la Emoción corrompió ese deseo, hasta el punto en que finalmente Dalinar disfrutaba del asesinato de soldados corrientes, descubriendo que combatir otros portadores de esquirlada era una tarea rutinaria.[14][15] Con el tiempo, Dalinar logra moderar esa exaltación para convertirse en un estratega entusiasta y un experto en logística, aunque sigue conservando el deseo de estar en la primera línea de la pelea hasta el día de hoy.[16] En ese momento, también tenía un sentido del orgullo personal exagerado, dispuesto a castigar a miles de personas por la emboscada que le tendieron un pequeño subconjunto de ellas.[17]
Su naturaleza violenta e iracunda, aunque a menudo intensificada por la Emoción, no se basaba totalmente en ella. Sentía auténtica sed de sangre y odio.[18]
Dalinar seguía ciegamente las órdenes que le daba Gavilar, aunque no entendiera el motivo de las mismas. Por ejemplo, atacó el principado de Yezriar simplemente porque Gavilar se lo ordenó, aunque él personalmente no tenía ni idea de por qué.[14]
La muerte de su esposa, Evi, lo cambia todo. Su enorme culpa hace que Dalinar empiece a beber en exceso, con frecuencia ignorando a su propia familia o actuando de forma hostil con ellos, y haciendo solo las funciones sociales más superficiales.[19] Aunque era algo consciente de lo horriblemente mal que estaba actuando, parecía incapaz de moderarse, incluso tras hacer un esfuerzo consciente.[20][21] No fue hasta la muerte de su hermano y la visita a la Vigilante Nocturna, donde sus recuerdos de Evi y los acontecimientos de la Grieta fueron podados por Cultivación, que logró superarlo todo.[22]
El Forjador de Vínculos
“He pasado demasiado tiempo preocupándome por lo que piensa la gente, Navani. Cuando creí que había llegado mi hora, me di cuenta de que todas mis preocupaciones habían sido en vano. Al final, me resigné por cómo había vivido mi vida. ”
—Dalinar [23]
En la actualidad, Dalinar Kholin es un hombre definido por el deber, que se esfuerza por actuar de forma honorable y honrada.[24] Sin embargo es muy consciente de sus propios defectos a este respecto y de su tendencia hacia el extremo. Busca causas en las que pueda creer y a las que pueda entregarse de lleno, como los Códigos de Guerra Alezi o El camino de los reyes.[11] Considera a este último en particular como una parte significativamente importante de su yo actual, ya que fue el libro que empezó a sanarle tras la muerte de su hermano, y es el libro que constantemente consulta en busca de consejo.[21][25]
Dalinar se considera a sí mismo un soldado y un general sin ningún talento para la política que tiene lugar entre bastidores.[23] Tampoco se cree un hombre inteligente, y admite abiertamente su propia necedad.[26][27] Es inquebrantablemente honesto y directo, y prefiere hablar claro en lugar de involucrarse en una sutil danza diplomática.[28] Tiene la mala costumbre de confiar en las personas, como Torol Sadeas y Amaram, basándose en relaciones previas, incluso llegando a ignorar las señales de alarma más obvias.[29][30]
A Dalinar le preocupan poco los cánones sociales, y considera las opiniones de los demás totalmente irrelevantes para él siempre que no obstaculicen sus acciones.[28][31] Además, empezó a eludir por completo las normas de género de la sociedad a medida que crecía, aprendiendo a leer y escribir; y defendiendo a Renarin de las burlas por su propio fracaso a la hora de cumplir las normas que se esperaban de él, y dándole apoyo.[24][32][33] Después de un tiempo, también se sintió cómodo casándose con Navani debido a su amor mutuo, a pesar de lo que dictaba la tradición vorin sobre casarse con la viuda del hermano de uno.[Falta cita] Es plenamente consciente de que la gente lo ve como un hereje impío por esto, entre otras cosas, pero no le importa y se aferra a sus decisiones y creencias. También es consciente de que el hecho de quebrantar las normas que le impone el sistema hace que la gente se sienta amenazada, pero él sigue adelante.[34][35][36]
Sin embargo, no lleva bien el no tener el control; le angustia la posibilidad de no poder influir en asuntos importantes para él, y tiene la mala costumbre de saltarse la cadena de mando para tomar las riendas de la situación él mismo.[37][38]
Como extensión de esto, al igual que su hermano, tiene tendencia a tratar a las personas, incluso a las que quiere, como si fueran herramientas.[39] Tiende a creer que sabe lo que es mejor para la gente y, por ello, puede llegar a ser bastante autoritario y controlador. Un ejemplo de esta naturaleza controladora puede verse en cómo obliga a Kaladin a retirarse como soldado, ya que cree que es lo mejor para él, dado su creciente trauma, negándose a aceptar un no por respuesta.[40] O en cómo exigió a Renarin que no participara en la lucha contra un abismoide cuando una cacería salió mal, y se enfureció cuando se negó.[41] También se puede ver en cómo cree que algunas personas, como varios altos príncipes alezi, necesitan que se les obligue a hacer lo correcto, que no se puede confiar en que tomen sus propias decisiones.[23][42]
Su total oposición al concepto de democracia es probablemente un reflejo de su naturaleza controladora, de su desconfianza en que otras personas tomen las decisiones correctas o consigan hacer las cosas, y de sus opiniones sobre cuál es el papel de un líder en la sociedad.[43][23][42] Esta naturaleza suya puede encontrarse arraigada en «El camino de los reyes», que utiliza como fundamento de su moral y visión del mundo.[7][21][25] Enseña que un monarca, o cualquier gobernante, proporciona estabilidad y fuerza a su pueblo, que él y sus órdenes son la base firme sobre la que se asienta la sociedad.[44][8]
Otro aspecto de su naturaleza controladora surge de su interpretación de su comportamiento como Espina Negra basado en la falta de control, lo que le lleva a intentar compensarlo con un control permanente. Lo hace porque teme volver a ser la persona que solía ser.[43] Su tendencia a dedicarse en cuerpo y alma a las cosas y a los Ideales es otro método para evitar volver a ser lo que era.[11]
Puede ser algo igualitario en su valoración de los demás, en particular de los soldados, y a menudo ascenderá a los hombres no basándose en el color de sus ojos o su estatus social, sino en la habilidad que demuestren.[14] Esto se extiende más allá del sistema de rangos vorin, ya que Dalinar está dispuesto a dar una oportunidad a personas que normalmente no asocia con la lucha, como parshmenios o mujeres, si considera que sus habilidades son valiosas o si se las recomienda alguien de confianza.[45][46] Sin embargo, esto no significa que esté totalmente libre de prejuicios, y cuando los mundos de la corte y el ejército chocan, a menudo puede acabar volviendo a referirse al orden social establecido, posiblemente sin darse cuenta del todo.[47] Es probable que su respeto por los parshmenios y los parshendi se deba a que en su infancia fue criado por una niñera parshmenia, ya que su madre murió y su padre nunca pudo criarlo.[10]
A pesar de su valoración igualitaria de los demás, tiende a ser racista y crítico con las naciones y culturas extranjeras. Por ejemplo, Tu Bayla, a la que considera un grupo de nómadas de baja estofa, y se enfada si se le describe de manera similar a ellos.[48]
Siente una culpabilidad y un odio hacia sí mismo extremos por varios aspectos de su vida pasada, como la quema de Rathalas y el asesinato de su esposa, que le destrozaron mentalmente hasta el punto de sentar las bases de su cambio de carácter.[21][25] Los recuerdos de esto le atormentaron lo suficiente como para temblar y llorar en la cama cada noche una vez que empezaron a volver a él.[49] Otra cosa que le sigue atormentando es el hecho de que no siguió correctamente los Códigos de Guerra la noche del asesinato de Gavilar, lo que le llevó a culparse a sí mismo de su muerte.[7] Siente que debe admitir honestamente sus errores pasados y asumir toda la responsabilidad por ellos, pues cree que es el primer paso para convertirse en un hombre mejor.[50][51][52][53] También ve la vergüenza y el dolor que experimenta debido a sus acciones como algo primordial, ya que se niega a renunciar a ellos bajo ninguna circunstancia.[54][53]
Debido a esto, siente una gran vergüenza por cómo acudió a la Vigilante Nocturna para eliminar sus recuerdos y así dejar de sentir dolor. Cree que la persona en la que se convirtió debido a eso era una falsedad, una mera pretensión de ser una persona mejor.[49] Su pérdida de memoria, y su vuelta, es un importante factor motivador de su opinión sobre la importancia del dolor y la asunción de responsabilidades, ya que aprendió lo que era perderlos, y por tanto aprendió de su valor.[54][53]
Admite que es un hipócrita, pero cree que a veces un hipócrita es simplemente una persona en proceso de cambio, y siente que esa interpretación se aplica a sí mismo.[55] Cree que sigue experimentando un crecimiento y un cambio importantes, y que aún no ha alcanzado su yo completo.[55]
Sigue los Códigos de Guerra alezi con un fervoroso celo, debido a diversas razones; no cree que se gane siguiendo los códigos, sino que se evita convertirse en aquello que detestan; también siente una profunda culpa por no seguirlos la noche del asesinato de Gavilar, y se culpa a sí mismo de su muerte.[56] Estos códigos han influido profundamente en su forma de dirigir, como su creencia de que un líder nunca debe ordenar a sus seguidores que hagan algo que él mismo no haría.[57] Su creencia en la bondad inherente de los Códigos fue tal que, una vez convertido en el Alto Príncipe de la Guerra, intentó hacer cumplir los Códigos en todos los campamentos de guerra de las Llanuras Quebradas.[23]
“Así que hoy tus hombres y tú os sacrificasteis para comprarme dos mil seiscientas vidas sin precio. Y todo lo que tuve que hacer para reparar la deuda fue una sola espada sin precio. Yo diría que es una ganga.”
—Dalinar a Kaladin[23]
Valora profundamente la vida humana, mucho más que cualquier otra cosa. Este creciente valor de la vida humana en su corazón hizo que su gusto por la batalla disminuyera, y que su sed se reorientara hacia el amor por la caza de grancaparazones.[7] Debido a esta creencia en el valor intrínseco de la vida humana, intercambió a Juramentada por un grupo de esclavos ojos oscuros, y lo consideró una ganga.[23][58] El valor que atribuye a la vida humana, incluso a la de los esclavos ojos oscuros, le ha llevado a negarse a utilizar cuadrillas de los puentes en su ejército durante la Guerra de la Venganza.[59] También hace que la seguridad de los demás sea una de las primeras cosas que se le pasan por la cabeza cuando surge el peligro, incluso antes que su propio bienestar.[41] A pesar de disfrutar con la caza, siente una gran melancolía cada vez que mata animales más grandes y majestuosos, como los abismoides, y cree que existe una conexión intrínseca entre el hombre y las bestias que caza.[60]
Está dispuesto a sacrificar su propia vida por lo que considera una causa digna, como proteger a Elhokar Kholin, lo único que le queda de su hermano, de ser aplastado por un abismoide en una cacería que salió mal.[41]
Es un hombre muy práctico al que no le gustan los trajes extravagantes de encaje y seda, y prefiere uniformes y armaduras más prácticos.[60] Este tipo de atuendos le parecen ridículos y se lamenta de su popularidad en la actualidad. También considera que la armadura queda mejor a los demás.[60] Su deseo de que lo práctico prevalezca sobre lo esencial también le ha llevado a elegir la armadura esquirlada gris en lugar de la pintada de colores llamativos.[41]
En algún momento, tras enterarse de la muerte de Honor y ser excomulgado por la iglesia vorin, llegó a convertirse en adepto del Dios del Más Allá.[40][61]
Atributos y habilidades
Dalinar fue criado en la religión Vorin; su Llamada es ser un líder, y su Gloria elegida es la determinación.[62] En algún momento de su vida, se unió a un devotario laico llamado la Orden de Talenelat.[63] Sin embargo, con el tiempo su fe flaquea y sus visiones le llevan a la conclusión de que el Todopoderoso está muerto. Esto provoca su excomunión de la Iglesia Vorin.[49]
Tiene una memoria excelente y puede citar capítulos enteros de El camino de los reyes sin interrumpirse.[64] A diferencia de la mayoría de los hombres vorin, Navani le ha enseñado a leer y escribir.[65]
Combate
En su juventud, Dalinar Kholin era considerado uno de los más grandes guerreros del mundo moderno, y aunque la actualidad su reputación se ha desvanecido un poco, aún es increíblemente peligroso.[7] A lo largo de su vida, Dalinar ha presenciado todas las facetas de la guerra, desde los combates en campo abierto pasando por la táctica y los asedios.[14][13] Su punto más débil parece ser el combate naval, ya que aunque los alezi no viven en un región sin litoral, no acostumbran a guerrear en el mar.[6]
Durante la mayor parte de su vida, Dalinar ha estado en posesión de una armadura esquirlada, así como de una hoja esquirlada llamada Juramentada y que llegó a sus manos tras matar al alto príncipe Tanalan en el primer asedio a la Grieta.[13] Se le consideraba extremadamente hábil en el uso de ambas.[41] Dicho esto, cerca del final de la Guerra de la Venganza, las abandona. Juramentada se la entrega a Torol Sadeas a cambio de sus hombres del puente esclavizados, mientras que la armadura se la da a Renarin poco después.[23][66]
No puede invocar al Padre Tormenta como hoja esquirlada en circunstancias normales, ya que tiene prohibido hacerlo.[5] En circunstancias extremas y desesperadas, Dalinar es capaz de hacerlo durante un breve periodo de tiempo, pero esto daña su vínculo y parece causarle un gran dolor.[49][67]
Liderazgo
Dalinar es el jefe de la Casa Kholin y como tal tiene autoridad sobre todos los demás miembros de su familia. Su sobrino, Elhokar Kholin y el hijo de este Gavinor, son excepciones, ya que formam parte del linaje real y por lo tanto está por encima y fuera de la autoridad de Dalinar. La familia Kholin está formada por sus hijos Adolin y Renarin, su cuñada y luego esposa Navani, y su sobrina Jasnah. Además de estos, Dalinar tiene una gran familia, pero se desconoce cuánta autoridad tiene sobre ellos.[31] Como alto príncipe, Dalinar posee todas las tierras que pertenecen a su principado.
También está al mando del ejército Kholin, aunque en las batallas, a menudo delega el mando en su hijo mayor. El ejército es numeroso y está bien entrenado, aunque sufre muchas bajas en la Batalla de la Torre.[68] La Guardia de Cobalto y el Puente Cuatro, dos unidades de la guardia de honor dedicadas a proteger al rey y a los Kholin, también forman parte del ejército. Tuvo, en su momento, un grupo de soldados que lo acompañaban a la batalla, la élite de Dalinar, aunque parece haberse disuelto ya durante la Guerra de la Venganza, pero algunos de sus miembros aún luchan para él.
A menudo, la presencia de Dalinar es considerada como muy poderosa, aunque sea de forma inconsciente. En el banquete previo al asesinato de Gavilar, Navani señala que Dalinar parece atraer a su propio grupo de ojos claros, y lo compara con la disposición de los planetas que orbitan alrededor de una estrella, hambrientos y temerosos de su fuego.[69] Cuando se reúne con los altos príncipes en las Llanuras Quebradas, Shallan lo compara con una roca en el momento en el que se levanta, lo que hace que todos dejen de discutir y escuchen lo que tiene que decir.[8]
Visiones
“Yo también supuse que estaba soñando, cuando tuve la primera visión. Cuando siguieron viniendo, me vi obligado a admitir que no hay sueños tan nítidos, tan lógicos. En ningún sueño podríamos estar manteniendo esta conversación. ”
—Dalinar a Fen durante la visión Lluvia de estrellas[70]
Desde que Dalinar empezó a leer El camino de los reyes, ha tenido visiones durante cada alta tormenta. A él, las visiones le parecen reales.[71] Las experimenta en primera persona, pero en las visiones otras personas lo ven como alguien diferente, no como a un extraño. Al final de cada una de ellas, Dalinar escucha la voz de Honor que se dirige a él y le ordena “únelos”. Como las visiones están grabadas, Dalinar no puede comunicarse con Honor.[72]
Mientras Dalinar tiene las visiones, su cuerpo intenta representarlas en la realidad, lo que hace que parezca que tiene ataques y sus palabras son un galimatías, pero en cambio su sensación es que se mueve con normalidad y habla el idioma nativo.[71] Finalmente se revela que el parloteo es canto del alba, una lengua antigua y muerta hace mucho tiempo, lo que demuestra que las visiones son reales.[73]
En la Batalla de Narak, el Padre Tormenta informa a Dalinar que no va a recibir visiones nuevas.[5] Sin embargo, tras convertirse en el Caballero Radiante vinculado al Padre Tormenta, Dalinar puede reproducir a voluntad las visiones anteriores durante las altas tormentas. Incluso puede traer a otras personas para compartir la visión con él, siempre que en ese momento estén dentro de una alta tormenta o en contacto físico con él.[74]
A medida que progresa en convertirse en un Forjador de Vínculos, Dalinar empieza a ser capaz de dar forma a sus visiones y tiene dos experiencias parecidas a visiones de las que el Padre Tormenta niega tener alguna responsabilidad.[75][5][6] La primera tiene lugar justo antes de que se forme su vínculo con el Padre Tormenta y en ella aparece el hogar de su infancia, junto con una calidez envolvente.[5] La segunda ocurre después de que huya de la Emoción en Vedenar y ve a Nohadon cuando va de compras, seguido del ataque de un tronador.[76]
Potenciación
“Tuyo es el poder que una vez blandió Ishar. Antes de ser el Heraldo de la Suerte, lo llamaban Vinculador de Dioses. Fue el fundador del Juramento. Ningún Radiante es capaz de más que tú. Tuyo es el poder de la Conexión, de unir hombres y mundos, mentes y almas. Tus potencias son las más grandiosas de todas, aunque se demostrarán impotentes si pretendes emplearlas solo para la batalla. ”
—El Padre Tormenta sobre las habilidades de Dalinar[77]
Dalinar tiene un vínculo Nahel con el Padre Tormenta, la personificación de las tormentas y de lo divino. Esto lo convierte en un Caballero Radiante de la Orden de los Forjadores de Vínculos. Sus Potencias son la Tensión y la Adhesión. La Adhesión le permite unir objetos entre sí, y la Tensión le otorga al potenciador poder sobre la Interconexión Axial Suave, aunque desconocemos lo que esto implica realmente.
Al igual que el resto de potenciadores, Dalinar puede aspirar o inhalar luz tormentosa, lo que le concede fuerza, velocidad y habilidades curativas sobrehumanas.
Como Forjador de Vínculos, Dalinar puede unir objetos inanimados, lo que le permite restaurar cosas rotas a su forma original. Esta habilidad parece manifestarse cuando Dalinar escucha hablar con él a las piezas rotas, aunque no sabemos si esto sucede cada vez.[78]
También puede Conectar con las personas: al tocarlas, puede adquirir la capacidad de hablar y de entender su lengua nativa, aunque desaparece después de un tiempo.[37] Esta habilidad tiene más consecuencias, pero no es capaz de captar las habilidades de otras personas.[79]
Perpendicularidad de Honor
Dalinar tiene otras habilidades, presuntamente relacionadas con la excepcional relación del Padre Tormenta con Honor. Puede convocar la Perpendicularidad de Honor, lo que le proporciona una forma temporal de moverse entre Roshar y Shadesmar, así como una cantidad prácticamente infinita de luz tormentosa mientras está abierta.[53][80] Fuera de ella, puede recargar esferas y sobrecargar a otros potenciadores con luz tormentosa, aunque no está del todo claro si eso se debe a ser un Forjador de Vínculos o a una habilidad única de él.[24][81]
Historia
Primeros años de vida y la Guerra de Unificación de Alezkar (1120 - 1166)
Infancia
Dalinar nació alrededor de 1120,[1] como el segundo hijo del principado Kholin en Alezkar. Su madre murió cuando él era joven y fue criado por una niñera parshmenia.[82][10] Se llevó mejor con sus abuelos que con su padre, quien murió en algún punto anterior al 1141.[83] En su juventud, Dalinar respetaba profundamente a su hermano mayor Gavilar, y aunque en ocasiones le envidiaba,[62] sigue a su hermano en una guerra para unificar Alezkar bajo el estandarte Kholin.
En su juventud, Dalinar tuvo sentimientos por Navani, pero se dió cuenta que Gavilar también estaba interesado en ella. Por el bien de Gavilar, se hizo a un lado. Más tarde, Navani admite haber tenido sentimientos por él durante esta época, pero como fue Gavilar quien la buscó, ella optó por aceptar su propuesta.
Unificando Alezkar
“Nos paramos a mirar todo esto, el reino, y nos dimos cuenta de que: «Oye, esta gente tiene cosas.» Así que dijimos: «Pues a lo mejor esas cosas deberíamos tenerlas nosotros.» Así que las cogimos. ”
—Opinión de Dalinar sobre la guerra[84]
Dalinar, Gavilar y su amigo Torol Sadeas deseaban unir a los principados alezi diseminados y volver a establecer un verdadero reino. Históricamente, cada alto príncipe había gobernado sus tierras independientemente, y los conflictos entre principados eran muy comunes. Estas disputas entre altos príncipes enfrentados fueron habituales durante siglos. El objetivo de Gavilar era acabar con ello.
Los Kholin empezaron conquistando mediante la fuerza a sus vecinos. Desde el inicio, Dalinar era un terror imparable en el campo de batalla. En algún punto, debido a su fuerte conexión con la Emoción y su propia sed de sangre, Dalinar adquirió la reputación de ser capaz de ganar cualquier combate. Dalinar, por sí mismo, podía despejar de oponentes un campo de batalla, perdido en lo fácil que le resultaba matar.
En los primeros días de la guerra de unificación, Dalinar eligió a su propia élite de soldados, incluso seleccionandolos entre las filas enemigas a las que derrotaba. Un ejemplo recordado de ello fue cuando, durante el combate con el brillante señor Yezriar, un soldado enemigo le disparó enormes flechas negras. A pesar de que las heridas que sufría eran graves, Dalinar estaba tan impresionado por la distancia a la que el arquero había conseguido alcanzarlo, que lo persiguió. Este arquero era Teleb, y Dalinar lo reclutó en el acto. Estas flechas negras con las que Teleb alcanza a Dalinar son el origen de su famoso apodo Espina Negra.[14]
Durante el siguiente año, Dalinar gana sus propias esquirladas. Consiguió su armadura en un combate que implicó lanzar a un hombre por un acantilado. La armadura aún era nueva para él cuando la guerra los llevó a Rathalas, también conocida como la Grieta, donde gobernaba el brillante señor Tanalan. Dalinar sabía que Tanalan tenía una hoja esquirlada, y durante la batalla que tuvo lugar, Dalinar fue directamente a por Tanalan, para matarlo y obtener su hoja. Y, aunque consigue derrotarlo, sus hombres se llevan su cuerpo antes de que la esquirlada se manifieste. Dalinar rastrea entonces el lugar al que se han llevado a Tanalan, y encuentra allí a su viuda y a su hijo pequeño sosteniendo la hoja esquirlada. Dalinar se hace con la espada, pero no es capaz de matar a la familia de Tanalan. Tras la batalla, Gavilar le cuenta a Dalinar que la espada que acaba de ganar es Juramentada, la misma que perteneció a Sadees el Hacedor de Soles, un legendario conquistador alezi.[13]
Un año más tarde, la guerra ha empezado a ralentizarse y los Kholin buscan aliados. Dirigen su atención hacia Rira e Iri. Negocian con Toh, un brillante señor occidental y Evi, su hermana. Durante uno de sus primeros encuentros, Dalinar los impresiona paseando en medio de una alta tormenta como si nada y evitando el asesinato de su hermano con una actitud distraída.[84]
Dos años después de esto, la guerra aún seguía en marcha. Dalinar y Evi estaban comprometidos, pero aún no se habían casado. Dalinar lidera el ataque contra el alto príncipe Kalanor, con la intención de ganar las esquirladas que Kalanor tiene en su poder. Durante la batalla, Dalinar se queda tan atrapado por la Emoción que no se da cuenta que ha matado a hombres Kholin. Dalinar mata a Kalanor, consiguiendo así sus esquirladas, pero la Emoción era tan fuerte que cuando Gavilar se le acerca, Dalinar va tras su hermano con la intención de matarlo. Solo cuando Gavilar se quita el yelmo y le sonríe, Dalinar es capaz de sacudirse la sensación de encima. Profundamente avergonzado de sí mismo, Dalinar le regala las esquirladas que acaba de conseguir a Gavilar, jurándose a sí mismo que nunca debe ser rey.[15]
Etapa matrimonial
Cinco años más tarde, la guerra ha terminado oficialmente pero la lucha no. Evi estaba embarazada de su primer hijo, pero su relación era tensa por la sed de sangre de Dalinar y el horror que sentía Evi ante esto. Gavilar ha recibido una petición de Rathalas, en la que le piden a Dalinar que devuelva la hoja esquirlada al heredero. A pesar de que Gavilar estaba molesto con Dalinar por no haberse encargado del heredero de Tanalan, Evi se alegró de descubrir que su esposo le había perdonado la vida tantos años atrás. Dalinar se alegró por partida doble: por haber complacido a Evi y también ante la noticia de una rebelión en la Grieta; ya que si iban a rebelarse, él tendría la oportunidad de luchar.[85]
Pero un año más tarde, Dalinar seguía a salvo en Kholinar. Su desasosiego le ha llevado a consumir musgoardiente y a desfigurar contrincantes en peleas de taberna. Durante un combate de lucha libre, Dalinar es informado de que Evi está de parto. Él se apresura a reunirse con ella, pero llega cuando su hijo ya ha nacido. Dalinar se ve tan lleno de alegría la primera vez que conoce a su hijo que se encuentra rodeado de glorispren. Lo llama Adolin, “nacido para la luz”, y expresa el deseo de que su hijo tenga la fuerza de su padre, pero también la compasión de su madre.[12]
“Ojalá tengas la fuerza de tu padre, y por lo menos un poco de la compasión de tu madre, pequeño.”
—Pensamientos de Dalinar la primera vez que coge en brazos a Adolin[12]
Gavilar está presente en el nacimiento de Adolin, pero le trae malas noticias a Dalinar. No ha sido capaz de contener la situación en Rathalas. Sin embargo, ha decidido no enviar a Dalinar a luchar allí, quiere que vaya a la frontera de Alezkar para luchar contra los herdazianos y los veden, como un acto de demostración de la fuerza Kholin.[12] Dalinar combate durante cuatro años a los herdazianos, garantizando la seguridad de la frontera de Alezkar y adquiriendo experiencia en el liderazgo y capacidad para igualar su destreza personal en combate, llegando a ser conocido como el mejor general de su hermano. Lamentablemente, durante este período el principado de Rathalas todavía no se ha rendido. Evi lleva a Adolin y a su segundo hijo, Renarin, al frente de batalla. Es la primera vez que Dalinar conoce a Renarin y no le gusta enterarse del significado del nombre elegido para él: “parecido a uno que nació para sí mismo”. Evi le recuerda que no ha contestado a muchos de sus mensajes por vinculacaña y que podría haber tenido voz en el nombre de Renarin si hubiera querido. A Dalinar le molesta que tanto tiempo después del fin de la batalla, incluso cuando interacciona con su familia, la Emoción tarde tanto en desaparecer.[16]
Dalinar pasó aún más años luchando contra los veden. Cuando Adolin se fue acercando a la adolescencia, a Dalinar le complació que lo acompañara en las largas campañas y se convirtió de alguna forma en un hombre más sabio y amable, en un intento de ser un buen modelo para su hijo. Dalinar estaba instruyendo a su hijo en tácticas de batalla cuando Evi llega con una carta de Gavilar. Dalinar adivina el contenido de la misma antes de que Evi termine de leerla: Gavilar lo envía a la Grieta. La rebelión en Rathalas está más arraigada que nunca y Gavilar se ha quedado sin opciones. Dalinar, complacido con la noticia, le dice a Evi que duda que jamás vayan a instalarse en Kholinar otra vez. Evi, desconsolada, llora ante la idea de no volver a tener una vida libre de guerra y muerte. A pesar de seguir molestos entre sí, Dalinar le promete a Evi pasar al menos un año en Kholinar una vez sofocada la rebelión en la Grieta.[86]
La Grieta
Tras un examen de conciencia y con el deseo de evitar sufrimiento a su mujer, Dalinar se acerca en persona a los líderes de la Grieta, y habla con el joven Tanalan, el chico al que le perdonó la vida y que ahora es el brillante señor de la Grieta. Aunque la actitud del chico es hostil, Tanalan escucha la clara evaluación que hace Dalinar de la situación: los rebeldes no van a salir victoriosos, e incluso considera la oferta de Dalinar de un duelo entre ellos. Tanalan informa a Dalinar que Sadeas está trabajando en su contra y Dalinar le promete el título de alto príncipe a cambio, mientras ambos inventan una tapadera que les permita salvar los muebles y poder proclamar que ha sido una victoria política. Dalinar se apresura a seguir la dirección que le ha indicado Tanalan, la que presuntamente han tomado los hombres de Sadeas para esconderse, y se marcha satisfecho de haber resuelto el conflicto de forma pacífica, sabiendo que haría feliz a Evi.[4]
Dalinar y sus hombres se acercan a la caverna en la que los hombres de Sadeas están trabajando, pero se da cuenta que no tiene ningún sentido que los traidores exhiban los colores de su casa. Se da cuenta de que es una trampa cuando ya los tiene encima. Tanalan le había mentido. Los rebeldes de Rathalas provocan un deslizamiento de tierra que acaba con la vida de todos los hombres Kholin que le acompañaban, y aunque gravemente herido, Dalinar sobrevive.
“Pretendo arrasar tan a conciencia este lugar que durante diez generaciones, nadie se atreverá a construir aquí por miedo a los espíritus que lo acosarán. Haremos una pira de esta ciudad, y no habrá sollozos por su pérdida, pues no quedará nadie para sollozar.”
—Dalinar planeando su venganza contra Rathalas[87]
A pesar de sus heridas, el deseo de venganza por la traición de Tanalan impulsa a Dalinar hacia adelante, con la Emoción ardiendo en él como nunca antes. Masacra a los rebeldes que le tienden una emboscada, sin llegar a ser consciente del salvajismo con el que los ha matado. Medio muerto, consigue arrastrarse hasta el campamento Kholin en un estado tal de ira que su llegada provoca miedospren en Evi cuando lo ve llegar. Ella mantiene que deben tomarse unos días para llegar a una solución pacífica, pero Sadeas expresa mejor lo que Dalinar siente: la Grieta debe ser castigada. Dalinar ordena que los moldeadores de almas produzcan aceite, y envía a Evi lejos de allí. Promete destruir Rathalas tan profundamente que nadie pueda reconstruir la ciudad durante generaciones, hacer una pira con ella y que nadie pueda llorar por la ciudad porque todos estarán muertos.[87]
La Emoción no deja dormir a Dalinar hasta el asalto a la ciudad de Rathalas. Un grupo de mensajeros sale de la ciudad con una bandera de tregua, pero Dalinar ordena disparar flechas para matarlos antes de que pudieran llegar al campamento. Dalinar ordena que el ataque se lleve a cabo durante la noche. Con el aceite que han obtenido con el moldeador de almas, Dalinar, Sadeas y sus fuerzas empiezan a quemar Rathalas. Cuando prácticamente toda la ciudad está en llamas, Dalinar ordena a sus hombres entrar. Mientras todo esto ocurría, Dalinar hacía un esfuerzo sincero por mantener a raya a la Emoción, sabiendo que si disfrutaba de este acto de venganza perdería la última astilla de decencia que le quedaba.
Tras atravesar toda la ciudad, Dalinar al fin se encuentra cara a cara con Tanalan. El chico suplica por las vidas de su familia, pero la respuesta de Dalinar es clara: “Yo soy un animal”. Le explica que como animal que es, se ha visto empujado a ser salvaje, y que una vez pasa eso, no hay vuelta atrás. Se niega a perdonar la vida de la familia de Tanalan. Mientras Tanalan llora por la destrucción del palacio y de la ciudad, y sabiendo que su familia acaba de morir, Dalinar se pregunta porqué la Emoción aún no está satisfecha ante tanta destrucción.
“Ella ha venido a nosotros. Para suplicar. ¿Cómo puedes no haberte dado cuenta? ¿Tan mal supervisas a tu propia familia? Ese agujero que has quemado...ya no lo usamos para ocultarnos. Lo sabe todo el mundo. Ahora es una cárcel.”
—Últimas palabras de Tanalan a Dalinar.[17]
Su ira se reaviva contra Tanalan, y Dalinar le dice que al menos esta vez no se ha escondido en el escondrijo secreto que la familia de Tanalan ha utilizado en otras ocasiones, porque lo han quemado. Tanalan empieza entonces a reír frenéticamente y le cuenta a Dalinar que allí estaba Evi. Le explica que Evi acudió a ellos para pedirles que se rindieran y poder ser así perdonados. Pero Tanalan capturó a Evi como rehén, y envió mensajeros a Dalinar para informarle de ello, los mismos mensajeros a los que Dalinar había ordenado matar sin reunirse con ellos. Evi había muerto allí. Ante esto, Dalinar estrangula a Tanalan hasta la muerte, pero éste muere con una sonrisa en la boca. Observando el infierno en el que se ha convertido Rathalas, sus propias palabras acerca de ser una animal salvaje le vuelven a la mente. Ya es imposible acceder a la ciudad, y sus propios hombres son los que lo apartan.
Seis horas más tarde, han recuperado el cadáver de Evi de dónde Tanalan les había indicado. Aunque la impresión es que Evi había desertado, Dalinar se asegura que nadie la llamará traidora. Dalinar se niega a reconocer ante sí mismo la responsabilidad que tiene en el suceso. Le cuenta a todo el mundo presente en la tienda del campamento que Evi ha muerto como una heroína, y que él ha quemado la Grieta como venganza.[17]
Años más tarde, la reacción de Dalinar ante los recuerdos de lo ocurrido en la Grieta ha sido entregarse a la bebida. Desde el primer momento hasta muchos años después, Dainar puede oír los gritos de Evi y de las personas de Rathlas, ardiendo.[19] Su dependencia por el alcohol es grave, llegando al extremo que su familia esconde las botellas de él, y se ve obligado a pedir alcohol a extraños.
El cambio de Gavilar y el descubrimiento de los parshendi
En los años posteriores a la reunificación de Alezkar, Gavilar empieza a perder la sed de batalla. Ha empezado a leer un libro llamado El camino de los reyes, y está intentando convencer a Dalinar y a los otros altos príncipes de ser pacíficos y seguir los Códigos de Guerra Alezi.[62] Al igual que el resto de altos príncipes, Dalinar se resiste a las ideas de su hermano, considerándolas difíciles de aceptar y extrañas, incluso anti-alezi. En un intento de cambiar las ideas de Gavilar, Dalinar le propone ir en expedición a la caza de un abismoide. Hace esta sugerencia con la esperanza de recordarle a Gavilar los buenos tiempos de su juventud y de reavivar el espíritu de lucha de su hermano.[44]
En 1166, Dalinar y Gavilar emprenden su expedición. En un bosque que no sale en los mapas al sur de las Llanuras Quebradas, Dalinar se topa con una patrulla parshendi. Al principio, sin creerse que sean simples parshmenios actuando como una sociedad civilizada, Dalinar acepta rápidamente que los parshendi son inteligentes y organizados, a diferencia de sus primos los parshmenios. Dalinar lleva a Gavilar a conocerlos, y en el transcurso de pocos días, alezi y parshendi pueden comunicarse bien.[44]
El encuentro con los parshendi tiene lugar diez años después de los acontecimientos de la Grieta, y Dalinar aún es un alcohólico. Al volver a Kholinar, Dalinar se da cuenta que durante la expedición se ha sentido más él mismo que en la última década. Sus problemas con el alcohol le han provocado ataques de ira y un distanciamiento emocional con sus hijos, Adolin y Renarin, que han crecido bastante durante este tiempo. Aunque sentía, especialmente, una falta de conexión con Adolin, es su hijo menor quien consigue conectar con él. Renarin se abre paso con su inquebrantable amor hacia Dalinar, y consigue que él se de cuenta que necesita dejar de odiar a sus hijos por hacerle extrañar a Evi.[20]
Guerra de la Venganza (1167 – 1173)
La muerte de Gavilar y la transformación de Dalinar
“Hermano, sigue los Códigos esta noche. Hay algo extraño en los vientos. ”
—Últimas palabras de Gavilar[21]
Un año más tarde, en 1167, los parshendi han firmado un tratado formal con Alezkar en la capital alezi de Kholinar. A las pocas horas de firmar el tratado, los parshendi envían a Szeth, el Asesino de Blanco, a asesinar a Gavilar. Mientras el rey alezi era aniquilado en medio del festín, Dalinar estaba completamente borracho, inconsciente e incapaz de ayudar.[88][60] Incluso después de tanto tiempo, Dalinar sigue luchando con el alcoholismo, aunque no había perdido las formas con sus hijos desde que Renarin se le acercó.[21] Hacía todo lo posible por encontrar alcohol a pesar de los esfuerzos de quienes le rodeaban.[69] Las últimas palabras de Gavilar fueron escritas junto a su cuerpo, estaban dirigidas a Dalinar y le decía que debía encontrar las palabras más importantes que puede pronunciar un hombre. Dalinar reconoce la cita de El camino de los reyes.[21]
“Evi había dicho que la Antigua Magia podía transformar un hombre. Ya iba siendo hora de que Dalinar empezara a confiar en ella.”
—Dalinar decidiendo viajar al Valle[21]
En el funeral de Gavilar, Elhokar jura venganza contra los parshendi en nombre de todos los alezi. Dalinar se alegra de que esto pueda suponer la unión de todo el pueblo alezi, en espíritu al menos. Le pide a Adolin que jure el Pacto de la Venganza en nombre de la casa Kholin, y él deambula en busca de bebida. En ello está cuando escucha las palabras de El camino de los reyes en los pasillos. Cuando sigue el rastro de la voz, se encuentra con su sobrina Jasnah leyendo el libro. A pesar de seguir desesperado por beber algo, se sienta junto a ella y le pide que continúe leyendo. Ella lee el libro para él, desde el principio hasta el final. Cuando termina, se abrazan y ella se marcha.[21]
Adolin encuentra a Dalinar momentos después, y le pregunta por las fuerzas Kholin que deben enviar a las Llanuras Quebradas. Dalinar decide en ese mismo momento que necesita ser un mejor hombre. Le dice a Adolin que ha sido un mal padre, pero que está muy orgulloso de sus hijos. Dalinar establece un plan para poder partir hacia las Llanuras Quebradas separado de las otras fuerzas, y que al sufrir un retraso a nadie le extrañe.[21]
“
Al hacer esto, lo proveo a él de un arma. Peligrosa, muy peligrosa. Y sin embargo, todas las cosas deben cultivarse. Lo que me llevo de ti volverá a crecer en algún momento. Eso forma parte del precio.Me hará bien poseer una parte de ti, aunque en última instancia termines siendo suyo. Siempre estuviste impelido a venir a mí. Yo controlo todo lo que se puede hacer crecer, todo lo que se puede nutrir.
Eso incluye las espinas.”
—Cultivación explicando su plan a Dalinar[22]
En su camino independiente hacia las Llanuras Quebradas, visita a la Vigilante Nocturna. La Emoción estaba ausente. Mientras se acercaba, volvió a experimentar visiones de Rathalas en llamas, y de su gente chillando, más reales que nunca desde esa noche. Le asaltan más visiones de él matando a los parshendi, matando a Elhokar y tomando el trono para sí mismo, invadiendo otras regiones y convirtiéndose en un emperador. Sabe que ese es su futuro. [22]
Finalmente, la Vigilante Nocturna se le acerca y le pregunta qué puede querer de ella el Hijo de Honor y el Hijo de Odium. Él le pregunta si alguna vez podrá ser perdonado. La Vigilante Nocturna se agita, ya que no es una petición que ella pueda satisfacer, pero otro ser empieza a aproximarse. Una mujer de piel castaña y con un vestido marrón, cuya complexión recuerda la de una matrona, y que llama a la Vigilante Nocturna “niña”, le ordena a Dalinar que se dirija a ella.[22]
Aunque al principio, parece que la mujer rechazará su petición, diciéndole que busque a Honor en su lugar, Dalinar insiste. Ella le dice que no va a cambiarlo, sino que va a podarlo. Pero el precio va a ser alto. Y le avisa que también tendrá que llevarse a Evi. Dalinar acepta los términos. [22]
Después, Dalinar se encuentra fuera, incapaz de recordar los detalles de su acuerdo. No podía haberse imaginado que, entre todas las cosas, pediría el perdón y, en retrospectiva, encuentra estúpida la idea de haber acudido a la Vigilante Nocturna. Asume que ha pedido y se le ha concedido la bendición de la paz. En ese mismo momento decide dejar la bebida, y dejar de lamentarse. Y decide seguir los Códigos de Guerra Alezi; falló en seguir los Códigos y el precio fue la muerte de su hermano. Pide que le traigan una copia de El camino de los reyes mientras se dirige hacia las Llanuras Quebradas.[22]
La guerra contra los parshendi
Al principio, Dalinar se lanza a la lucha contra los parshendi con abandono, gobernado por su culpa. Pero a medida que su dolor se desvanece, también lo hace su sed de batalla y guerra. Dalinar y el campamento de guerra Kholin siguen los Códigos cuando ningún otro alto príncipe alezi lo hace. Se dedica a estudiar las palabras de Nohadon, el autor de El camino de los reyes, convencido de que debe convertirse en un ejemplo para Alezkar y conducirlos hacia la paz y el honor.
Simultáneamente, Dalinar empieza a tener ataques durante cada alta tormenta. Durante estos episodios, Dalinar pierde conciencia de lo que le rodea, teniendo visiones del pasado como si las estuviera protagonizando él mismo. Las visiones parecían enviadas por el Todopoderoso,[7] impulsando a Dalinar a creer que dios le estaba diciendo que uniera a los altos príncipes alezi. En la mayoría de las visiones, aparecen los Caballeros Radiantes. El solo hecho de perder la conciencia de lo que le rodea ya le asusta lo suficiente, pero además, ver a los Radiantes como héroes inquieta a Dalinar y a su familia. Los Kholin mantienen a Dalinar aislado durante las altas tormentas, para evitar que alguien lo vea durante uno de sus ataques.
Los hombres empiezan a hablar de Dalinar de la misma forma que habían hablado durante los últimos tiempos de la vida de Gavilar, es decir, que se estaba volviendo débil a pesar de la reputación que tenía como el Espina Negra, de ser una terrible fuerza en el campo de batalla. Los rumores de su locura durante las tormentas junto con su extraña obsesión por seguir las enseñanzas de El camino de los reyes llevaron a Dalinar a perder respeto e influencia entre sus iguales.
La guerra cambia
La batalla contra los parshendi es la primera vez que Dalinar recuerda perder la Emoción.[10] Esta pérdida de la Emoción es lo que le lleva a plantearse el motivo de su lucha en esa guerra y qué métodos alternativos podían resolver la disputa de los alezi con los parshendi con mejores resultados. Los altos príncipes ven el deseo de Dalinar de resolver el conflicto de una forma más pacífica como un signo de debilidad, en lugar de sabiduría, así que se guarda estas preguntas para sí mismo.
Dalinar se siente muy frustrado con la guerra en las Llanuras Quebradas, ya que las prioridades de los altos príncipes han cambiado: han pasado de buscar venganza contra los parshendi a competir entre ellos por las gemas corazón para aumentar sus riquezas. Dalinar se da cuenta que la guerra se ha convertido en un juego para los altos príncipes y se esfuerza por unirlos. Por este motivo, quiere ser Alto Príncipe de la Guerra.[62] A pesar de los sentimientos encontrados que le produce su estancia en las Llanuras Quebradas, Dalinar está dedicado a Elhokar y a la nación de Alezkar por encima de todo. Aunque Dalinar raramente acudía a las cacerías, en 1173 decide acompañar a Elhokar y Sadeas. Elhokar se las apaña para provocar a Dalinar con una carrera, y por el bien de su sobrino, Dalinar le deja ganar.[7]
Adolin se asombra por ello, y Dalinar le explica que es importante levantar el ánimo de Elhokar y apoyarlo incluso en las pequeñas cosas. Las pequeñas victorias ayudarían a Elhokar a sentirse más como un rey y aumentar su confianza y reputación lo convertirían en un mejor rey. Adolin se queda impresionado ante la lógica que Dalinar despliega, pero inmediatamente se horroriza al escuchar el deseo de Dalinar de ver a los alezi de vuelta en Alezkar. Adolin se muestra sorprendido y molesto por esta idea, incluso cuando Dalinar le expresa sus preocupación por la situación en su hogar, ya que han estado lejos durante mucho tiempo. Adolin ya estaba preocupado por la salud mental de su padre,[89] pero en el momento en que Dalinar empieza a tomar decisiones importantes basándose en sus visiones, como por ejemplo querer abandonar las Llanuras Quebradas, Adolin se cuestiona el sentido común de confiar en sueños, especialmente en unos sueños blasfemos. Dalinar mantiene que las visiones son reales y afianza su determinación en querer unir a los altos príncipes alezi.
En lo alto de una meseta, son sorprendidos por un abismoide y Dalinar le salva la vida a Elhokar. Sirve como recordatorio para los ejércitos de la fuerza de Dalinar, pero no dura mucho tiempo. Después del combate, Elhokar le muestra a Dalinar una correa cortada de su silla de montar y le pide que la observe. Elhokar sospecha que ha sido obra de asesinos, pero aunque en opinión de Dalinar Elhokar está paranoico, acepta investigar los hechos, para disipar así los temores del rey. Se lleva a Adolin a comprobar el corte en la correa, pero no obtienen resultados concluyentes. Dalinar le dice a Elhokar que los hechos no están nada claros y que está siendo un exagerado, pero Elhokar cree firmemente que alguien está intentando acabar con su vida.
Dalinar aún no ha averiguado a qué se refería Gavilar con sus última palabras, cuando le dijo que debía encontrar las palabras más importantes que un hombre puede pronunciar.[60]
Los intentos de acercamiento de Dalinar
Dalinar y Sadeas trabajan conjuntamente para forzar a otro alto príncipe, Vamah, a usar los moldeadores de almas del rey, asegurándose así que Vamah dependa de los recursos de Elhokar para permanecer en la guerra. Aunque Adolin sospecha de Sadeas, que podía llegar a ser desagradable en muchas ocasiones, Dalinar mantiene su fe en que la máxima prioridad de Sadeas es el bien de Alezkar, de la misma forma que lo es para él. Era en estas situaciones en las que Dalinar sabía que podía confiar en Sadeas para lograr su objetivo de unir a los altos príncipes. Dalinar continúa intentando convencer, o manipular, a los otros altos príncipes para que sigan a Elhokar. [expandir]
Dalinar le promete a Renarin que le dará una armadura esquirlada tan pronto como tenga una para él.
Le propone a Elhokar retirarse de las Llanuras Quebradas. Al igual que Adolin, Elhokar se muestra horrorizado ante la sugerencia y se muestra alarmado por los pensamientos de su tío. Dalinar cambia de táctica, afirmando que ya han desperdiciado mucho tiempo en las Llanuras y que necesitan una nueva estrategia para derrotar a los parshendi. Le pide a Elhokar que lo nombre Alto Príncipe de la Guerra, para así tener poder en los otros campamentos de guerra. Elhokar se niega a concederle el título a menos que Dalinar pueda demostrar que los otros altos príncipes son capaces de trabajar conjuntamente de forma productiva.[62]
Adolin le cuenta a Dalinar que la correa de la silla de montar de Elhokar si fue cortada, pero no estaba claro si había sido un accidente o no. Deciden que Elhokar está actuando de forma paranoica, pero que no pueden descartar del todo sus sospechas. Por primera vez, Dalinar tiene un ataque delante de sus hombres, una visión en la que conoce a una pareja de Caballeros Radiantes, pero se niega a sentirse avergonzado. Afirma que es mucho mejor que sus hombres lo vean por sí mismos en lugar de creer en rumores. Casi inmediatamente después de esto, Elhokar declara públicamente que existe un complot para acabar con su vida, basándose en la evidencia de la correa cortada, y nombra a Sadeas Alto Príncipe de Información para que investigue a los asesinos. Esto le confiere a Sadeas tanto poder como el que Dalinar hubiera tenido como Alto Príncipe de la Guerra; se trata de un desaire directo de Elhokar por negarse a tomar en serio el atentado contra su vida.[90]
Las primeras propuestas de colaboración de Dalinar a otros altos príncipes son rechazadas. Adolin está molesto por lo que acaba de suceder y cree que Sadeas va a intentar alguna cosa. Discute con Dalinar y le dice que las visiones no tienen ningún sentido. En cambio, Dalinar acude a una lectura de El camino de los reyes, y se pregunta si Adolin no tendrá algo de razón. La lectura es interrumpida por el avistamiento de un abismoide. Por una vez, Dalinar accede a perseguirlo, y Adolin consigue recuperar la gema corazón. Dalinar mira hacia el este desde su meseta y ve a un parshendi con armadura esquirlada.
Más tarde, se entera que ocho de los altos príncipes se han negado a realizar un asalto conjunto con él, dejándole solo la opción de asociarse con Sadeas. Dalinar está preocupado por su fracaso en este sentido, y por los cambios que está experimentando él mismo. Le confía sus sentimientos a Navani, que ha llegado hace poco a las Llanuras, y le confiesa que va a abdicar a favor de Adolin. Ella se muestra en desacuerdo, y le anima a mantener el rumbo.[44]
Poco después, pasa otra alta tormenta, y tiene una visión mientras Navani está presente. En esta visión, conoce a Nohadon y se pregunta por qué el autor de un libro que promueve un camino de paz mantiene ahora que la espada es la única opción. Cuando vuelve a la realidad, Navani demuestra que sus visiones son reales, ya que reconoce que lo que Dalinar ha estado hablando durante sus visiones es Canto del alba, una lengua muerta hace mucho tiempo que Dalinar no ha podido aprender antes.[91] Saber que las visiones son reales refuerza la confianza de Dalinar, y ahora sabe con certeza que su tarea es real. Debe unir a los altos príncipes y sabe que puede confiar en Sadeas.
Batalla de la Torre
“Bueno, hoy me has demostrado algo, Sadeas: me lo has demostrado al intentar eliminarme...Me has demostrado que todavía soy una amenaza. ”
—Dalinar a Sadeas después de la Batalla de la Torre[23]
Dalinar y Sadeas emprenden su expedición conjunta. Utilizan el método de Sadeas para cruzar abismos, un punto de confrontación entre ambos ya que Dalinar es de la opinión que se desperdician muchas vidas. Cuando empiezan a luchar contra los parshendi en una meseta más alejada, Sadeas retira a sus tropas y los puentes, dejando a Dalinar, Adolin y a todo el ejército Kholin rodeado por los parshendi, atrapados y sin salida. Adolin le dice a su padre, gritando, que ya le había avisado sobre no confiar en Sadeas, a lo que Dalinar le da la razón. Estaban librando una batalla perdida, esperando su muerte. Dalinar se enfrenta al portador de esquirlada parshendi, pero va perdiendo.
Cuando todo parece perdido, una sola cuadrilla del puente, el Puente Cuatro liderado por Kaladin, vuelve y los salva. El puente ofrece al ejército una salida de la meseta y Kaladin es capaz de luchar contra suficientes parshendi para permitir que Dalinar, Adolin y los restos del ejército Kholin escapen.[56][92][93] Dalinar le promete a Kaladin liberarlo a él y a sus hombres del puente de Sadeas.[93] Emprenden el camino de vuelta al campamento de guerra para enfrentarse a Sadeas.
Cuando Sadeas se niega a vender a los hombres del puente, Dalinar le ofrece su hoja esquirlada, Juramentada, como pago. Sadeas acepta.[23] Dalinar nombra a Kaladin capitán de todos los hombres del puente que quieran ser entrenados como soldados para formar parte del mermado ejército Kholin.[94] El Puente Cuatro es designado guardia de honor de Dalinar y su familia. Dalinar también le da a Kaladin su capa, para distinguirlo como soldado Kholin e incluso como parte de su familia.[94] También le entrega a su hijo Renarin su armadura esquirlada.[23] Al renunciar a sus dos esquirladas, Dalinar cumple sus promesas con Kaladin y Renarin, demostrando así ser un hombre de honor.
Dalinar se da cuenta que el intento de asesinato contra Elhokar fue un invento y decide enfrentarse a su sobrino. El rey admite que él cortó la cincha de su silla de montar pero mantiene que no tuvo nada que ver con las gemas rotas de su armadura esquirlada.[23] Dalinar enfatiza su lealtad hacia su sobrino al atacarlo para luego no matarlo, dejando claro el amor que siente por él y su deseo de protegerlo. Dalinar ordena firmemente a Elhokar que lo nombre Alto Príncipe de la Guerra, y Elhokar accede a hacerlo. Dalinar aprovecha para informar al rey que mantiene una relación sentimental con Navani, la madre de Elhokar, y que debe acostumbrarse a ello.
En la siguiente alta tormenta, Dalinar tiene otra visión, y se da cuenta de que el Todopoderoso, que le ha ido hablando durante sus visiones, ha sido incapaz de escuchar nada de lo que Dalinar le ha dicho.[72] Dalinar, además, se da cuenta que ha malinterpretado las visiones y que el Todopoderoso no le ha dicho específicamente que unifique Alezkar o que confíe en Sadeas. Las palabras del Todopoderoso en las visiones eran una grabación y no una conversación con él. El Todopoderoso le dice a Dalinar que él, Dios, está muerto y que Odium es quien le ha matado.[72]
Refundación de los Caballeros Radiantes (1173 - 1174)
“Justamente lo que éramos antes, hijo. Un reino que pueda soportar las tormentas, un reino que sea luz y no oscuridad. Quiero conseguir una Alezkar realmente unificada, con altos príncipes que sean leales y justos. U haré más que eso. Voy a reinstaurar los Caballeros Radiantes. ”
—Dalinar a Elhokar[95]
El principio
Dalinar empieza a planear, en calidad de Alto Príncipe de la Guerra, la unificación de Alezkar y la restauración de los Caballeros Radiantes.[96] Navani ha empezado a estar con él durante las visiones, para registrarlas y traducir lo que Dalinar dice. Después de una de las visiones, Dalinar se va a dormir y cuando se levanta a la mañana siguiente, observa unos glifos grabados en su pared: Sesenta y dos días. La muerte sigue.
Kaladin, como guardaespaldas de Dalinar, está profundamente avergonzado de que alguien haya conseguido colarse en la habitación de Dalinar para dejar un mensaje amenazador. Dalinar no culpa a Kaladin en ningún momento, asegurándole que confía en él completamente.[96] Deja marchar a Kaladin, y lo tranquiliza diciéndole que el mensaje es un asunto menor. Navani se pregunta cómo Dalinar parece estar tan seguro del significado del mensaje y Dalinar le contesta que simplemente significa que tiene muy poco tiempo. Pero Dalinar no le dice a nadie que cree haber escrito los glifos él mismo sin haberse dado cuenta.[97]
Dalinar reúne a un pequeño grupo formado por Navani, Elhokar, Adolin, Renarin, Kaladin, su principal general, Khal y la esposa de éste, Teshav. Dalinar acaba de proclamar un bando en el que establece que a partir de ahora todas las gemas corazón ganadas en batalla pertenecen al rey y que el botín se distribuirá a criterio de la Corona. El objetivo de esto es volver a centrar la atención de los altos príncipes en la guerra y no en la obtención de riqueza. Dalinar es consciente del enfado que esto provocará en los altos príncipes y que muy posiblemente los tendrá en su contra. No obstante, lo considera una acción necesaria. Quiere que los altos príncipes estén enfadados, para recordarles por qué vinieron a las Llanuras Quebradas en primer lugar.[95]
A continuación, les anuncia su intención de desarmar a los altos príncipes, para hacerlos más maleables, permitiendo a Adolin empezar a batirse en duelo. Previamente le había prohibido hacerlo, ya que iba en contra de los Códigos que un oficial se batiera en duelo durante una guerra, pero esta vez Adolin lo haría para conseguir hojas y armaduras esquirladas.
Por último, cuando le preguntan por su objetivo final, Dalinar proclama su intención de restaurar a los Radiantes. No está seguro de por qué necesita refundarlos, pero solo sabe que tiene unos sesenta días para hacerlo.
En la reunión, aunque no todos están de acuerdo con él, Dalinar exige el respeto de la sala. Kaladin se da cuenta que Dalinar actúa como un rey a pesar de que Elhokar está presente.[95]
Dalinar lo sigue intentando
Aladar es el primer alto príncipe al que Dalinar se acerca. Aborda a Aladar en persona mientras Adolin conduce a las tropas Kholin a la batalla para ayudar al ejército de Aladar. Aladar no está contento con él, explicando que la orden de Dalinar le hirió, pero Dalinar se niega a aceptarlo. Amenaza a Aladar recordándole que le pasó al alto príncipe Yenev cuando éste se negó a aceptar la unificación de Alezkar. Dalinar le ofrece consejo en el campo de batalla que están observando, y aunque el consejo que le da le ayuda a ganar esa batalla, Aladar aún se niega a estar de su parte.[97]
Después de otra alta tormenta y de otra visión del Todopoderoso, Kaladin habla con Dalinar. Le cuenta lo que le sucedió en el ejército de Amaram, es decir, que ganó una hoja esquirlada durante la batalla, pero que Amaram se la robó y vendió a Kaladin como un esclavo. Como Amaram es un viejo amigo de Dalinar y vive en las Llanuras Quebradas, Dalinar no termina de creer a Kaladin. Le pide pruebas de lo sucedido, justificando su conocimiento del carácter honorable de Amaram.[98]
Casi inmediatamente después, alguien intenta asesinar a Elhokar. Dalinar y Kaladin examinan lo sucedido, llegando a la conclusión de que el ataque ha sido extremadamente torpe y realizado por alguien que tiene una hoja esquirlada. Dalinar reafirma su confianza en Kaladin, pero le advierte que habrá más intentos de asesinato, y algo peor: la tormenta eterna.[99]
El Asesino de Blanco
Szeth persigue a Dalinar en la noche de otra alta tormenta. Dalinar, Adolin y Kaladin se disponen a luchar contra él, pero Szeth los maneja con facilidad. Dalinar le grita que nunca permitirá que mate a Elhokar, pero Szeth le contesta que está allí para matarlo a él. Szeth descarga su hoja con un golpe de arriba abajo, pero Dalinar la atrapa entre sus manos, en un movimiento conocido como palmada, dando tiempo así a Kaladin para impulsar a Szeth fuera del palacio.[100]
Durante una reunión con otros altos príncipes, Dalinar le ofrece un puesto a Shallan Davar, la joven mujer que está comprometida con su hijo Adolin. Ella declina la oferta, argumentando que ya tiene su lugar en el campamento del alto príncipe Sebarial. Dalinar y el resto de altos príncipes discuten sobre el asesino, pero Dalinar descarta todos sus argumentos, declarando que el asesino es básicamente imparable. Por lo tanto, el mejor curso de acción sería intentar poner fin al motivo de la guerra. Dado que los parshendi fueron los que enviaron a Szeth la última vez, Dalinar propone acudir a los parshendi para negociar los términos de la paz. Adolin ya ha recibido algunos mensajes de los parshendi haciendo alusión a ello. Dalinar anuncia su plan de reunirse con los parshendi para acordar la paz o derrotarlos.[8]
Preparándose para la tormenta
Aunque Dalinar no quiere enviar a Adolin a reunirse con los parshendi, Adolin argumenta que Dalinar es el hombre más importante de los que los rodean. La vida de Dalinar no puede arriesgarse.[101] Adolin se reúne con la portadora de esquirlada parshendi, Eshonai, y se hace pasar por Dalinar. Se comunica con Dalinar mediante vinculacaña, para que sus respuestas suenen más como las de su padre. Eshonai deja muy claro que los parshendi no van a negociar la paz, y que pretenden atacar a los alezi en breve. A pesar de que esto significa mucho trabajo por delante para reunir a un ejército unido que se enfrente a los parshendi, Dalinar tiene la conciencia tranquila. Le pide a Adolin que gane más duelos, para reunir el máximo de esquirladas posibles antes de esta batalla con los parshendi.[101]
Como parte de sus preparativos, Dalinar anuncia públicamente su refundación de los Caballeros Radiantes y nombra al brillante señor Amaram su líder.[102]
Esa noche, Adolin va a librar un duelo contra más de un oponente con el objetivo de ganar más esquirladas. Pero en la arena de duelos, hay cuatro combatientes esperando a Adolin en lugar de los dos acordados. Dalinar tiene el impulso de saltar a la arena y ayudar a su hijo, pero no tiene ni armadura ni hoja esquirlada que blandir. Renarin se une a la pelea solamente armado con hoja esquirlada, pero no con armadura. Dalinar increpa al público que asiste, pidiendo que alguien ayude a sus hijos, pero nadie atiende a su petición, ni siquiera Amaram. Kaladin se mete en la pelea para ayudar a Adolin y Renarin.[103]
Con la ayuda de Kaladin ganan la pelea. El rey le ofrece a Adolin un premio, pero Kaladin aprovecha la oportunidad para desafiar a Amaram. Elhokar exige la vida de Kaladin por el insulto cometido, pero Dalinar sale en su defensa, dejándole claro a Elhokar que si ejecuta a Kaladin lo tendrá a él como enemigo. Más tarde, Dalinar reprende a Kaladin su comportamiento y le ordena que acepte la pena de prisión a la que Elhokar ha accedido. Culpa a Kaladin de la oportunidad que acaban de perder de actuar contra Sadeas, pero le da las gracias por haber salvado las vidas de sus hijos.[104]
Dalinar visita a Kaladin mientras está en prisión y le comunica que Elhokar lo liberará pronto. Le da explicaciones sobre algunas de las acciones de Elhokar, entre ellas la de exiliar al brillante señor Roshone, sin saber que Roshone es el responsable de la muerte de Tien, el hermano de Kaladin. Dalinar le dice a Kaladin que aunque sus sentimientos son legítimos, la única forma de cambiar las cosas es siendo un líder irreprochable.[47]
La expedición se pone en marcha
A pocos días de la llegada de la tormenta eterna, tal y como predicen los glifos de la pared, Dalinar sigue intentando ganar el mayor número de aliados para la expedición de las Llanuras. Acude a una fiesta para hablar con algunos de los altos príncipes, pero en esa misma fiesta descubre que alguien ha estado difundiendo copias con los relatos de sus visiones, con el objetivo de humillar y desacreditar a Dalinar. Eran las palabras de Navani, pero retorcidas para burlarse de él. Navani está molesta con que hayan utilizado sus propias palabras para dañar a Dalinar, pero él se lo toma con más calma. Se pone en pie sobre una mesa y declara que el contenido de los papeles es real, excepto por los comentarios añadidos para desacreditarle. Les dice a todos los presentes que sus visiones le reivindicarán, y que desea hablar con todos al respecto. El resto de la fiesta lo dedica a hablar con muchas personas, ignorando las burlas pero intentando ganar apoyos para la batalla contra los parshendi.[105]
Más tarde se encuentra con Sagaz que, preguntado por Dalinar, le dice que sí, que es un tirano pero que no lo condena por ello. Dalinar lamenta escuchar eso y argumenta que incluso un tirano benévolo no es lo que Roshar necesita en ese momento. Cuando él y Gavilar intentaron unificar Alezkar hace años, lo hicieron mediante la fuerza, y Dalinar se da cuenta de que no lo consiguieron, se limitaron a mostrarle a los otros altos príncipes que la fuerza otorga el poder de gobernar.[105]
La expedición se pone en marcha. Dalinar visita a Kaladin, que está herido y acaba de volver de los abismos de las Llanuras Quebradas en los que había desaparecido. Durante la conversación, Dalinar cree ver algo en Kaladin, y se pregunta si él es a quien ha estado buscando todo este tiempo. Kaladin lo niega.[106] Dalinar conduce a Amaram ante Kaladin, y le pide a Amaram si las historias que Kaladin le ha contado son verdad, pero Amaram lo niega todo. A continuación, Dalinar le dice a Amaram que se disculpe con Kaladin, llegando al extremo de amenazar a Amaram con una hoja esquirlada contra su cuello.[107]
Al final, todo resulta ser una prueba que Dalinar había ideado para comprobar si Amaram era quien Kaladin decía. Dalinar sabe que Amaram le ha mentido. Se ve forzado a dejar que Amaram se marche, aunque tanto él como Kaladin saben que es un asesino. Establecen un plan para encargarse de Amaram más adelante.
La Batalla de Narak
La expedición emprende el viaje, y Dalinar ha conseguido tres apoyos: Roion, Sebarial y Aladar. Dalinar habla con ellos para trasladarles la confianza que les tiene. Los cuatro ejércitos se ponen en marcha justo cuando empieza el Llanto.
Durante el trayecto, Shallan se apodera, con la ayuda de Navani, de las escribas y cartógrafas de Dalinar, con el objetivo de encontrar la ciudad perdida de Urithiru. Mientras hablan sobre los Caballeros Radiantes, Shallan sugiere que tal vez la tarea de Dalinar no fuera volver a fundarlos, sino más bien reunirlos. Ella le revela sus habilidades como Tejedora de Luz y Dalinar rompe a llorar con admiración. Dalinar intenta que Shallan asuma el liderazgo de los Caballeros Radiantes, pero ella se niega. Dalinar le dice que le recuerda a Jasnah, su sobrina fallecida y mentora de Shallan. Dalinar le dice que ella le ha dado esperanza para el futuro, esperanza de que pueden cambiar el mundo de la manera correcta.[108]
Un parshendi se rinde a los ejércitos alezi, un parshendi llamado Rlain, antes conocido como Shen y que trabajaba en el Puente Cuatro. Rlain había desaparecido un tiempo atrás pero admite ser en realidad un espía parshendi. Rlain le cuenta a Dalinar que los parshendi ya no existen y que han sido reemplazados por sus antiguos dioses. Dalinar le promete ayuda y le pide que hable con Shallan para darle las indicaciones para llegar a la ciudad de los parshendi.[109] Emprenden el camino y en el día que señalaban los glifos llegan a las inmediaciones de la ciudad parshendi, lugar en el que Shallan cree que se encuentra la Puerta Jurada.
Al día siguiente, Dalinar y sus soldados ven a los parshendi en una meseta próxima a ellos, todos en fila y con resplandecientes ojos rojos. Dalinar le dice a Shallan que debe encontrar el camino a Urithiru cueste lo que cueste, ya que es su única vía de retirada si las cosas se tuercen. Distribuye órdenes entre Roion, Aladar y Sebarial, levantándoles el ánimo. Dalinar cambia de plan cuando Rlain le cuenta que la canción que los parshendi están entonando debe ser parada de inmediato: los alezi atacan a los parshendi en ese mismo momento.[110]
La batalla empieza de verdad, y la canción de los parshendi empieza a levantar una tormenta. Dalinar escucha una voz que le habla, y la reconoce como la voz del Todopoderoso. Es la primera vez que escucha esa voz mientras está despierto y no en una de sus visiones.[110] Dalinar le pregunta quién es ya que el Todopoderoso dice estar muerto, pero la voz le contesta que él no es el Todopoderoso, sino el que quedó atrás: una astilla de Dios. La voz, que pertenece al Padre Tormenta, le dice a Dalinar que le sabe mal que Dalinar vaya a morir allí y que este es el final de sus visiones.[111]
Dalinar recibe la noticia de que Shallan ha encontrado la entrada a Urithiru y ordena la evacuación inmediata de todas las tropas.[112] Antes de poder unirse a la retirada, aparece Szeth. Dalinar lo intenta convencer para que se vaya, pero se da cuenta rápidamente que no está en sus cabales.Empiezan a pelear, pero como ya ocurrió en ocasiones anteriores, Szeth es demasiado para él. Roion intenta ayudar a Dalinar pero es asesinado de inmediato. Szeth usa la Potencia de la Gravitación para enviar a Dalinar disparado hacia el cielo, asegurándose de su muerte al dejarlo caer desde una gran altura. En el último segundo, Kaladin rescata a Dalinar usando sus recién adquiridos poderes de Corredor del Viento para bajar a Dalinar de nuevo al suelo.[112][113] Ahora sí, Dalinar se da cuenta que Kaladin es lo que ha estado buscando todo este tiempo.
Urithiru
Dalinar lleva a todo el mundo a la meseta donde se localiza la entrada a Urithiru. Shallan pone en funcionamiento la Puerta Jurada y teletransporta a todos los que están en la meseta a Urithiru. Una vez allí, sube a la azotea de la torre para intentar hablar otra vez con el Padre Tormenta. Él le contesta, pero no quiere ayudar a Dalinar en absoluto. El Todopoderoso exigió al Padre Tormenta compartir las visiones, pero el Padre Tormenta está enfadado con la humanidad por haber matado spren en el pasado. Dalinar no se rinde y solicita vincularse con él. El Padre Tormenta acepta a regañadientes, aunque no alberga ninguna esperanza de que Dalinar tenga éxito derrotando a Odium. Dalinar es ahora un Forjador de Vínculos, uno que une a los hombres.[5]
“Uniré en vez de dividir, Padre Tormenta. Uniré a los hombres ”
—Segundo Juramento de Dalinar como Forjador de Vínculos[5]
Se reúne con Kaladin, Shallan y Renarin, los otros Radiantes de los que tiene conocimiento. Les advierte que la tormenta eterna está en camino, y que transformará a los parshmenios en parshendi de ojos rojos como los de la batalla, a los que ellos llaman Portadores del Vacío. Su misión consiste en salvar a todo aquel que puedan antes de que esto ocurra.[5]
Uniendo Roshar (1174)
Asuntos internos
Vinculado ahora al Padre Tormenta, Dalinar puede visitar de nuevo las visiones para intentar aprender más sobre las Desolaciones anteriores. Ve la luz de Odium, la visión de una silueta oscura con armadura esquirlada negra, y con nueve sombras y ojos que refulgen en rojo. El Padre Tormenta le explica que las nueve sombras corresponden a los Deshechos, y que la figura es el campeón de Odium. Lo que ha experimentado en la visión le convence de la urgencia de formar una alianza con los otros líderes de Roshar.[114]
Mientras tanto, en Urithiru, Dalinar es informado del asesinato de Sadeas. Tras poner fin a una pelea entre miembros del Puente Cuatro y algunos soldados de Sadeas, ordena trasladar el cadáver a una habitación cercana y manda llamar a Ialai. Mientras espera la llegada de Ialai y el resto de altos príncipes, se da cuenta de la cantidad de bajas que han sufrido en Narak y de lo faltos de personal que están, tanto de escribas como de oficiales. También se da cuenta que, aunque no lo deja en buen lugar, la muerte de Sadeas es algo a celebrar. Aprovecha esta oportunidad para delegar. Nombra a Aladar Alto Príncipe de Información y le encarga la tarea de establecer una fuerza de vigilancia para tener justicia y orden en Urithiru. A Sebarial lo nombra Alto Príncipe de Comercio y le encomienda poner en marcha mercados, asegurar provisiones y hacer de Urithiru una ciudad funcional. Pone a Adolin al mando de sus soldados y le ordena que haga recuento de todas sus tropas y supervise su entrenamiento. Shallan y Renarin, sus Radiantes, no reciben tareas específicas, les entrega luz tormentosa, convertida ahora en un recurso no renovable, y les pide que la inviertan en practicar sus nuevas habilidades.[115]
“Viejo amigo, Honor puede estar muerto, pero he sentido... otra cosa. Algo que hay más allá. Un calor y una luz. No es que Dios haya muerto, es que el Todopoderoso nunca fue Dios.”
—Dalinar a Kadash[38]
Cuando llega la tormenta eterna, Dalinar siente la presencia del enemigo y, a su vez, el enemigo es consciente de él. Navani acude a consolarlo y, en el transcurso de la conversación, ella le pregunta por qué sigue rechazando su matrimonio. Dalinar le dice que esta vez quiere hacer las cosas de forma correcta y con juramentos. Navani argumenta que ningún fervoroso los va a querer casar, ya que según la ley vorin son considerados hermanos y la iglesia no permite su matrimonio. Ella le dice que no está intentando ocupar el lugar de Evi y que comprende que Dalinar aún sienta afecto por ella. Dalinar le dice que está equivocada y admite que es incapaz de escuchar el nombre de su esposa o de recordar nada sobre ella desde hace años. Recuerda haber acudido a la Vigilante Nocturna, quien le eliminó todos los recuerdos de Evi. Dalinar ha tenido la idea de pedirle al Padre Tormenta que los case, ya que es una autoridad superior a la Iglesia Vorin. Unas horas más tarde, celebran la boda en la cima de una de las torres de Urithiru junto a un pequeño grupo de invitados entre los que se incluyen Elhokar, Kadash, Sebarial, Aladar, Kalami, Teshav y los hijos de Dalinar. Tras recibir la bendición de Elhokar, el Padre Tormenta hace acto de presencia y se revela a los presentes como un rostro extendido entre horizonte y horizonte, observando a los humanos con gesto imperioso. El Padre Tormenta acepta sus votos y se marcha.[38]
Tras las felicitaciones, Kadash se enfrenta a Dalinar. Kadash le dice que va a tener que informar a sus superiores sobre lo que acaba de presenciar, y que no van a estar nada satisfechos con que Dalinar haya intentado eludirlos. Dalinar lo intenta convencer de la veracidad de sus creencias, pero no lo consigue. Durante la discusión que mantienen, Dalinar recuerda algunos fragmentos del pasado, como que lo que sucedió en Rathalas fue traumático para Kadash, pero poco más consigue recordar. Kadash no consigue que Dalinar se retracte de su herejía y Dalinar no consigue convencer a Kadash de que sus visiones son legítimas.[38]
Con las cosas en Urithiru bajo cierto control, Dalinar y el resto de los líderes actuales ponen la mirada en el resto del mundo, con el deseo de encontrar una forma de llegar hasta ellos. Cuando están estudiando el mapa, los poderes de Dalinar y Shallan interaccionan creando una imagen del mundo en tres dimensiones hecha de luz tormentosa. Esto le permite a Dalinar tener una mejor visión de la situación y establecer un plan de acción. Decide que sus esfuerzos van a concentrarse en proteger las ciudades que tienen Puertas Juradas, ya que es su ventaja estratégica frente a los Portadores del Vacío, centrándose inicialmente en Thaylenah, Azir y Jah Keved por su importancia estratégica.[116]
La reunión es interrumpida por la exploradora Lyn, que informa de un segundo asesinato, a imitación del primero.[116] Acuden a ver el cadáver y observan que el asesinato se ha producido de idéntica manera a como mataron a Sadeas. Dalinar asigna a Adolin al equipo de Aladar para que lidere la investigación del asesinato de Sadeas.[117]
Proyección exterior
Más adelante, Dalinar convoca una reunión con Aladar, Navani, Kalami y Teshav para intercambiar comunicaciones con otros monarcas. Los azishianos son los primeros en responder. Dalinar intenta invitarlos a Urithiru para que puedan explorar la torre. En su contestación, ignoran la invitación de Dalinar y simplemente le agradecen el aviso sobre la tormenta eterna. Dalinar les ofrece ayuda para enfrentarse a los cantores. Sí acceden a intercambiar ayudar e información y preguntan por lo que han averiguado sobre los Portadores del Vacío. Los azishianos informan que su ciudad está en buenas condiciones y que están negociando con los parshmeniones libres. Dalinar les pide que lo dejen acudir a Azimir mediante la Puerta Jurada para poder hablar en persona. Pero los azishianos afirman, falsamente, que la puerta no funciona y envían documentos que lo prueban. Prometen volver a contactar con él en un futuro y finalizan la comunicación.[28]
A continuación, se centran en Fen. Dalinar intenta invitarla a Urithiru para que puedan hablar en persona pero ella se niega. Le dice que su ciudad ha sido devastada por la tormenta eterna, que los parshmenios han robado toda su flota marítima y que no tiene tiempo para una visita turística. Fen admite que aunque está interesada en las oportunidades económicas que las Puertas Juradas pueden ofrecer, no está interesada en formar parte de ninguna coalición.[28]
Cuando el intercambio con Fen termina y el resto de los presentes se marcha, Elhokar entra en la sala para dialogar con Dalinar. Elhokar le dice que Dalinar es mejor rey que él y le jura fidelidad a Dalinar. Dalinar le pregunta qué pretende conseguir con todo ello y Elhokar le ofrece una explicación. Dalinar será Alto Rey de Urithiru. Dalinar debe abdicar su principado en favor de su heredero, Adolin, y apartarse de los asuntos de Alezkar. Dalinar podrá darle órdenes a Elhokar, pero Elhokar mantendrá el poder para decidir cómo las lleva a cabo. Solo podrá dar órdenes a los altos príncipes en sus dominios, que incluirán Urithiru y las Llanuras Quebradas. Deciden aplazar el anuncio oficial de todos estos cambios hasta que puedan resolverse todos los detalles.[28]
Elhokar anuncia entonces a Dalinar su intención de viajar a Kholinar con un ejército para asegurar la ciudad y poner fin a los disturbios. Dalinar opina que es una buena idea, pero que tenía más sentido llevarse una pequeña fuerza a la ciudad para abrir la Puerta Jurada y luego transportar tropas a Kholinar a través del portal. En un principio, Dalinar se muestra reticente a enviar al rey a una ciudad hostil pero luego decide que es una buena idea, porque puede darle a su sobrino un impulso a su moral y a su autoestima. Deciden esperar al regreso de Kaladin para que guíe a Elhokar en su misión.[28] Tras la marcha de Elhokar reciben una noticia desde Kharbranth: Taravangian ha encontrado a una nueva Radiante en su ciudad y van a usar su hoja esquirlada para acudir a Urithiru, a través de su Puerta Jurada, y unirse a la coalición de Dalinar.[28]
“Irrita a Odium, convéncelo de que puede perder y nombre un campeón. Él aprovechará esa oportunidad en vez de arriesgarse a una nueva derrota, como ha sufrido tantas veces. Es el mejor consejo que puedo darte.”
—Instrucciones de Honor para Dalinar[118]
Mientras Dalinar inspecciona la hoja de Honor de Jezrien que ahora está en su poder, habla con el Padre Tormenta sobre los puntos débiles de Odium, es decir, si se puede obligar a Odium mediante juramentos. El Padre Tormenta confirma que así es. Y Dalinar, recordando los mensajes de Honor en sus visiones, sugiere que tal vez un combate de campeones entre Odium y los Caballeros Radiantes puede detener a Odium si su campeón es derrotado. El Padre Tormenta le explica que ganar el combate solo servirá para retrasarlo, ya que para Odium, alguien inmortal y que nunca cambia, el tiempo es irrelevante. Sin embargo, para la humanidad, ganar tiempo para prepararse sería algo valioso. Después de esta conversación, Dalinar esconde la espada en una tubería vacía del sistema de alcantarillado y decide que la utilicen los escuderos del Puente Cuatro para practicar sus potencias, por si Kaladin tarda mucho en regresar.[118]
Dalinar quiere entrenar un rato, pero ninguno de sus fervorosos está dispuesto a entrenar con él. Los fervorosos de Dalinar se ven presionados a tomar una decisión entre la lealtad al Todopoderoso o hacia Dalinar, proclamado hereje. En lugar de enfrentarse a uno de sus fervorosos, Dalinar le ordena a Aratin, uno de los hijos del General Khal, que entrene con él en un combate de lucha libre, que Dalinar pierde. Cuando finaliza la pelea, Navani le informa que la reina iriali quiere hablar con él de inmediato, antes de lo que estaba previsto.[118]
“Dalinar recordó. Se llamaba Evi. Había sido alta y esbelta, con el cabello rubio claro, no dorado, como el de los iriali, pero impresionante por derecho propio.”
—Dalinar recordando a Evi[119]
Al darse cuenta de que sus pensamientos fluyen mejor si está activo, Dalinar le ordena a Kadash que entrene con él mientras mantiene a la vez dos conversaciones separadas: una con Kadash y la otra con la reina iriali. Dalinar se niega a ceder ante Kadash, insistiendo en que no va a cambiar de opinión ni a retractarse si Kadash no le ofrece pruebas. Simultáneamente, la reina le informa que, en lugar de unirse a su coalición, los Iri van a aliarse con los Portadores de Vacío. La reina apunta a que podría reconsiderar su posición si los alezi devuelven la armadura esquirlada de Adolin, que reclaman como legítima de los Iri. Navani contesta que la armadura le pertenece a Adolin por herencia de su madre, Evi. Esta es la primera vez que Dalinar es capaz de escuchar el nombre de Evi desde su viaje al valle.[118] Durante los próximos días, Dalinar va recuperando muchos de los recuerdos del tiempo que pasaron juntos.[119]
Poco después, Taravangian llega a Urithiru con Adrotagia, Malata y un reducido grupo de escribas, guardias y consejeros. Es el primer monarca en responder a la llamada de Dalinar y el primero en viajar a Urithiru a través de las Puertas Juradas. Taravangian le presenta a Malata, una Portadora del Polvo, como la más reciente Caballera Radiante. Tras el intercambio de saludos, Dalinar conduce a Taravangian al interior de la torre y le va explicando todo lo que saben sobre su funcionamiento. Mientras pasean, Dalinar ofrece a Adrotagia y a Taravangian sus tropas alezi para ayudar en la defensa de Kharbranth y de su Puerta Jurada, pero ellos declinan la oferta, argumentando que ya tienen suficientes soldados veden para defenderse y que han logrado eludir el ataque de los cantores. Dalinar deja que sea Teshav quien guíe a Taravangian por la torre y acude a hablar con Navani mientras espera el regreso del monarca.[119]
“Una advertencia de Tezim el Grande, último y primer hombre, Heraldo de Heraldos y portador del Juramento. Loados sean su grandeza, su inmortalidad y su poder. Alzad las cabezas y escuchad, hombres del este, la proclamación de vuestro dios.
Nadie es Radiante salvo él. Vuestras lastimeras afirmaciones encienden su ira, y vuestra captura ilegal de su ciudad sagrada constituye un acto de rebelión, depravación y maldad. Abrid vuestras puertas, hombres del este, a sus rectos soldados y entregadle vuestros tesoros.
Renunciad a vuestras necias afirmaciones y juradle lealtad. El juicio de la tormenta final ha llegado para destruir a toda la humanidad, y solo seguir su camino llevará a la salvación. Se ha dignado a enviaros este único mandato y no lo repetirá. Incluso esto está muy por encima de lo que merecen vuestras naturalezas carnales.”
—Mensaje de Tezim a Dalinar[119]
Dalinar y Navani hablan sobre la senilidad de Taravangian y ella le asegura que puede confiar en él. También hablan sobre si se puede confiar o no en Malata. Dalinar le cuenta a Navani que está recuperando poco a poco sus recuerdos de Evi y Navani le explica que en toda su investigación no ha encontrado ninguna referencia a que las maldiciones de la Vigilante Nocturna puedan deshacerse.[119]
Cuando finalizan la visita de la torre, Adrotagia le pregunta a Dalinar cuándo van a llegar los otros monarcas de Roshar para unirse a la coalición. Tras una pausa, Navani admite que ellos han sido los únicos en aceptar su invitación y en acudir a la torre. Dalinar les ofrece un pequeño resumen de sus comunicaciones con los otros monarcas. Los iriali los despreciaron, ni Marabezia ni Rira han querido responder, los reshi no tienen un verdadero gobierno, el Más Anciano de Babazarnam se muestra reservado, los makabaki han dejado caer que esperan a la decisión de los azishianos y los shin solo han enviado una críptica felicitación. Dalinar explica que, por razones estratégicas, primero se han centrado en lugares con Puertas Juradas, especialmente Azir, Thaylenah e Iri. Sigue explicando que el pueblo de Natanatan les está dando evasivas y que los herdazianos creen que intenta engañarlos. Mientras habla, Navani le interrumpe para comunicarle que acaba de llegar la respuesta de Tezim, el dios-rey de los tukari, mediante vinculacaña. Navani lee la carta en voz alta para todos los presentes. En lugar de aceptar unirse a la coalición, en la carta exige que se sometan a su gobierno y que le entreguen el control de Urithiru.[119]
Una vez ha escuchado a Dalinar explicar la situación, Taravangian pregunta dónde deben atacar a continuación, ya que le han explicado que ese es el primer paso típico en una invasión alezi. Por ello, Thaylenah le parece un buen lugar por el que empezar. Dalinar se da cuenta de que, a pesar de sus esfuerzos diplomáticos, esto es lo que todos esperan que haga el Espina Negra. Él explica que no planean atacar a nadie que no sean los Portadores del Vacío, y que va a crear una coalición basada en la diplomacia, no en las batallas y la muerte. Sin embargo, aprecia que Adrotagia y el resto de los kharbranthianos no se lo creen, dando por hecho que está mintiendo. Esta conversación con Adrotagia lleva a Dalinar a reconsiderar su estrategia de negociaciones pacíficas, así como los juramentos que ha hecho como Forjador de Vínculos.[119]
Dalinar se reúne con Shallan, Adolin, Renarin, Taravangian, Elhokar, Kalami y el resto de altos príncipes junto con sus esposas y escribas. Ayuda a Shallan a crear una ilusión del mapa de Roshar para que puedan usarlo como referencia. Discuten sobre posibles métodos para convencer a los thayleños y los azishianos de que se unan a la coalición. Kalami menciona que Iri se está moviendo para conquistar algunas de las tierras que durante tanto tiempo han codiciado. Hablan sobre la gran cantidad de Portadores del Vacío congregados en Marat así como del creciente número de ciudades que se vuelven “oscuras”, donde todas sus comunicaciones vía vinculacaña se interrumpen abruptamente. Los últimos informes de Kholinar antes de la interrupción indicaban que grandes ejércitos se estaban reuniendo a las afueras de la ciudad. Dalinar anuncia a la asamblea que cree que está claro que el enemigo moviliza sus recursos para capturar tantas ciudades con Puertas Juradas como pueda, y que su siguiente paso seguramente sea Azir o Jah Keved. El alto príncipe Aladar le da la razón a Dalinar, aunque Ruthar se apresura a replicar con un insulto. Aladar intenta invocar su hoja esquirlada pero Dalinar lo detiene.[120]
Poco después, Ialai Sadeas llega a la reunión acompañada de Meridas Amaram. Adolin da un paso hacia Amaram con mirada asesina, pero Dalinar impide que le haga nada. Dalinar intenta darle la bienvenida a Ialai y le agradece que haya acudido a la reunión. Ella contesta que su único motivo para acudir ha sido que sabía que podría encontrar a todos los altos príncipes reunidos en un solo lugar. A continuación, anuncia que ha elegido a Amaram como el nuevo alto príncipe del principado de Sadeas, en un claro gesto de desprecio hacia la opinión que Dalinar pueda tener. Después de que Elhokar dé su aprobación, Dalinar reconoce a Amaram como el nuevo alto príncipe Sadeas y Adolin llama a Amaram hijo de puta y sale furioso de la habitación.[120]
Fracaso
Más tarde y tras retirarse a una habitación más pequeña con Navani, Taravangian y algunos otros, reciben la respuesta de Azir a su súplica, que Teshav lee en voz alta. Los azishianos les comunican que han decidido sellar la Puerta Jurada hasta que puedan destruirla. Explican que un portal mágico en el centro de su ciudad es un peligro demasiado grave. Mantendrán las relaciones comerciales con Alezkar pero solicitan a Dalinar que deje de pedirles que abran la Puerta Jurada.[121]
“Es imposible que no lo entiendas. Una reina tendría que ser muy tonta o estar muy desesperada para permitir que un ejército alezi se plantara en el mismo centro de su ciudad. He sido lo primero algunas veces, y tal vez esté acercándome a lo segundo, pero...tormentas, Kholin. Que no. No seré yo quien permita que Thaylenah por fin caiga ante los tuyos. Y en el improbable caso de que estés siendo sincero, lo siento”
—Respuesta de la reina Fen Rnamdi a Dalinar.[121]
A pesar de la frustración que siente, Dalinar no se rinde. Le pide a Teshav que contacte con la reina Fen de Thaylenah para ver si quiere hablar con él. Se da cuenta que con la respuesta positiva de Nueva Natanan y Kharbranth y Jah Keved de su lado gracias a Taravangian, si lograra convencer a los thayleños al menos podría forjar una coalición vorin unificada de todos los estados orientales y, tal vez con el tiempo, convencer a las naciones del oeste de unirse a la coalición cuando vieran lo que habían logrado. Mientras espera la respuesta de la reina, Dalinar observa un agujero en el techo y decide investigarlo. Coge una silla, la pega a la pared con luz tormentosa y se sube a ella para izarse y mirar dentro del agujero. Encuentra a un visón con una rata muerta en la boca corriendo por un largo túnel mientras una leve brisa sale del agujero. Mientras contempla lo que ha descubierto, y las implicaciones que ello tiene para la investigación de Shallan sobre el Deshecho que está asesinando a gente en la ciudad, es interrumpido por Teshav, que le comunica que Fen ha comenzado a escribir.[121]
Fen le dice que está demasiado ocupada cuidando de su ciudad, duramente golpeada por la tormenta eterna, y que no tiene tiempo para prestar atención a sus intentos de tentarla a formar parte de la coalición. Dalinar le ofrece tropas y suministros para ayudarla a reconstruir la ciudad si llegan a un acuerdo, pero la negativa de la reina es firme. Dalinar lo sigue intentando, argumentando que no es momento para actuar en solitario, pero ella se sigue negando. La reina dice que no es lo suficientemente ingenua como para permitir la entrada de tropas alezi en su ciudad. Dalinar le da las gracias por su tiempo, le comunica que la oferta sigue en pie, y abandona la habitación en busca de aire fresco para despejar su frustración.[121]
Después de deambular por los pasillos de Urithiru durante una hora, Lyn lo encuentra para decirle que el Puente Cuatro ha encontrado algo que requiere su atención. Cuando llega a la terraza donde lo están esperando, ve a Juramentada sobresaliendo de una maceta en la que había aterrizado después de que Adolin la dejara caer desde una ventana más alta. A pesar de que usa un pañuelo para levantar la hoja y que no ha tocado directamente el metal, siente el grito de la hoja en su mente. Dalinar se echa la espada al hombro y se encamina hacia el sector de la torre de Sadeas. De camino, le pregunta al Padre Tormenta si es posible revivir la espada, pero el Padre Tormenta no conoce ninguna forma de hacerlo.[121]
“Pero no es cuestión de moral, ¿verdad? Es cuestión de umbrales. ¿A cuántos culpables se puede dar castigo para aceptar una baja inocente? ¿Mil, diez mil, cien mil? Si lo piensas bien, todos los cálculos son fútiles salvo uno: ¿se ha hecho más bien que mal? En caso afirmativo, la ley ha cumplido su función. Y por lo tanto...debería ahorcar a los cuatro hombres. Y luego sollozaría todas las noches por haberlo hecho”
—Taravangian dando su opinión sobre el asesinato del porquero a Dalinar[121]
Cuando encuentra a Ialai en sus aposentos, con Amaram a su lado, deja la hoja en el suelo y se gira para marcharse. Ialai expresa sorpresa de que se la devuelva a cambio de nada y Dalinar, cansado, responde que él no era quien había matado a su esposo. Amaram sermonea a Dalinar, lo llama hipócrita, y Dalinar sale de la habitación enfadado. Cuando llega a su sala común exterior, se encuentra a Taravangian sentado junto al fabrial calefactor que Navani ha instalado allí. Permanecen un tiempo sentados en silencio mientras Dalinar piensa en su fracaso a la hora formar una coalición. Taravangian rompe el silencio y hablan sobre la naturaleza y el origen de la moral. Dalinar cuenta la historia del asesinato del porquero, de El camino de los reyes y hablan sobre lo que habrían hecho ellos si hubieran sido el juez de la historia. Taravangian dice que él habría matado a los cuatro hombres, ya que eso sería lo mejor para la sociedad, pero Dalinar no piensa que eso esté tan claro.[121]
Revisando las visiones
Cuando Taravangian se marcha, el Padre Tormenta le dice a Dalinar que no es un hipócrita, pero él no está de acuerdo y le dice que un hipócrita simplemente es alguien en proceso de cambio. Dalinar le pregunta al Padre Tormenta si tiene más visiones de Nohadon para mostrarle, pero él le dice que ya las ha visto todas. Entonces Dalinar le pide que le muestre otra vez la visión en la que conoció a Nohadon y va a buscar a Navani para que la registre. El Padre Tormenta le ofrece llevar a Navani a la visión con él, una posibilidad que Dalinar no sabía que existía. El Padre Tormenta explica que puede llevar a la visión a cualquiera que esté tocando a Dalinar así como a cualquiera que esté dentro de una alta tormenta. Dalinar se da cuenta que esta es su solución a sus problemas con los otros monarcas y empieza a planear su próximo movimiento.[121]
“¡Puede que tengas razón y yo sea un tirano! Quizá dejar entrar a mis ejércitos en tu ciudad sea un riesgo terrible. ¡Pero tal vez no te quedan opciones buenas! ¡Tal vez todos los hombres buenos estén muertos y solo te quede yo! Escupir a la tormenta no va a cambiar eso, Fen. Puedes arriesgarte a que quizá te conquisten los alezi…¡o puedes tener la certeza de caer ante el asalto de los Portadores del Vacío!”
—Dalinar a Fen[70]
Unos días más tarde, durante la siguiente alta tormenta, Dalinar le pide al Padre Tormenta que lleve a Fen a una visión con él. Elige la visión Lluvia de estrellas, para que así ella pueda ver a los Caballeros Radiantes con sus propios ojos y en una época de esplendor. Hace que el Padre Tormenta sitúe a Fen en la historia en el lugar de Heb, papel que Dalinar interpretó en su primera experiencia de la visión, y él asume el papel de la Radiante que acude a ayudar a los aldeanos. Dalinar entra en la visión volando tras ser enlazado por su compañero Corredor del Viento. Antes de llegar al pueblo, Dalinar intenta preguntar al Radiante sobre la naturaleza de la armadura esquirlada, pero no tiene éxito. Cuando aterriza, se interna en la aldea y encuentra a Fen liderando una resistencia organizada contra la Esencia de Medianoche. Ella reconoce a Dalinar y el Padre Tormenta ralentiza la visión para que puedan hablar.[70]
Al principio, ella se muestra escéptica de que lo que está viviendo sea más que un sueño, pero Dalinar le explica cómo él se dió cuenta de que las visiones eran reales y ella parece aceptar lo que Dalinar le cuenta. Dalinar le explica que la ha traído a las visiones para poder hablar con ella en persona, no a través de cartas y vinculacañas. Él elogia sus esfuerzos por organizar a la gente de la aldea y le pregunta si dará la espalda al resto del mundo. Ella contesta que su reino está sufriendo y que le cuesta creer que el Todopoderoso lo ha elegido a él, un tirano y un asesino, para liderar a los Caballeros Radiantes.[70]
“¿Dónde estaba antes esa pasión? ¿Por qué no hablabas así en tus cartas? [...] Pues sonaba como si estuviera hablando con un comité. Es lo que se da por hecho de todas formas, cuando te comunicas por vinculacaña.”
—Fen a Dalinar[70]
Dalinar absorbe luz tormentosa para mostrarle a Fen que él es un Radiante y sostiene, una vez más, que se le ha ordenado unir. Ella replica que ese era el mismo argumento que tiranos como Sadees o los fervorosos de la Hierocracia utilizaron para justificar sus acciones. A medida que la frustración de Dalinar crece, empieza a alzar el tono de voz y a gritarle. Le dice que tal vez dejar entrar a sus ejércitos en su ciudad es un riesgo, pero que no le queda elección, y si no actúa pronto y se enfrentan unidos a los Portadores del Vacío, su mundo estará condenado. Para sorpresa de Dalinar, Fen no se inmuta ante su arrebato, es más, parece como si le gustara que le gritaran. Fen le explica que durante los meses anteriores había escuchado rumores de que se había vuelto loco y que cuando supo que había predicho la llegada de una nueva tormenta, llegó a la conclusión de que los rumores eran ciertos. Dalinar le pregunta sobre qué pensó cuando la tormenta llegó, a lo que ella le dice que pensó que demostraba que Dalinar estaba metido en algo, pero que no estaba segura de saber en qué. Dalinar le pregunta si cree que está trabajando con el enemigo, a lo que ella contesta que la voz al otro lado de la vinculacaña no era el Espina Negra que ella conocía y por eso estaba segura de que algo iba mal, pero tras esta conversación, promete reconsiderar su posición. Le pide a Dalinar que le deje ver el final de la visión, y ambos se separan. Después, el Padre Tormenta no cree que hayan convencido a Fen, pero Dalinar opina que acabará visitando Urithiru.[70]
A continuación, Dalinar le pide al Padre Tormenta que los lleve a él, a Navani y a Jasnah a la visión Personas rotas para que puedan estudiar el pasado. Primero acude Dalinar solo y pelea contra un grupo de hombres salvajes, perdiendo un brazo en el proceso. Cuando un Custodio de la Piedra lo salva a él y a sus hombres, deja que la luz tormentosa le cure el brazo y pide al Padre Tormenta que traiga a las mujeres a la visión. Navani se distrae rápidamente con un fabrial regenerador. Jasnah, tras una breve charla en la que agradece a Dalinar su valentía por compartir las visiones en lugar de ocultarlas, se marcha a investigar por su cuenta. Tras molestar a la Radiante con el fabrial para que se lo deje mirar, Navani y Dalinar caminan juntos por el campo de batalla. Dalinar le pide al Padre Tormenta que incluya a Navani en sus respuestas y mientras exploran juntos, van analizando los acontecimientos de Aharietiam. Cuando llegan al lugar donde los Heraldos supervivientes depositaron sus nueve Hojas de Honor en un círculo, dejan de caminar y Dalinar exige conocer toda la historia. El Padre Tormenta explica la historia del Juramento y de la Última Desolación, tal y como él la recuerda.[55]
“¿No lo harías? ¿Serías capaz de jurarlo? ¿Jurarías sobre algo desconocido? Estos Heraldos juraron que contendrían a los Portadores del Vacío, y mira lo que les pasó. No existe hombre vivo que no haya roto un juramento, Dalinar Kholin. Tus nuevos Radiantes sostienen en sus manos las almas y las vidas de mis hijos. No. No permitiré que hagas lo mismo que tus predecesores. Conoces las partes importantes. El resto es irrelevante.”
—Advertencia del Padre Tormenta a Dalinar[55]
Les explica que los diez Heraldos acudieron a Honor y crearon el Juramento para encerrar a los Fusionados en Condenación, y prevenir así su renacimiento inmediato. Tras milenios de sucesivas Desolaciones, los Heraldos se rindieron y abandonaron a Talenel en Condenación para contener a los Portadores de Vacío él solo. Dalinar se da cuenta, y el Padre Tormenta lo confirma, que el hombre loco que llegó a Kholinar con una hoja esquirlada es en realidad el Heraldo Talenel, quebrado tras cuatro mil quinientos años de tortura y que ha venido para advertir a la humanidad de la inminente Desolación. El Padre Tormenta le explica a Dalinar que con el regreso de Taln y la traición de los otros Heraldos, el Juramento está debilitado hasta casi la extinción. Navani pregunta si esto es lo que provocó la Traición, pero el Padre Tormenta dice que eso es un secreto más profundo y se niega a contar nada, asegurando que Dalinar y sus Radiantes abandonarían sus juramentos si lo conocieran, así como habían hecho sus predecesores. Dalinar le asegura que no abandonará sus juramentos bajo ningún concepto, pero el Padre Tormenta le dice que no puede estar seguro de ello y se niega a contar nada. A Dalinar le preocupa que no saberlo se vuelva contra ellos en un futuro, pero también es consciente que no puede hacer nada más al respecto que esperar.[55]
Poco después, Dalinar convoca una reunión con Navani y el resto de Radiantes, para hablar sobre todo lo que ha aprendido y las implicaciones que pueda tener para sus planes. Kaladin argumenta que los cantores comunes son inocentes y que en lugar de luchar contra ellos deberían centrar sus esfuerzos en los Fusionados. Jasnah señala que está siendo un ingenuo, y que los acontecimientos del pasado demuestran que no se puede llegar a un acuerdo pacífico con ellos. Kaladin menciona que Elhokar le ha pedido que lo acompañe en la misión de liberar Kholinar y rescatar a Aesudan y Gavinor. Dalinar le sugiere que se lleve a tres de sus escuderos, al rey y a Adolin como refuerzo, y vuele en la próxima alta tormenta hacia Kholinar para liberar y desbloquear la Puerta Jurada que hay en la ciudad. Jasnah interrumpe para decir que están pensando muy a corto plazo y que necesitan tener un enfoque más amplio. Dice que, si bien reconquistar Kholinar es un buen objetivo a corto plazo, necesitan idear un plan para hacer frente al problema de los parshmenios y los Fusionados. Les dice que su mejor opción es encontrar a los Heraldos y matarlos, enviándolos así de regreso a Condenación, con la esperanza de que esto reconstruya el Juramento y evite que los Fusionados se reencarnen con la tormenta eterna. Ante las protestas de Kaladin, ella argumenta que la alternativa es que exterminen a los parshmenios para que los Fusionados se queden sin anfitriones. Dalinar interrumpe su discusión y dice que aunque localizar a los Heraldos parece una buena idea, no conocen lo suficiente sobre la mecánica del Juramento para justificar el plan de Jasnah. Deciden que Jasnah se encargará de localizar a los Heraldos, mientras Kaladin entrenará a sus escuderos para ser exploradores aéreos y Navani investigará a los Deshechos. Luego mantienen una discusión más general sobre a qué otros reinos de Roshar deben aproximarse para intentar incluirlos en la coalición.[122]
“Que tienes demasiado buen culo. Los viejos no deberían tener el culo prieto. Significa que pasas demasiado, pero demasiado tiempo soltando espadazos o puñetazos a la gente. Deberías tener un culo viejo y fofo. Entonces confiaría en ti.”
—Lift explicándole a Gawx por qué no debería confiar en Dalinar[48]
En la siguiente alta tormenta, Dalinar le pide al Padre Tormenta que lleve al Emperador Yanagawn de Azir a la visión de la Última Desolación. Al comienzo de la visión, Dalinar se mantiene alejado del chico, derribando a soldados hostiles que se le acercan, y dejando que él experimente la visión por sí mismo. Observa en silencio como el joven emperador interroga a los soldados de la fortaleza de la Fiebre de Piedra en busca de una explicación a lo que está pasando. Ambos presencian como Jezrien anuncia que han derrotado a los Portadores del Vacío para siempre y que la guerra ha terminado. Dalinar se aproxima a Yanagawn y se presenta. En un primer momento, Yanagawn no cree que Dalinar le haya traído a una visión, sino que como emperador de Azir los Heraldos han elegido hablar a través de él. Dalinar ignora esta afirmación y utiliza la perspectiva del campo de batalla para justificar que necesitan trabajar juntos. Mientras se van alejando del campo de batalla, Yanagawn le explica a Dalinar lo que sus visires le han enseñado sobre Sadees, el Hacedor de Soles. Le contaron que cuando Sadees conquistó Azir masacró a la población. Dalinar intenta explicarle a Yanagawn que él es diferente a su antepasado, pero son interrumpidos por Lift que, para sorpresa del Padre Tormenta, ha entrado en la visión. Tras una breve charla, Yanagawn le dice a Lift que Dalinar está intentando convencerlo para que confíe en él. Lift le dice que no lo haga, coje al emperador del brazo, y desaparecen. El Padre Tormenta se queda conmocionado por lo sucedido y Dalinar se ve obligado a permanecer sentado en silencio el resto de la visión.[48]
Más tarde, cuando Renarin asiste a una reunión de escribas que, dirigidas por Jasnah y Navani intentan averiguar el funcionamiento de Urithiru, Dalinar se une a su hijo en una muestra de apoyo y en un intento de mejorar su autoestima.[33]
Más adelante, Dalinar tiene su primera experiencia de vuelo dirigido cuando Kaladin y sus escuderos los llevan a él y a Navani, Kadash, Elhokar y Rushu a los campamentos de guerra. El viaje tenía dos objetivos: que Kaladin pudiera probar el vuelo en grupo antes de su misión en Kholinar con Elhokar, y que Dalinar pudiera inspeccionar y evaluar la situación en los campamentos. Tras tomar tierra, la brillante Jasalai los guía en un breve recorrido por los campamentos y hablan sobre la logística de mantener la presencia alezi de forma permanente en las Llanuras. Cuando terminan, reciben un mensaje de Fen, a quién Dalinar había enviado a una de sus visiones sin supervisión, diciendo que está dispuesta a visitar Urithiru. Dalinar responde que le enviarán un Radiante para abrir la Puerta Jurada y llevarlos a la ciudad.[123]
Tras esto, Dalinar acude al monasterio del campamento para buscar al hombre loco que tienen allí retenido. En el monasterio mantiene una conversación con Kadash sobre lo que Kadash y el resto de la Iglesia Vorin harían si Dalinar pudiera demostrar que el Todopoderoso está muerto. Cuando Dalinar localiza la habitación en la que retenían al hombre, y no puede entrar, le pregunta al Padre Tormenta si puede usar la Tensión para entrar, a lo que él contesta que aún no está preparado. Dalinar sale del edificio y observa que alguien ha hecho un agujero en la pared con una hoja esquirlada. Cuando inspecciona la habitación, lo único que encuentra es un dardo envenenado con ruinaoscura. Dalinar hace que Kaladin use su hoja esquirlada para acceder a la sala de los archivos de los fervorosos y le cuenta su misión de ir a Ciudad Thaylen en la próxima tormenta. Le entrega a Navani los registros que ha recuperado de los fervorosos, así como el dardo envenenado, y regresan a Urithiru.[123]
“¿Honor? No, de verdad está muerto, como se te dijo. Yo soy el otro, Dalinar. Me llaman Odium.”
—Odium presentándose a Dalinar[74]
En la siguiente alta tormenta, Dalinar lleva a Navani, Jasnah, Yanagawn y a un grupo de sus visires y escribas a la visión Un camino hacia el sol. Jasnah señala que la visión parece haber tenido lugar durante la Falsa Desolación. Dalinar intenta explicarle al joven emperador lo que está sucediendo ante ellos, ya que el chico se muestra reticente a acercarse a la acción. Le explica a Yanagawn que lo ha llevado a esta visión para que, si no pueden unir sus fuerzas, al menos ellos dispongan de todo el conocimiento posible para que sus eruditos puedan estudiarlo. Yanagawn le explica que él no tiene ningún poder real, y que son los visires los que gobiernan de verdad el país. Dalinar deja que Yanagawn escuche el mensaje de Honor y observa cómo el emperador y sus compañeros se desvanecen. Pero para él, la visión no termina. Odium aparece ante Dalinar cuando la presencia del Padre Tormenta también se desvanece.[74]
“Dalinar lo miró, patidifuso, y luego alzó la vista hacia el anciano. En los ojos de Odium distinguió aquel fuego negro y violeta. Muy muy al fondo. El ser con el que estaba hablando Dalinar no era el dios, sino solo un rostro, una máscara. Porque si Dalinar tuviera que afrontar la auténtica fuerza que había tras esos ojos sonrientes, se volvería loco.”
—Dalinar sobre Odium[124]
Dalinar, pensando estratégicamente, intenta que Odium revele sus planes. Le pregunta a Odium por qué no puede dejar a Roshar en paz y marcharse. Odium pregunta si habla en serio y si tiene la Intención de liberarlo de sus ataduras y dejarlo libre. Le explica a Dalinar que si eso sucediera, lo primero que haría sería matar a Cultivación y destruir los restos de Honor, lo que alteraría de forma significativa su reino. Dalinar, por su parte, le pregunta si aceptaría un duelo de campeones, pero Odium lo rechaza, argumentando que no le compensa asumir ese riesgo sabiendo que en algún momento Dalinar lo liberará. Dalinar le contesta que ahora que lo ha visto en persona, no le tiene miedo. Odium sonríe y deja que Dalinar vislumbre una fracción de lo que realmente es. Cuando termina, Dalinar está tirado en el suelo, completamente abrumado, con Odium a su lado. Es entonces que Dalinar se da cuenta de que el hombre con el que está hablando no es más que una máscara del verdadero e infinito ser que es Odium. Sabe ahora que, si el verdadero poder de Odium se desata sobre Roshar, todo el planeta será destruido al instante. Odium siente algo cerca de ellos y le dice a Dalinar que volverán a encontrarse pronto. Cuando Odium se marcha, aparece Lift y le dice a Dalinar que intentará convencer a Gawx para que vaya a Urithiru.[124]
Dirigiendo Roshar (1174 - )
Diplomacia
Tras la vuelta de Kaladin y Shallan de Ciudad Thaylen, donde han desbloqueado la Puerta Jurada, Dalinar hace que Malata lo transporte a él junto con Navani y Taravangian a través del portal para reunirse con Fen. Cuando llegan, Dalinar se sorprende por el daño que la tormenta eterna ha causado en la ciudad. Cuando se reúne con Fen, ella se ofrece a mostrarle la ciudad.[30] Tras ver seis templos, Dalinar le dice a Navani que se está aburriendo y Navani le explica el por qué la reina Fen les está mostrando esos templos y Dalinar se da cuenta que, como líder, también debe ser diplomático. Cuando llegan al templo de Battah, Fen, tras una pequeña vacilación, los deja entrar para que vean el hospital de campaña que se ha establecido allí para atender a las personas heridas durante la tormenta eterna y la huída de los parshmenios. Taravangian le ofrece a Fen sus cirujanos y la reina acepta la ayuda. Dalinar intenta ofrecer a sus tropas para ayudar en la reconstrucción de la ciudad pero Fen no responde. Dalinar se da cuenta de que Fen no es la autoridad absoluta en Thaylenah, y que mientras los mercaderes de la ciudad sigan sospechando que quiere conquistar la ciudad, Fen no va a permitir que traiga a sus soldados.[78]
“No quiero quitarte la vida, hijo. No quiero tu ciudad ni tu reino. Si hubiera querido conquistar Thaylenah, no os habría ofrecido un rostro sonriente y promesas de paz. Eso ya deberías saberlo por mi reputación.”
Fen se despide de ellos diciendo que debe acudir a una reunión con su consejo. Mientras esperan, Dalinar decide provocar una pelea para demostrar que no tiene la intención de conquistar la ciudad. Comienza a hacer preguntas sobre la defensa de la ciudad a Kdralk, lo que desencadena la ira del muchacho. Dalinar le propone un duelo con espadas largas y con ventaja alternada, con Kdralk en primer lugar. Dalinar esquiva la espada del chico durante toda la pelea, hasta que finalmente permite que le golpee en el pecho. Dalinar se saca la espada y se cura con luz tormentosa. El muchacho le dice que es su turno de tomar la espada, pero Dalinar se niega a pelear diciendo que ya se había derramado sangre. Le dice a Kdralk que si hubiera querido conquistar la ciudad no estaría paseando por ella intercambiando cumplidos, habría traído un ejército. De repente, y para su sorpresa, siente una ola de vergüenza. Se da cuenta que este método de intimidación para salirse con la suya era el método del Espina Negra, no del Forjador de Vínculos. Se aleja de la multitud asombrada para estar solo con sus pensamientos. Mientras camina escucha una voz en su cabeza, la misma que escuchó en sus visiones, que le dice “Únelos”. Pero llega a la conclusión de que en este caso es diferente, esta vez son centenares de voces que le hablan a la vez. Está escuchando al spren del templo destrozado, que le traslada su deseo de estar completo de nuevo. Empieza a juntar las piedras del templo y a utilizar su Potenciación para fusionarlas de nuevo.[78]
“Los portadores de esquirlada no pueden defender terreno. [...] Fen, tengo Radiantes, sí, pero por muy poderosos que sean, no ganarán esta guerra. Y lo que es más importante, no alcanzo a ver lo que me falta. Por eso te necesito.”
—Dalinar a Fen[78]
Cuando Dalinar termina de recomponer la fachada frontal del templo, le pide a una escriba que escriba a Urithiru para que Renarin acuda a la ciudad. Para cuando Fen regresa, Kdralk y otros soldados han comenzado a juntar las piedras rotas para que Dalinar las pueda sellar de nuevo y personas curadas iban saliendo del hospital de campaña. Dalinar le explica que necesita su ayuda, ya que solos no pueden ganar. Le explica a Fen que necesita sus fortalezas para complementar las suyas. Dalinar la convence de que se una a él y a su coalición en Urithiru, y ella le da algún consejo sobre cómo convencer a los azishianos para que también se decidan a formar parte de la coalición.[78]
Dalinar decide entregar la hoja de Honor de Jezrien, que había mantenido escondida, al Puente Cuatro para que puedan practicar sus potencias mientras su capitán está fuera. Mientras recupera la hoja, mantiene una conversación con el Padre Tormenta sobre los Heraldos y su situación actual. El Padre Tormenta le dice a Dalinar que él no es como un Forjador de Vínculos corriente. Le dice que suyo es el poder que una vez blandió Ishar, quien antes de ser el Heraldo de la Suerte, lo llamaban Vinculador de Dioses. Le cuenta que sólo hay tres spren que hagan Forjadores de Vínculos, pero no le dice quiénes son. A continuación, Dalinar entrega la espada al Puente Cuatro, junto con las instrucciones de seguir con ella su entrenamiento.[77]
Tras esto, Dalinar va a sus habitaciones donde Navani y Fen le preparan para su visita a Azimir. Fen le da un paquete con los escritos que ella, Navani y Jasnah han preparado para la ocasión junto con una vinculacaña para comunicarse con la torre, y Navani le entrega una caja con su almuerzo. Mientras camina hacia la Puerta Jurada utiliza la Adhesión para poner fin a una pelea entre soldados de Sadeas y de Aladar. Dalinar toma nota del empeoramiento en los soldados de Sadeas y piensa en encontrar una solución para su desobediencia continua y las reyertas. Decide que, como medida temporal, puede enviarlos a Ciudad Thaylen para ayudar a reparar el daño de la tormenta eterna, con el objetivo de mantenerlos ocupados y alejados de los problemas. Jasnah lo transporta a través de la Puerta Jurada hasta Azimir, ya que Lift la ha desbloqueado para él.[77]
“—No eres lo que esperaba, Espina Negra —dijo Noura.
—¿Y qué esperabas?
—Un animal —respondió ella con sinceridad—. Una criatura que es medio hombre, medio guerra y sangre.
Algo de su frase lo afectó.«Un animal…» En su interior se estremecieron ecos de recuerdos.”
—Noura y Dalinar[37]
Cuando Dalinar llega a Azimir y sale del edificio de control de la Puerta Jurada, se ve rodeado por un contingente de soldados azishianos armados y blindados. Anuncia que va desarmado y entrega su primer ataque, un ensayo de cuatro páginas escrito por la reina Fen, en el que expone el valor económico de las Puertas Juradas. Mientras los visires y los vástagos leen el ensayo, Dalinar intenta, y consigue, usar la Adhesión Espiritual para efectuar una Conexión con un joven soldado que se le acerca, y poder así comprender lo que los azishianos están hablando. Los visires se dan cuenta de ello y quedan muy impresionados, pero después de unas deliberaciones, deciden que el ensayo de Fen no es lo suficientemente persuasivo. Al escuchar esto, Dalinar busca en su paquete y entrega a los visires el ensayo de seis páginas de Navani, que contiene esquemas y detalles de muchos de los fabriales que han desarrollado. Cuando aún leen el tratado de Navani, Dalinar les entrega el tercer y último ensayo, Veredicto, escrito por Jasnah. Los visires quedan extremadamente impresionados por la escritura de Jasnah, y los convence de llevar sus argumentos ante el Supremo y su consejo formal. Lo llevan a una sala de espera para que permanezca allí mientras ellos toman una decisión. Mientras Dalinar pasea por la habitación, Lift aparece y se come su almuerzo. Tras una conversación muy extraña con Lift, Noura regresa para comunicarle a Dalinar que ya han terminado. Le dice que si bien el ensayo de Jasnah es una obra de arte, al final fue el artículo de Navani, más sincero, lo que ha convencido a Azir de acudir a Urithiru y unirse a la coalición. Le dice a Dalinar que también se unirán a ellos los representantes de Emul,Tashikk,Yezier, Alm, Desh y Liafor. Cuando Dalinar vuelve a entrar en el edificio de la Puerta Jurada, Noura le dice que había esperado que Dalinar fuera más salvaje. Dalinar responde que ha cambiado respecto al hombre que una vez había sido. Esta conversación desencadena una ola de recuerdos que inundan a Dalinar. Los recuerdos de Evi y de lo que había sucedido en la Grieta lo abruman tanto, que cuando llega a Urithiru se derrumba en el suelo.[37]
Recuerdos recuperados
“Creían que estaba enfermo. Creían que su colapso en la plataforma de la Puerta Jurada lo habían provocado problemas del corazón, o la fatiga. Los cirujanos le habían recomendado descansar. Pero si dejaba de alzarse erguido, si se permitía doblegarse, temía que lo aplastaran los recuerdos. ”
—Dalinar reflexionando sobre la recuperación de sus recuerdos[125]
“Pero ahí está el sacrificio, ¿verdad? Alguien debe cargar con la responsabilidad. Alguien debe hundirse con ella, destruirse con ella. Alguien debe mancillar su alma para que otros puedan vivir. [...] El peso de la sangre de los perjudicados debe descansar en algún sitio. Yo soy el sacrificio. Nosotros, Dalinar Kholin, somos los sacrificios. La sociedad nos ofrenda para que vadeemos en aguas sucias y así otros puedan estar limpios. Alguien tiene que caer para que otros puedan erguirse.”
—Taravangian a Dalinar[125]
Tras ocho días escondido en sus habitaciones, torturado por los recuerdos de lo que hizo en el pasado, Dalinar regresa a la vida pública para unirse al grupo de personas que esperan noticias de Kholinar, ya que han recibido la noticia de que Kaladin y su grupo están intentando liberar la Puerta Jurada. Mientras observa a los ejércitos de dos altos príncipes esperando en la plataforma de la Puerta Jurada para ser transportados a Kholinar, Dalinar le pregunta al Padre Tormenta por qué se ha vinculado a un hombre que ha cometido tales atrocidades, pero el Padre Tormenta en un principio no entiende cuál es el problema. Dice que él también ha quemado ciudades, pero sí que es capaz de ver ahora la diferencia gracias al vínculo.[125]
Dalinar entra en la sala común donde los otros líderes están reunidos a la espera de novedades y se sienta junto a Taravangian, en el rincón donde el fabrial calefactor calienta la sala. Dalinar le agradece haber guiado a los azishianos en su recorrido por la torre, que llegaron el día anterior cuando Dalinar aún estaba convaleciente. Dalinar habla con Taravangian sobre la conversación que mantuvieron acerca de la moral y le pregunta cómo alguien puede vivir consigo tras tomar esa decisión. Taravangian le explica que, como líderes, forma parte de su deber asumir la responsabilidad por las injusticias que ocurren bajo su gobierno.[125]
Cuando la conversación entre ambos finaliza, reciben comunicación desde Kholinar de que la misión ha fracasado y que no han sido capaces de desbloquear la Puerta Jurada. Quien escribe al otro lado de la vinculacaña no informa de que ha sucedido con Elhokar, Kaladin, Shallan, Adolin y el resto del equipo, dejando a los residentes en Urithiru en las tinieblas, sin saber qué les ha podido ocurrir.[125]
Cuando llega el momento de la primera reunión entre todos los miembros de la coalición, Dalinar aún se siente angustiado y cansado por todo lo experimentado en Azir, y le pide a Navani que dirija la reunión por él. Durante todo el encuentro, Dalinar permanece sentado en su silla, observando imperiosamente a todos los presentes, pero participando muy poco en el debate. Cuando se toman un descanso, Navani se sienta junto a Dalinar y le dice que puede sentarle bien salir de la torre y visitar algún lugar nuevo. Deciden que Dalinar acuda a Vedenar a evaluar la situación antes de enviar tropas para ayudar a Taravangian y a su pueblo.[126]
“Dalinar tenía la impresión de haber sido cuatro personas en su vida. El guerrero sanguinario, que mataba donde se le señalaba y a Condenación con las consecuencias.
El general, que había fingido un distinguido civismo mientras, en secreto, anhelaba regresar al campo de batalla para poder derramar más sangre.
En tercer lugar, el hombre roto. El que había pagado por sus actos de juventud.
Y por último, el cuarto hombre, el más falso de todos. El hombre que había renunciado a sus recuerdos para poder hacerse pasar por mejor persona.”
—Dalinar reflexionando sobre su pasado.[49]
Mientras Dalinar recorre Vedenar intenta distraerse, pero es incapaz y su mente sigue divagando hacia lo que había sucedido en Rathalas. Navani se marcha con la esposa de un alto príncipe y Dalinar aprovecha para subir a un mirador para contemplar las ruinas de la ciudad por sí mismo. Mientras contempla las consecuencias de la guerra civil, le llega el olor del humo y escucha unos llantos fantasmales, las mismas cosas que recordaba haber sentido antes de acudir a la Vigilante Nocturna. Finalmente llega Taravangian para mostrarle una semiesquirla. Hablan sobre cómo se crean los fabriales y Dalinar, repentinamente abrumado por las implicaciones morales de “esclavizar” spren dentro de los fabriales, intenta cambiar de tema. Hablan sobre la ética de lo que Sadees, el antepasado de Dalinar, le había hecho a Roshar. Taravangian cree que estarían mucho mejor si Sadees hubiera tenido éxito en su cruzada de conquistar todo Roshar, ya que los habría dejado mejor equipados para hacer frente a los Portadores del Vacío como una sola fuerza. Dalinar no está seguro que esto sea motivo suficiente para justificar la matanza y la muerte que tal conquista hubiera provocado y concluye que, en cualquier caso, no pueden cambiar el pasado. Taravangian empieza a explicarle a Dalinar el mecanismo con el que los artifabrianos capturan a los spren en las gemas para crear fabriales, pero Dalinar se siente abrumado de nuevo y rápidamente pone fin a la conversación con el rey.[49]
Dalinar se dirige a los refugios para tormentas que se encuentran junto a la muralla para inspeccionar a las tropas, un proceso que parece calmarlo de nuevo. Al final de su inspección, llega a una tienda llena de soldados heridos. Uno de ellos, Geved, le relata a Dalinar cómo ha sido luchar en esta guerra civil. Mientras escucha la descripción que hace Geved de la batalla, reconoce que la Emoción ha tenido participación en ella, y empieza a sentir la Emoción dentro de él. Es la primera vez en mucho tiempo que Dalinar siente la Emoción dentro de él. Se da cuenta de que en las Llanuras Quebradas, cuando la Emoción había empezado a desvanecerse, no era porque él hubiera aprendido a imponerse a la Emoción, más bien ella lo había abandonado.[49]
“Si te conviertes otra vez en ese hombre, dejará de dolerte. De joven, hiciste lo que había que hacer. Antes eras más fuerte.
¿Esto es liderazgo? ¿Llorar cada noche? ¿Sacudirte y tiritar? Esos son los actos de un niño, no de un hombre.
Dame tu dolor.”
—Odium hablándole a Dalinar cuando intenta escapar de la Emoción.[49]
El autocontrol de Dalinar se viene abajo y se marcha corriendo, desesperado por alejarse de todo el mundo. Llega hasta las murallas de la ciudad y reflexiona sobre su pasado mientras recorre la fortificación. Es interrumpido por un soldado veden que quiere saber por qué un hombre alezi está espiando en sus murallas. Dalinar siente la Emoción bullir dentro de él, instándole a atacar al soldado. Sale corriendo intentando escapar de la Emoción, pero no funciona. Prueba a absorber luz tormentosa para alejarla, pero solo empeora. Mientras se dirige hacia la Puerta Jurada, tratando de reducir el paso y de mantener la cabeza erguida, escucha voces en su cabeza que le insta a renunciar a toda responsabilidad por lo que hizo. Perdido ya todo el control sobre sí mismo, se lanza a la carrera en un intento de llegar a la Puerta Jurada lo antes posible y escapar de allí. Pero cuando llega a la Puerta Jurada encuentra allí a Navani con un grupos de fervorosos que lo están esperando. Son vicarios, miembros del Santo Enclave de Valath, vestidos con túnicas azules y sosteniendo báculos ornamentados. Los fervorosos anuncian que ya no pueden tolerar más su afirmación de que el Todopoderoso ha muerto, y le declaran excomulgado y considerado anatema para toda la gente vorin. Cuando uno de los fervorosos empieza a enumerar sus herejías, Dalinar siente la Emoción alzarse en él, instándolo a matar al hombre. Dalinar huye, corriendo hacia el edificio de control, antes de causarle algún daño al hombre. Entonces Dalinar, ignorando las protestas del Padre Tormenta, alcanza el Reino Espiritual y fuerza algo en la Puerta Jurada, lo que permite activarla sin una verdadera hoja esquirlada.[49]
Dalinar emerge de la Puerta Jurada aturdido, ignorando a todo aquel que se le acerca. Mientras camina, oye la voz de Evi en su cabeza diciéndole que acepte quien es y que no trate de escapar de sí mismo. Consigue llegar a sus habitaciones y coge El camino de los reyes, pero no puede leerlo y por tanto no le sirve de ayuda. Deja caer el libro y, casi inconscientemente, se dirige a la habitación de Adolin. Rebusca en la habitación hasta que encuentra una botella de vino, un violeta de los fuertes, que Adolin guarda para las ocasiones especiales. Se da cuenta que cada vez está más cerca del hombre que era antes de visitar a la Vigilante Nocturna, pero decide que habrá valido la pena si eso significa que no está matando de nuevo. Entonces bebe de la botella.[49]
Tras tres días ahogando sus problemas en alcohol, Dalinar tiene un sueño muy extraño. Se despierta en una habitación que recuerda de una de sus visiones anteriores, pero no está exactamente igual a como él la recuerda. Intenta preguntarle al Padre Tormenta por qué lo ha llevado a esta visión, ya que habían acordado que con la intromisión de Odium las visiones eran muy peligrosas, pero no obtiene ninguna respuesta. Encuentra a Nohadon sentado justo detrás de él, en un escritorio cubierto de papeles. Dalinar asume que está escribiendo su obra maestra, El camino de los reyes, pero Nohadon lo corrige y le dice que simplemente está escribiendo una lista de la compra con los ingredientes que necesita para hornear pan shin. Nohadon percibe lo mal que lo está pasando Dalinar y se lo lleva con él al mercado para que se distraiga de sus problemas. Tras regatear con un comerciante, Nohadon le dice a Dalinar que aprendió a hornear pan shin de una mujer que lo hospedó cerca de Shin Kak Nish. Le dice a Dalinar que su vida, al igual que la vida de la mujer que le enseñó a hacer pan shin, es injusta.[76]
“Has pronunciado los juramentos, pero ¿comprendes el viaje? ¿Entiendes lo que requiere? Has olvidado una parte esencial, algo sin lo que no puede haber viaje alguno.”
—Nohadon a Dalinar[76]
Dalinar le explica los problemas que está teniendo para convencer a los monarcas de que se unan a la coalición, y que le gustaría poder obligarlos a escucharle. Entonces Nohadon le pregunta por qué no los está obligando si es por su propio bien, a lo que Dalinar responde que está intentando seguir el ejemplo de Nohadon en El camino de los reyes. Nohadon le explica que eso lo hizo después de intentar, y fracasar, obligar a la gente a trabajar con él. Hablan sobre como tener principios y ceñirse a ellos tiene un coste. Dalinar escucha golpes fuera del edificio, y cuando sale para comprobar que los está causando, se encuentra con una criatura inmensa de piedra. El tronador le tiende una mano esquelética a Nohadon, quien al tocarla con la suya, inmoviliza a la criatura. Nohan le pregunta a Dalinar por el significado de esta parte de su pesadilla, a lo que Dalinar responde que representa su dolor y su hipocresía. Nohadon le contesta que la hipocresía puede significar que una persona está en proceso de cambio, y que no es necesariamente algo malo. Estas palabras resuenan en Dalinar y recuerda que él mismo ya ha pronunciado esas palabras. Cuando se despierta, Dalinar se da cuenta que ha sido un sueño, no una visión, y de golpe le vienen a la memoria los recuerdos de la noche del funeral de Gavilar.[76]
Forjador de Vínculos
A la mañana siguiente, mientras Dalinar se afeita y se viste, va reflexionando sobre los acontecimientos de la noche anterior, tanto sobre el extraño sueño como sobre los recuerdos que ha recuperado. Reflexiona sobre lo intrincada que es la memoria humana, como personas diferentes recuerdan acontecimientos y personas de forma distinta, y cómo ha cambiado con el tiempo la percepción general de Gavilar. Dalinar extiende la mente hacia el Padre Tormenta y se siente aliviado al descubrir que el spren todavía está junto a él, ya que había temido que él lo abandonara por lo que hizo con la Puerta Jurada en Vedenar. Le pregunta al Padre Tormenta si ha sido el responsable del sueño de Nohadon, pero el Padre Tormenta no sabe nada de ese sueño, lo que confirma las sospechas de Dalinar de que había sido un sueño normal y no una visión. Sintiéndose renovado y algo recuperado de sus excesos con el alcohol, Dalinar sale de su habitación para averiguar qué están haciendo los demás.[6]
“Oh, Ruthar. Esta pelea no puedes ganarla. Jasnah ha meditado sobre este tema muchísimo más que tú. Conoce bien el terreno de batalla—
Tormentas, eso era.”—Dalinar pensando en la respuesta de Ruthar a Jasnah[6]
Encuentra a Taravangian fuera de su estudio, sentado junto al fuego y se lo lleva a la reunión sobre táctica que está teniendo lugar en la Galería de Mapas. Cuando llegan, Aladar, que en ese momento estaba dirigiendo la reunión, saluda a Dalinar y le pregunta si se encuentra mejor. Dalinar contesta que ha dedicado este tiempo a meditar e inmediatamente le pregunta por los planes militares. Pero Fen lo interrumpe, exigiendo saber qué le ha ocurrido y por qué los ha abandonado. Dalinar primero intenta excusarse argumentando que su excomunión de la iglesia Vorin le sentó muy mal, pero acaba admitiendo que no ha hecho lo correcto. Esto complace a Fen y al resto, y la reunión prosigue, retomando la cuestión sobre cómo fortificar Jah Keved. Mientras hablan sobre cómo defender las tierras próximas a los Picos Comecuernos, Navani entra en la habitación y Dalinar propone un descanso para considerar todo lo hablado hasta el momento.[6]
Dalinar agradece a Navani su apoyo durante su lucha interior, causada por los recuerdos que ha recuperado y por sus problemas con el alcohol. Tras esto, dirige su mirada al mapa de Roshar e intenta adivinar dónde será el próximo ataque del enemigo. Mientras aún está examinando el mapa, llega Jasnah y tiene una pequeña discusión con Ialai Sadeas, quien sabiamente decide dejar la discusión a un lado. Ruthar sí intenta responder a Jasnah, apelando a su herejía. Dalinar suspira y piensa que Ruthar no tiene ninguna posibilidad de ganar una discusión con Jasnah sobre un tema tan conocido para ella. Esto le da a Dalinar la idea, que expresa en voz alta, de que los Portadores del Vacío no atacarán Jah Keved, porque el terreno es demasiado familiar para el bando humano. La reunión se reprende de nuevo, y tras un proceso de eliminación, determinan que los cantores atacarán Ciudad Thaylen. Se ponen a revisar sus planes, y deciden que los marineros y barcos de Kharbranth y de Tashikk, junto con soldados alezi, acudan a Ciudad Thaylen para colaborar en la defensa de la ciudad.[6]
Al terminar la reunión, Fen se acerca a Dalinar y le pide que se retracte de su herejía para preservar la unidad y evitar un colapso religioso, pero Dalinar se niega. Tras salir de la reunión, Dalinar se encuentra con Kadash. Dalinar le explica que ha tomado la decisión de liberarlo a él y al resto de fervorosos a su servicio, para que no tengan que servir a un hereje, pero Kadash le dice que no lo haga. Kadash explica que su gente los necesita, aunque Dalinar crea que él no los necesita. A continuación, Kadash intenta convencer a Dalinar para que publique una declaración mostrando su apoyo a la Iglesia Vorin, aunque deje claro que él ya no tiene fe, pero Dalinar se aleja sin decir nada. Una vez se ha alejado lo suficiente de Kadash, Dalinar llama al Padre Tormenta y le pregunta si los Portadores del Vacío tienen un alto príncipe o algún otro tipo de líder. El Padre Tormenta responde que hay una y Dalinar pide al Padre Tormenta que organice un encuentro con ella en la próxima alta tormenta.[6]
Mientras esperaba la llegada de la alta tormenta examinando los estratos de la torre junto a Navani, llega un mensaje de la reina Fen, para anunciar que tiene pruebas de que los Portadores del Vacío están construyendo una flota de barcos cerca de Marat. Dalinar sugiere que la próxima reunión la celebren en Ciudad Thaylen, y en ese momento llega la alta tormenta y se adentra en la visión.[127]
“Sé fuerte, Dalinar. Tengo fe en ti, hasta cuando tú no la tienes en ti mismo. Aunque dolerá durante un tiempo, existe un final. En tu futuro aguarda la paz. Tienes que superar la agonía y saldrás victorioso, hijo mío.”
—Odium a Dalinar[127]
Dalinar aparece en el palacio que ya ha visitado en otras visiones, reemplazando a un guardia. Observa a Nohadon caminando junto a Venli. El Padre Tormenta le avisa que Odium es consciente de la visión y que llegará pronto. Dalinar decide aprovechar el tiempo al máximo y se acerca a Venli para hablar con ella antes de que sea demasiado tarde. Dalinar se presenta y le traslada su voluntad de hablar, pero Venli reacciona con hostilidad y rechaza todos los intentos de Dalinar de negociar una tregua. Mientras hablan, se escucha un ruido muy fuerte y la visión empieza a desmoronarse. Venli le dice a Dalinar que Él, Odium, es la verdadera razón por la que no puede haber ni negociación ni tregua. Que la única esperanza que les queda es rendirse a Odium y esperar que no los destruya. Un fuerte impacto los separa y Dalinar utiliza su potenciación para tocar a Venli y enviarla de vuelta.[127]
Cuando Venli se marcha de la visión, Dalinar siente que el poder de Odium lo está destrozando, siente que se disuelve en dolor. Cuando recupera los sentidos, Odium está a su lado. Odium le pregunta qué era lo que estaba viendo y reproduce la visión para verla. Odium le dice a Dalinar que conoce su dolor y él es el único que realmente lo entiende. Dalinar pregunta si puede haber paz y la respuesta de Odium es que habrá paz después de que Dalinar destruya Roshar y él lo reconstruya. Dalinar intenta pedir un combate entre campeones pero las palabras no le salen y se da cuenta de que no tiene la esperanza de luchar o derrotar a Odium. Odium le dice que aunque el dolor aún permanecerá un tiempo, debe superarlo, y que al final saldrá victorioso. Cuando termina la visión, Dalinar escucha al Padre Tormenta sollozar, por el precio tan alto que ha pagado por mantener a Odium alejado de la visión durante un tiempo.[127]
Dalinar llega a Ciudad Thaylen y se encuentra con Meridas Amaram, que le informa sobre el trabajo que han hecho sus hombres para asegurar la ciudad. Amaram intenta convencer a Dalinar para que le entregue el mando de la liberación de Alezkar, pero Dalinar le ordena que continúe con su trabajo en Ciudad Thaylen y Amaram se marcha. Después, habla con Fen sobre el problema de los mercaderes y los banqueros que están abandonando la ciudad, y con el Padre Tormenta habla sobre lo que Odium casi le había hecho al spren. El Padre Tormenta le reconoce que Odium lo podría haber Astillado pero que se contuvo por miedo a las represalias de Cultivación. Dalinar le pregunta quiénes son los otros spren Forjadores de Vínculos, y el Padre Tormenta le dice que la Vigilante Nocturna es uno de ellos, pero se niega a dar más detalles sobre el tercero, que dormita. Hablan sobre el estado de Honor en el momento de la Traición y Dalinar se marcha para acudir a la reunión.[128]
Mientras Dalinar aguarda al inicio de la reunión, escucha una voz en su cabeza que le dice Únelos, pero el Padre Tormenta insiste en que él no sabe quién está pronunciando esas palabras. Dalinar observa que la flota azishiana ya ha llegado a la ciudad y le pide a Yanagawn que le actualice el estado de sus tropas. Fen se hace cargo de la reunión y empieza por plantear la situación defensiva de su ciudad. Mientras los azishianos están detallando su código de normas para la coalición, Dalinar observa como Renarin abandona la reunión de forma precipitada y como una escriba entrega un fajo de documentos a Jasnah y Navani. El Padre Tormenta retumba en la mente de Dalinar y tiene la repentina sensación de que algo va mal, que les acecha un peligro inminente. De golpe, todas las vinculacañas de la habitación empiezan a parpadear y a escribir. Fen, que lee por encima del hombro de una de sus escribas, anuncia que la tormenta eterna acaba de llegar a Shinovar, cuatro días antes de lo esperado. Dalinar sugiere que es un buen momento para tomarse un descanso de la reunión, a lo que los demás se muestran de acuerdo. Dalinar se siente aliviado de que la noticia no haya sido tan terrible como se había temido, pero el Padre Tormenta le dice que aún hay más, que el desastre no ha llegado. Dalinar observa a Navani y Jasnah leer el mensaje que acaban de recibir, y se da cuenta que hay algo que aún no han compartido. Ellas le explican que ha habido un gran avance en la traducción del Canto del alba y que acaban de recibir una traducción del Eila Stele en la que se describe la primera Desolación desde el punto de vista de los cantores del alba. Cuando Navani termina de leer el fragmento que les ha llegado, Dalinar se muestra confundido por la descripción que hace el autor de los Portadores del Vacío como seres sin caparazón. Se da cuenta de que la persona que escribe no es un humano, es un parshmenio, y que los invasores fueron los humanos, no los cantores.[128]
“Esto es lo que temías. Un mundo que girara no por la fuerza de los ejércitos, sino por los intereses de escribas y burócratas.”
—Dalinar[128]
Taravangian se pone en pie y pide una explicación por las noticias que acaban de recibir, un sentimiento del que se hacen eco Fen y Noura. Dalinar intenta posponer este debate para tratar primero el tema de la tormenta que se avecina. Taravangian argumenta que, si bien puede ser una buena idea tratar primero el tema de la tormenta, le preocupa la revelación de que no tienen “la autoridad moral” en este conflicto. Fen responde que este tema a ella no le interesa, que ella quiere una explicación por el acuerdo del “alto rey” al que Dalinar había llegado con Elhokar antes de su partida a Kholinar, lo que permitiría convertir a Dalinar en un emperador. Dalinar objeta que llamarlo emperador es una exageración y Navani explica que simplemente se trata de un asunto interno de los alezi y que tienen preparada una explicación que publicarán en breve. Noura pregunta por los relatos de dos visiones de Dalinar no compartidas hasta el momento, en las que Dalinar se encuentra con el enemigo, Odium. Jasnah interviene para decir que todas estas informaciones surgiendo a la vez están claramente destinadas a ser un ataque coordinado contra ellos. Todos los monarcas empiezan a hablar a la vez y Navani y Jasnah intentan defender a Dalinar mientras él se hunde en su silla. Se da cuenta de que siempre ha temido vivir en un mundo gobernado por escribas y eruditos en lugar de uno gobernado por ejércitos y fuerzas militares, y que en este nuevo mundo alguien muy diestro acaba de superarlo.[128]
“En cualquier caso, ahora… lo comprendo como jamás lo hice antes. Los antiguos Radiantes no renunciaron a sus juramentos por mezquindad. Intentaban proteger el mundo. Les reprocho su debilidad, sus juramentos rotos. Pero también lo entiendo. Tú, humano, me has maldecido con esta capacidad.”
—El Padre Tormenta hablándole a Dalinar[129]
Dalinar abandona pronto la reunión y se dirige a sus habitaciones. Habla con el Padre Tormenta sobre todo lo que acaba de averiguar, quién le cuenta que estos descubrimientos, fueron los que llevaron a las generaciones anteriores de Radiantes a abandonar sus juramentos y desembocaron en la Traición. Dalinar promete al Padre Tormenta que no abandonará sus juramentos y que no permitirá que sus Radiantes los abandonen tampoco, pero el Padre Tormenta tiene sus dudas. Dalinar observa que los hombres del Puente Cuatro se dirigen a la Puerta Jurada. Al preguntarles el motivo de su marcha, Teft le responde que tras lo que habían escuchado no estaban seguros de si debían seguir luchando. Le dice a Dalinar que esperarán al regreso de Kaladin para conocer su opinión al respecto. Cuando se marchan, el Padre tormenta le dice a Dalinar que ahora, gracias al vínculo, puede comprender los motivos que llevaron a los antiguos Radiantes a abandonar sus juramentos.[129]
Dalinar se encuentra con la delegación azishiana mientras abandonan el templo donde se había mantenido la reunión y ve cómo se dirigen hacia el interior de la ciudad en dirección a los muelles. La mayoría de ellos ignora a Dalinar, pero Noura se detiene para explicarle las decisiones que han tomado. Le dice que, independientemente de la amenaza que suponen los Portadores del Vacío, las potencias que él y sus Radiantes ostentan son un peligro y no deben usarse. Le informa que van a regresar a Azimir con los barcos que Taravangian les ha prestado, para no tener que usar la Puerta Jurada. Cuando encuentra a Fen le pregunta si ella también va a abandonarle, pero ella responde que no le queda otra opción que aceptar su ayuda. Taravangian se acerca y se disculpa con él por revelar toda la información, alegando que había supuesto que todos los demás ya disponían de esa información. A continuación le informa que se ve obligado a abandonar a Dalinar y que no puede mantenerse a su lado, aunque no explica el por qué. Dalinar intenta razonar con él para que se quede, pero Taravangian se marcha de todos modos. El Padre Tormenta le dice a Dalinar que le ha estado ocultando toda esta información por su propio bien, ya que mentirse a uno mismo es algo que los hombres saben hacer muy bien. Dalinar intenta responder a esto, pero el Padre Tormenta le interrumpe diciendo que él, Dalinar, ha estado mintiéndose durante los últimos seis años, intentando vivir en la mentira de no haber asesinado a Evi. Dalinar no sabe qué responder a esto y, sintiéndose abatido, regresa a su mansión.[129]
Batalla de la Explanada Thayleña
“¿Cuál es el paso más importante que puede dar alguien? ”
—Dalinar Kholin[25]
Cuando la tormenta eterna empieza a llegar a la ciudad, Dalinar se sorprende al observar que las fuerzas de Odium han navegado durante la tormenta y están llegando a la ciudad. Cuando finalmente llega a la ciudad, la tormenta deja de moverse y se establece sobre ella, y los cantores empiezan a desembarcar de sus barcos. Mientras Dalinar observa a las tropas de Amaram salir al de la ciudad para tomar el terreno entre la bahía y la ciudad, escucha al general Khal solicitar más tropas alezi a Urithiru, pero se da cuenta de que no llegarán a tiempo para ayudar. Dalinar coge su copia de El camino de los reyes y sale hacia la ciudad.[25]
Dalinar se abre paso por la ciudad, esquivando a civiles mientras camina, y de golpe siente que la Emoción lo invade. Tras una breve lucha interna, Dalinar rechaza a la Emoción y continúa su camino, pero un tronador lanza una roca gigante contra Dalinar, arrojándolo contra una pared. Consigue salir usando luz tormentosa y observa como el tronador está destrozando la Reserva Thayleña de Gemas, lo que permite que varios Fusionados entren el edificio. Dalinar toma la decisión de investigar este extraño comportamiento, y observa como los Fusionados atacan un palanquín ocupado por una chica joven y corre en su ayuda. Cuando llega a su lado, los Fusionados se marchan con un bulto, y la chica le cuenta que se han llevado un gran rubí que estaba almacenado en la Reserva. Dalinar gira el cuello para mirar al tronador, que se está retirando, y es capaz de ver, a través de un agujero en la muralla de la ciudad, que los soldados de Amaram tienen los ojos de color rojo brillante: han cambiado de bando.[130]
Dalinar atraviesa el agujero en la muralla hacia los escombros. Lift aparece junto a él y Dalinar le da instrucciones para que recupere la Lágrima del Rey de manos de los Fusionados que la han robado. Cuando Lift se marcha, Odium se materializa entre los soldados y camina hacia Dalinar acompañado por Amaram, Venli, Yelig-nar y varios Fusionados. Tras dar instrucciones a los tronadores, Odium se dirige a Dalinar y le anuncia que ha llegado el momento.[46]
Los soldados de Amaram rodean a Dalinar por los dos lados y entran en la ciudad, pero Dalinar los ignora mientras pasan por su lado. Dalinar empieza a desesperar al pensar que nunca podrá derrotar a Odium, una entidad inmensa y demasiado poderosa para ser destruida. Luego recuerda las palabras de Honor en una de sus visiones, sobre intentar convencerlo de nombrar un campeón. Dalinar se dirige a Odium y le exige un combate entre campeones. Le dice a Odium que matar a los humanos no lo va a liberar de Roshar y le ofrece esa libertad si gana el duelo, pero si el vencedor es el campeón humano, Odium deberá permitir que los humanos vivan. Odium advierte a Dalinar que como Forjador de Vínculos puede ofrecerle ese acuerdo, por lo que debe estar seguro que es lo que verdaderamente desea. Esto hace que Dalinar vacile, pero tras pensarlo Dalinar le dice que sí, que es lo que desea hacer y Odium acepta. Dalinar le pregunta a quién ha elegido como campeón, si se trata de Amaram, pero Odium contesta que Amaram no es lo suficientemente fuerte para esta tarea. De pronto la Emoción regresa a Dalinar, más fuerte que nunca, y Odium le explica a Dalinar que lo ha estado preparando toda su vida para este propósito y que está seguro que Dalinar tomará la decisión correcta.[46] Dalinar intenta decirle a Odium que está equivocado, pero en lugar de responder, Odium le pregunta qué diría Evi. Dalinar escucha la voz de Evi, llorando y gritando mientras se quema hasta morir en Rathalas. Odium le dice que la muerte de Evi no es culpa suya, que él había hecho que Dalinar la matara.[54]
“Cúlpame a mí, Dalinar. ¡No eras tú! ¡Veías rojo cuando hiciste esas cosas! Fueron culpa mía. Acéptalo. No tienes por qué sufrir. Déjame el dolor a mí, Dalinar. Entrégamelo y no vuelvas a tener remordimientos jamás.”
—Odium a Dalinar[54]
Odium empieza a mostrarle a Dalinar imágenes de acciones que llevó a cabo en el pasado bajo el influjo de la Emoción y le repite una y otra vez que todas las cosas que ha hecho no han sido culpa suya, pero Dalinar se aprieta El camino de los reyes contra el pecho y se niega a ceder. Odium lo envía de vuelta a sus recuerdos de lo que sucedió en la Grieta. Dalinar suplica clemencia pero Odium le dice que seguirá reviviendo estos sucesos hasta que admita que no fueron culpa suya. Un fogonazo de luz le quita el libro de las manos a Dalinar y Odium califica a su autor, Nohadon, como un hombre muerto que fracasó hace mucho tiempo. Dalinar cae de rodillas y escucha, en el fondo de su mente, al Padre Tormenta sollozar. Dalinar intenta apartar la mirada de la visión, pero le es imposible porque mire donde mire la visión está presente. Intenta pensar en algo que lo distraiga de su dolor, pero lo único que encuentra es la Emoción. Recuerda como siempre ha necesitado la Emoción para seguir adelante. Dalinar se desploma y escucha otra vez el llanto de Evi, y piensa que nunca la mereció. Mientras llora, el sonido del llanto del Padre Tormenta se desvanece de su mente cuando Odium aparta al spren y los separa, dejando a Dalinar sintiéndose solo. Odium se arrodilla junto a Dalinar y le dice que no está solo y que nunca lo ha estado, porque Odium siempre ha estado con él. La Emoción vuelve a rugir dentro de él y Dalinar piensa que ha sido, de la misma forma que Amaram, un fracaso. Una capa de honestidad había ocultado al asesino que mató a mujeres y niños, todo bajo una fachada de honor. Mientras Odium le suplica que se deje llevar y le entregue su dolor, Dalinar tiembla de dolor y araña el suelo pensando en cómo le ha fallado a su familia. Llega a la conclusión de que no puede vivir con todo ese sufrimiento y se arranca las uñas para distraerse con el dolor que se causa. Pero esto no le ayuda a calmar el tormento de su alma, de aceptar quién realmente es.[54]
Odium anuncia a todos los cantores que están observando que ya está hecho y que Dalinar será ahora su líder. Los Fusionados se quejan de que les está obligando a seguir a un humano pero Odium los amenaza con reclamar el poder que los mantiene con vida y retroceden en sus quejas. Amaram se acerca y le entrega a Odium la vaina vacía de Sangre Nocturna y Odium le entrega una piedra preciosa a Amaram y le ordena que se la trague para poder vincularse a Yelig-nar. Amaram pregunta si en algún momento se le permitirá matar a Dalinar y Odium le contesta que podrá hacerlo siempre y cuando Dalinar no lo mate primero.[54]
Odium se dirige a Dalinar y le dice que el dolor ya ha desaparecido y que es el momento de que reclame su posición como líder de sus fuerzas. Dalinar se retuerce de dolor, le duele pensar o respirar, pero siente como algo se mueve dentro de su puño, y cuando lo abre encuentra un único glorispren. Esto desencadena un pensamiento en Dalinar. Se da cuenta que el paso más importante que puede dar un hombre es siempre el siguiente. Agonizando y tembloroso, Dalinar obliga al aire a entrar en sus pulmones y pronuncia una sola frase.[54]
“¡NO PUEDES TENER MI DOLOR!”
—Dalinar a Odium[53]
Odium retrocede sorprendido cuando escucha lo que Dalinar acaba de decir. Dalinar se pone en pie y le grita a Odium que había sido él quien había matado a la gente de Rathalas, no había sido Odium. Le dice que a pesar de que Odium estuvo presente, fueron sus decisiones lo que provocaron la muerte de Evi. Declara que acepta la responsabilidad por lo que ha hecho y que Odium no se la puede arrebatar. Mientras Dalinar le está gritando a Odium, multitud de glorispren se han ido congregando alrededor de Dalinar, y giran en torno a él. Odium le pregunta a Dalinar qué espera ganar quedándose con ese dolor. Pero Dalinar responde que si finge que no ha hecho todas esas cosas, significa que no puede haber crecido para convertirse en mejor persona. Dalinar siente una ligera calidez en su interior, una sensación que ya ha sentido en otra ocasión, y escucha las palabras Únelos resonando en su mente. Dalinar dice que no puede haber viaje si no tiene un principio. En su mente suena un trueno y siente que el Padre Tormenta regresa a él, sorprendido y asustado por lo que está sucediendo. Entonces Dalinar jura el Tercer Ideal de los Forjadores de Vínculos:[53]
“Aceptaré la responsabilidad por lo que he hecho. Si debo caer, cada vez me alzaré como un hombre mejor. ”
—Dalinar jurando su Tercer Ideal[53]
Dalinar vuelve a escuchar una voz en su mente que le dice Únelos y miles de glorispren se congregan a su alrededor formando una columna de luz dorada. Fuera de ella, Odium retrocede y en ese momento, parece más pequeño que nunca. Cuando la voz que le dice Únelos es más fuerte que nunca en su mente, Dalinar extiende su mano izquierda para aferrar el Reino Cognitivo y extiende su mano derecha para agarrar el Reino Espiritual.[53]
Venli se acerca a Dalinar y le pregunta qué es. Dalinar cierra los ojos y permanece con los brazos extendidos escuchando el silencio, pero una voz tenue se abre paso, la voz de una mujer conocida para él[131] diciéndole que le perdona. Dalinar abre los ojos y le dice a Venli que él es Unidad. A continuación junta las dos manos e invoca la Perpendicularidad de Honor, una columna de luz que se extiende hacia el cielo. Odium le grita a Dalinar que “ellos” le mataron[53]
“Soy Unidad.”
—Dalinar a Venli[53]
Tras escuchar la voz de Evi perdonandolo, el dolor que hace tan poco ha prometido aceptar empieza a desvanecerse. Anonadado, El Padre Tormenta le dice que las Palabras de su Tercer Ideal son aceptadas. Odium se tambalea y lanza órdenes para que ataquen a Dalinar. Venli no se mueve, pero Amaram deja de protegerse los ojos de la luz y empieza a invocar su hoja esquirlada. Dalinar le dice a Amaram que aún puede cambiar, pero Amaram se golpea el pecho y le dice que nunca podrá perdonarse. Amaram descarga a Juramentada contra Dalinar pero una explosión de chispas lo lanza hacia atrás y de ella aparece Kaladin que utiliza a Syl para bloquear el ataque. Momentos después Shallan y Adolin también emergen de la columna de luz, para gran alivio de Dalinar. Cuando nadie más sale de la columna, Dalinar cierra los ojos y asume que Elhokar se ha ido para siempre.[53]
Dalinar abre los ojos de nuevo y la columna de glorispren empieza a desvanecerse lentamente mientras suelta los reinos y la Perpendicularidad se cierra. El poder se retira del interior de Dalinar, dejándolo exhausto. Observa que todas las gemas esparcidas a su alrededor han renovado su luz tormentosa, dejándolo a él y a sus Radiantes con una cantidad inmensa de luz para usar. El Padre Tormenta le dice a Dalinar que ha abierto un conducto directo hacia el Reino Espiritual y le pregunta cómo ha podido renovar las esferas. Dalinar contesta que la Conexión que tienen le ha permitido hacerlo. Que su vínculo es más fuerte que el que tuvo con Forjadores de Vínculos anteriores, ya que ahora Honor no está vivo.[53]
Kaladin, Jasnah, Renarin, Lift, Shallan y, para sorpresa de Dalinar, Szeth se congregan alrededor de Dalinar. Dalinar solo cuenta siete Radiantes, frente a los diez que había esperado. El Padre Tormenta le dice que mire más allá, y ve a Shalash y Taln caminando hacia él. Dalinar se da la vuelta y examina el campo de batalla. Odium se ha desvanecido casi por completo, pero aún quedan los Fusionados, Yelig-nar, Amaram con sus diez mil soldados y la Emoción, que se manifiesta como una enorme nube roja, situada en la explanada cerca del agua. Dalinar le pregunta al Padre Tormenta por qué solo nueve Radiantes han acudido a él, pero el Padre Tormenta desconoce el motivo por el que el décimo Radiante no ha venido.[53]
“El enemigo ha traído un palo muy grande a esta batalla, capitán. Voy a quitárselo.”
—Dalinar sobre la Emoción[53]
Kaladin pide órdenes a Dalinar y él observa como Amaram se remueve y sus soldados y los cantores empiezan a recuperarse. Dalinar decide que neutralizar la Emoción es una de las prioridades ahora mismo. Dalinar se da cuenta que el relámpago que le ha alcanzado antes, el que ha impactado en el libro, también ha roto el fabrial de su muñeca. Esto le da una idea sobre cómo lidiar con la Emoción.[53]
Dalinar le ordena a Renarin asegurar la Puerta Jurada y desbloquearla para traer a Ciudad Thaylen a los refuerzos que esperan en Urithiru. A Shallan le pide que cree un ejército hecho con tejido de luz para que los soldados de Amaram se entretengan. Le dice que deberían ser más fáciles de engañar al estar bajo la influencia de la Emoción. A Jasnah le encomienda la tarea de reparar el agujero de la muralla con su moldeado de almas. A Kaladin le pide que sea su guardaespaldas durante la batalla, y que lo defienda de Amaram. Le dice a Lift que se lleve a Szeth con ella y que consigan el rubí que los Fusionados han robado. Tras esto, Dalinar empieza a caminar hacia el agua y le dice a Kaladin que se dispone a terminar con la Emoción.[53]
Dalinar se aproxima a la bruma roja en la que se manifiesta la Emoción, se detiene y observa hacia el interior de la niebla. Ve rostros conocidos e imágenes familiares de asesinatos suyos del pasado. Puede oír el latido cálido de la Emoción, como el redoble de un tambor. Dalinar saluda a la Emoción y se adentra en la niebla.[132]
La Emoción reconoce a Dalinar y se alegra de verlo. Mientras camina por la niebla va viendo las imágenes de los momentos de su vida en los que la Emoción estuvo presente y de los momentos en los que se había retirado. Aprecia que la Emoción no tiene una intención real, y mucho menos una malévola, ya que la Emoción es simplemente el deseo y el impulso primitivo de luchar. La Emoción le devuelve todos los recuerdos de sí mismo que Dalinar odia. Pero aunque en una ocasión acudió a la Vigilante Nocturna para olvidar todo lo que había hecho, ya no quería desprenderse de esos recuerdos. Le dice a la Emoción que le da la bienvenida y que acepta todo lo que ha sido en el pasado. Su visión se tiñe de rojo y Dalinar le agradece a la Emoción haberle dado fuerzas cuando las necesitaba. Mientras se observa a sí mismo caminar hacia Rathalas para quemar la ciudad, Dalinar le dice a la Emoción que la comprende it.[132]
Tras unos instantes de dejarse llevar por el abrazo de la Emoción, Lift aparece y le entrega la Lágrima del Rey. Ella le pregunta para qué quiere ese pedrusco y Dalinar recuerda lo que Taravangian le explicó sobre cómo se creaban los fabriales, dándole al spren lo que más quiere y más familiar le resulta, con el objetivo de atraparlo dentro de una gema. Le explica a Lift que Shallan había asustado a Re-Shephir y pudo huir, pero no cree que la Emoción sea lo suficientemente inteligente para hacer lo mismo y que solo podrá ser derrotada por alguien que la comprenda muy bien. Dalinar levanta la gema y abraza la Emoción por última vez. Dalinar le agradece haberle dado fuerza cuando la necesitaba, y mientras la Emoción se arremolina cada vez más cerca de él, le anuncia que es el momento de que descanse. Cuando el Deshecho queda atrapado en la gema, la niebla empieza a desvanecerse, lo que provoca que los soldados de Amaram se detengan en medio del ataque y caigan de rodillas al suelo, vomitando, ya que acaban de perder la Emoción. El cielo empieza a despejarse mientras la tormenta eterna se retira y los Fusionados y los cantores se retiran a sus embarcaciones. Habían ganado la batalla.[132]
Dalinar regresa a la ciudad ayudado por Kaladin y Lopen, uno bajo cada brazo, y dejando un reguero de agotaspren a su paso. Navani corre a su encuentro y reemplaza a los hombres del puente el resto del trayecto. Mientras caminan, Dalinar le explica que estos dos meses de sufrimiento en los que ha ido recuperando sus recuerdos, eran justo lo que necesitaba sentir para enfrentarse a Odium. Le da las gracias a Navani por inspirarlo, contándole como el fabrial roto de su muñeca le había recordado cómo atrapar a los Deshechos. Le enseña a Navani el rubí que contiene a Nergaoul y le pide que lo mantenga a buen recaudo y aproveche para estudiar y averiguar por qué esa gema ha sido capaz de contener a un spren tan poderosos como un Deshecho. Por último, Dalinar le pide a Navani que le enseñe a leer y a escribir.[65]
Las secuelas
Más tarde, de vuelta en la ciudad, Dalinar acepta el agradecimiento de Fen y envían un mensaje a los azishianos para intentar explicarles todo lo sucedido. De camino a su mansión, Dalinar se detiene en el templo de Talenelat, reconvertido en punto de reunión para los generales. Se entretiene examinando los relieves dedicados al Heraldo que decoran el templo cuando llega Taravangian y le dice que ha traído a sus cirujanos para ayudar. Dalinar se lo agradece y le pregunta por qué los ha abandonado al enemigo. Taravangian le explica que dió por sentado que Dalinar caería y que lo tenía todo planeado para hacerse con el control de la coalición en sustitución del propio Dalinar. Cuenta que todo lo que ha hecho ha sido por el bien de Roshar. A pesar de todas las conversaciones que han compartido sobre filosofía, Dalinar se sorprende ante la crueldad de Taravangian. Dalinar se da cuenta ahora que Taravangian no llegó a ser rey de Jah Keved por casualidad y le pregunta cómo lo consiguió. Taravangian le explica que Dova les advirtió de la llegada de una Desolación y que él había buscado al Asesino de Blanco y le había dado instrucciones muy concretas sobre qué monarcas debía asesinar y en qué orden. Más tarde, cuando les llega la notícia de dónde están Cikatriz y Drehy con Gavinor, Dalinar carga a Kaladin de luz tormentosa y lo envía a buscarlos.[65][24]
De vuelta en Urithiru, Dalinar convoca otra reunión y pide a Shallan que conjure la ilusión del mapa de Roshar. Dalinar hace que Shallan pinte de diferentes colores las partes del mapa que representan a distintas fuerzas de Roshar: los cantores, los azishianos, las tierras de la coalición y las naciones neutrales de Shinovar y Tukar. Dalinar le pide a Shallan que le enseñe Kholinar y utiliza su conexión con el Padre Tormenta para ayudarle a crear la ilusión.[24]
Shallan explica que, según los informes de Kaladin, los cantores quieren recuperar sus tierra y no han venido para destruir Roshar. Le pregunta a Dalinar si no pueden permitir que los cantores se queden con Kholinar, pero Dalinar le dice que no pueden ceder. Dalinar argumenta que mientras Odium lidere a los cantores, no dejarán de luchar hasta que todos los humanos sean borrados del mapa. En ese momento, Dalinar saca a relucir el tema del traidor que hay entre ellos y hablan sobre quién puede haber abierto la Puerta Jurada y dejar entrar a los Portadores de Vacío a Urithiru.[24]
Dalinar opina que, ahora que la muerte de Elhokar está confirmada, necesitan elegir un nuevo rey para gobernar Alezkar. Adolin propone a Gavinor, ya que es el heredero del trono, pero Dalinar dice que el niño es demasiado joven para el liderazgo. Dalinar cree que deben preparar la coronación de Adolin para después de su boda con Shallan. Adolin elige ese momento para confesarle a su padre que él asesinó a Sadeas. Dalinar intenta restarle importancia y asegura que pueden resolver este inconveniente, pero Adolin insiste en que no es apto para el cargo y se niega a ser coronado. Dalinar explica que él necesita apartarse del poder de Alezkar para poder así liderar a los Radiantes. Shallan es la que propone coronar a Jasnah como reina de Alezkar, y el resto se muestra de acuerdo.[24]
Tras la boda de Shallan y Adolin, Dalinar vuelve a sus aposentos para continuar escribiendo su libro, con Szeth como único guardaespaldas. Desde que los integrantes del Puente Trece pasaron a ser escuderos de Teft, Szeth es el único guardia que tiene Dalinar. Juramentada, su antigua hoja esquirlada, está colgada en la pared desde que Roca se la devolvió para saldar una deuda. Dalinar permanece sentado en su escritorio, escribiendo, hasta que llega Navani y le ayuda con los pronombres. Dalinar reflexiona sobre lo mal parados que salieron los hombres vorin cuando decidieron entregar a las mujeres el arte de la lectura y la escritura y se quedaron para ellos el arte de la guerra. Navani le pregunta qué pensarán los fervorosos sobre que haya aprendido a leer y Dalinar le responde que ya lo han excomulgado así que no pueden hacerle mucho más. Ella le dice que tal vez los fervorosos decidieran abandonarlo pero Dalinar cree que no lo hará, y que puede que Kadash ya esté empezando a cambiar de opinión. Le explica que Kadash ha estado leyendo textos teológicos antiguos, en busca de una justificación para el vorinismo moderno y que, a pesar de que aún se niega a creerlo, en algún momento no le quedará más remedio que aceptar que Dalinar tiene razón. Dalinar está feliz por haber accedido a un nuevo mundo en el que puede leer cualquier libro por sí mismo y por todas las posibilidades que esto le ofrece. Dalinar alza la mirada hacia la hoja esquirlada que cuelga encima de él y escribe el título de su libro de memorias: Juramentada, mi gloria y mi vergüenza.[24]
La guerra continúa (1175 - )
Alianza con los Reshi
Seis meses después de la batalla en Ciudad Thaylen Dalinar se reúne con Ral-na, rey de los habitantes de Relu-na, y con su hijo Talik para negociar un tratado y que así la coalición cuente con aliados en el norte por si el enemigo empieza a interesarse por la región. Envía a Lopen a hablar con ellos primero para tranquilizarlos acerca de sus intenciones.[133]
Reclutando al Visón
Después de aprobar el plan de Kaladin de probar el Cuarto Puente volando a Piedralar para evacuar a todos sus residentes junto con el Visón y sus hombres, los Corredores del Viento llevaron a Dalinar y a Navani a recibir la aeronave mientras volaba de vuelta desde el Océano de las Aguas Hirvientes.[81] Cuando llegaron, Kaladin presentó a Dalinar a su padre, Lirin. Antes de partir, Kaladin advirtió a Dalinar de que había luchado contra un nuevo tipo de Fusionados ese mismo día y que creía que pronto volverían en mayor número. Dalinar recargó la luz de Kaladin y éste salió volando para avisar a los demás Corredores del Viento.[81]
Después de que Kaladin los dejara, Dalinar y Navani estaban discutiendo las habilidades de Forjador de Vínculos de Dalinar cuando el Visón se acercó sigilosamente y los interrumpió. Dalinar tuvo un breve intercambio con el general herdaziano sobre su pasado y Dalinar prometió utilizar el Cuarto Puente para evacuar a sus tropas de donde se escondían. Poco después, Lyn voló hacia Dalinar y Navani para informarles de que una gran cantidad de Fusionados se dirigía hacia ellos.[81] Durante la batalla que se libró, Dalinar invocó repetidamente su perpendicularidad durante breves periodos de tiempo, lo que dio a los Radiantes una gran ventaja en el combate.[80] Después de la lucha, Dalinar hizo que los Corredores del Viento les llevaran a él y a Navani de vuelta a la Puerta Jurada de Narak para que pudieran regresar a Urithiru, mientras el Cuarto Puente continuaba con su misión.[134]
Después de llegar a Narak, tomó un informe sobre la situación en las Llanuras Quebradas del jefe del batallón a cargo de la ciudad. Le dio instrucciones al oficial para que hiciera saber que Ialai se había suicidado y le dijo que podían comenzar una ocupación total de los campamentos de guerra.[40]
Duelo de campeones (1175)
Un año más tarde, Dalinar es conducido a una visión por Odium, en la que este establece las bases del duelo de campeones: En el décimo día del nuevo mes, cada uno de ellos nombrará a un campeón, el cual se dirigirá a la cumbre de Urithiru, permitiéndoles llegar ilesos por parte de ambos lados, y luchará a muerte. Si gana el campeón de Dalinar, Odium devolverá Alezkar y Herdaz a la coalición, cumpliendo así el juramento de Dalinar a el Visón. Si gana el campeón de Odium, se queda esas dos naciones y Dalinar pasará a servir a sus intereses en el Cosmere como Fusionado. En ambos casos, Odium permanecerá atado al sistema roshariano, pero mantendrá las tierras que ha conquistado y será capaz de enviar agentes a lo largo y ancho del Cosmere, y ambos líderes deberán mantener la paz lo mejor que sepan. [135] Además, algunas de las protecciones específicas para Hoid, incluidas en la propuesta inicial de Dalinar, parecen seguir en vigor.[136]
Relaciones
Evi
“Odio lo que te hace esto. Veo belleza en ti, Dalinar Kholin. Veo a un gran hombre que forcejea contra uno terrible. Y a veces, se te pone esa mirada en los ojos, un vacío espantoso y aterrador. Como si te transformaras en una criatura sin corazón que devora almas para llenar ese vacío, arrastrando una estela de dolorspren. Me quita el sueño, Dalinar. ”
—Evi[4]
A menudo, la relación que mantiene Dalinar con Evi es tensa, en parte debido a que se trataba de un matrimonio político. Él la quería, pero sentía que ella era demasiado buena para él. Evi odia la forma en que Dalinar mata sin piedad, y muchas veces terminan peleándose, y ella llorando. Dalinar intenta evitar el tema de sus matanzas siempre que puede, pero evitar las discusiones solo empeora las cosas. Evi tiene una preocupación profunda por él, y a pesar de que no puede soportar la violencia, constantemente quema oraciones tanto por él como por sus víctimas.[4] Cuando Dalinar está a punto de marchar sobre la Grieta para destruirla, Evi se cuela en la ciudad para intentar encontrar una solución pacífica a través de la diplomacia. Dalinar mata a todos los mensajeros que salen de la Grieta y con ello no se da cuenta de que Evi está en la ciudad. Tras arrasar y quemar toda la ciudad, y a Evi con ella, se da cuenta de lo que acaba de suceder y lo atormentan la culpa y el dolor, y lo persiguen tanto los gritos de ella como los de los habitantes de la Grieta, probablemente por el mismo efecto que hizo que Szeth escuchara voces.[17][137] Su dolor lo lleva a visitar a la Vigilante Nocturna, y su maldición es olvidar a Evi y todo lo que está relacionado con ella. La olvida por completo durante años, incapaz de escuchar su nombre cuando alguien lo pronuncia o ver imágenes de ella.[22] Finalmente, y pasado un tiempo, recuperó todos sus recuerdos de ella.[17]
Casa Kholin
La relación de Dalinar con su familia es compleja. Idealiza a su hermano y, cuando era más joven, a menudo estaba dispuesto a hacer sacrificios por él. Sin embargo, también lo envidiaba mucho, especialmente cuando se trataba de la esposa de Gavilar, Navani, aunque estos instantes de envidia normalmente iban acompañados de un intenso sentimiento de vergüenza.[15]
Adolin
Aunque al principio descuidó a sus dos hijos, muy pronto Dalinar empieza a querer mucho a Adolin. Adolin siempre ha sido un luchador nato, y cuando era niño participaba en las reuniones de Dalinar para aprender, y Dalinar disfrutaba teniéndolo cerca. Desde el incendio de Rathalas hasta poco después del descubrimiento de los parshendi, despreciaba a Renarin debido a que le recordaba a Evi.[20]
Tras visitar a la Vigilante Nocturna y olvidarse de Evi, Dalinar prepara a Adolin como su sucesor, inculcándole los Códigos desde su juventud. Luchan codo con codo en múltiples ocasiones y confían el uno en el otro. Cuando Dalinar empieza a tener visiones del Padre Tormenta, Adolin al principio duda de él, pero pronto cree a su padre y se convierte en uno de sus más firmes partidarios.
Dalinar tiene dificultades para seguir el ritmo de la tumultuosa vida amorosa de su hijo, ya que nunca es capaz de saber con quién está en cada momento.[7]
Adolin siente una compleja mezcla de adoración por el héroe y agotamiento con Dalinar. Cree que es un hombre profundamente sabio, y siente ira hacia aquellos que se burlan de él y no le muestran respeto.[7] Al mismo tiempo, juzga la adhesión de su padre a los Códigos de Guerra alezi, y siente que ha dejado de ser el guerrero que una vez fue. Sin embargo, sigue estas órdenes sin cuestionarlas, a pesar de sus sentimientos al respecto.[7] Con el tiempo, sin embargo, Adolin llegó a comprender el sentido de los Códigos y a apreciar la fidelidad de su padre a ellos.[64]
Culpa de todo esto a sus delirios, pero no le odia por ellos; simplemente cree que está perturbado, y que se estaba volviendo loco y perdiendo el juicio.[7] Uno de los motivos de su enfado cuando la gente le insultaba provenía de su creencia de que estaba perdiendo la razón, era injusto e inconcebible que se ensañaran con él cuando se encontraba en tal estado.[7] Sentía una profunda envidia por aquellos que habían podido ver a Dalinar en su mejor momento,[7] aunque estos sentimientos probablemente cambiaron al enterarse de lo que había hecho como Espina Negra.[138]
Más adelante, y tras la muerte de Elhokar, Dalinar quiere que Adolin sea el nuevo rey. Adolin se niega a aceptar el cargo porque no cree que sea la persona adecuada para llevar la corona. Su padre no entendió la decisión y se enfureció cuando Adolin admitió haber asesinado a Sadeas.[24] La publicación de las memorias del Espina Negra, incluida la confesión del papel de Dalinar en la muerte de Evi, provocó una mayor brecha entre Adolin y su padre. Adolin aún ama y respeta a su padre, pero no puede perdonarlo por haber matado a su madre. Lentamente, el joven alto príncipe se va dando cuenta de que tiene un código moral diferente al de su padre.[138] A pesar de ello, Adolin se mantiene leal y no quiere defraudar a su padre fallando en la misión con los honorspren.[139]
Renarin
“¿Y a Renarin? Dalinar, tienes dos hijos, por si lo habías olvidado. ¿Te preocupa siquiera la enfermedad del niño, o no significa nada para ti ahora que no puede hacerse soldado? ”
—Evi[86]
Desde el principio, Dalinar prestó mucha menos atención a Renarin que a Adolin, ya que por la condición del chico nunca podría ser un buen luchador.[20] A menudo, Dalinar le sugiere a Renarin que se convierta en un erudito o en un fervoroso. Desde el incendio de Rathalas hasta poco después del descubrimiento de los parshendi, despreciaba a Adolin debido a que le recordaba a Evi.[20]
Más adelante, Dalinar se vuelve más amoroso y comprensivo, y alienta a su hijo. Dalinar le entrega a Renarin una hoja y una armadura esquirlada, para que pueda defenderse si surge la necesidad.[115][62] Después de que Renarin se convierta en un radiante, Dalinar empieza a apreciar sus habilidades curativas como algo de mucho valor y ve que Renarin es realmente fuerte, aunque de una forma diferente a la que él había pensado. Dalinar siente vergüenza del trato que le ha dado a Renarin y empieza a tratarlo con más respeto. [28][33]
Intenta proteger a Renarin de diversas formas de insultos y burlas, ya sean malintencionadas o de buena fe.[7][33] Esto se debe en parte a que piensa que es demasiado frágil, algo que Sagaz le reprochó.[7] Le enfurece que la gente se refiera a Renarin como un inútil por su incapacidad para luchar adecuadamente en la guerra, y esas afirmaciones le provocan una ira casi asesina.[60][62] A pesar del respeto que siente por él, duda de su capacidad para luchar debido a su epilepsia, y tiende a seguir considerándolo simplemente «un chico», incluso después de que se haya convertido en un hombre.[62]
Cuando Renarin acude a las reuniones de eruditos en Urithiru, a menudo Dalinar se une para mostrar apoyo a su hijo y para disipar la idea de que está actuando de forma poco masculina.[33] Dalinar y Renarin comparten un vínculo por el hecho de que ambos experimentan visiones en contra de su voluntad. Tras enterarse de lo que ocurrió con su madre, Renarin elige culpa a Odium de ello en lugar de a Dalinar, para no perderlo a él también.[140]
El propio Renarin se sintió herido al descubrir que su padre fue quien mató a Evi. Pero, como no quería perder a otra persona importante para él, decidió culpar a Odium de su muerte.[140]
Gavilar
Amaba y respetaba profundamente a su hermano, tanto que se negaba a permitir que le criticaran,[141] y le presentaba a gente que creía que debía conocer.[11] Aunque le respetaba profundamente, sentía rabia por la forma en que, a sus ojos, le había arrebatado a Navani; una vez se enfadó lo suficiente como para plantearse matar a Gavilar para poder estar con ella, aunque no llegó a intentarlo.[15] Lo amaba, pero al mismo tiempo sentía hacia él unos celos profundos y amargos, y siempre se sintió, y aún se siente, eclipsado por él.[62]
La muerte de Gavilar le dejó profundamente conmocionado.[21] Se culpó por su muerte, sintiendo que si hubiera seguido los Códigos de Guerra alezi habría podido estar allí para protegerlo.[7] Este sentimiento de culpa fue uno de los principales motivos por los que decidió acudir a la Vigilante Nocturna, y ayudó a iniciar su cambio para convertirse en una persona mejor.[21] Una de sus motivaciones para ser tan protector con Elhokar, y esforzarse tanto por guiarlo para que se convierta en un rey mejor, tiene su origen en su culpa, y en que ve a Elhokar como una parte que queda de su hermano.[60]
Quiere conservar su legado, no quiere dejar que el poder de la casa Kholin sobre Alezkar que él y su hermano construyeron se derrumbe debido a luchas internas y a la incompetencia de Elhokar.[7]
El propio Gavilar sentía afecto por Dalinar y, después de que su madre muriera y su padre sufriera una lesión cerebral y quedara incapacitado para cuidar de ellos, asumió una especie de papel paternal sobre Dalinar.[6] Sin embargo, a pesar de este afecto, al final lo trató como poco más que una herramienta.[142]
Elhokar
Tras la muerte de Gavilar, Dalinar se vuelve muy protector con Elhokar, jurándose a sí mismo no dejar que el chico sufra ningún daño.[41] Con el tiempo, su tendencia a tomar el control comienza a tener prioridad, y sin hacerlo a propósito, empieza a arrebatarle el reino a Elhokar de las manos. Aunque Dalinar no está contento con esto, una vez se da cuenta de ello no hace ningún esfuerzo por frenarse a sí mismo y a menudo impone su voluntad a su sobrino.[28][23] Ve rasgos de Gavilar en Elhokar; sin embargo, esto es raro.[103]
Jasnah
La relación de Dalinar con Jasnah es probablemente la mejor entre sus familiares. Su relación se afianza gracias a El camino de los reyes tras el asesinato de Gavilar, y siempre respetan las opiniones y conocimientos del otro.[21] Se consolaron mutuamente por la muerte de Gavilar, encontrando alivio el uno en el otro.[21]
Dalinar considera que Jasnah es la persona en quien más puede confiar de su familia, y a menudo deseaba que hubiera viajado con él a las Llanuras Quebradas.[90] Jasnah también está siempre dispuesta a ayudar a su tío, ofreciéndole consejos sinceros cuando los necesita.[74] Tras su campaña en Emul, Dalinar le pide a Jasnah que escriba el subtexto de Juramentada. Ella acepta, pero promete no contenerse en nada.[143]
“Mi corazón lo tienes siempre. ”
—Dalinar[144]
Dalinar y Navani están profundamente enamorados el uno del otro. Lo han estado durante décadas, sin embargo inicialmente Navani eligió a Gavilar. Aunque es posible que esto se deba a que Gavilar era un mejor partido, Navani asegura que Dalinar de joven le asustaba por su intensidad.[44] Dalinar nunca deja de beber los vientos por Navani, ni tras su matrimonio, y en una ocasión casi mata a su hermano por la posibilidad de estar con Navani.[15] Se separan poco después de la muerte de Gavilar, ya que Navani se queda en Kholinar para vigilar a Aesudan.[145]
Cuando se reúnen de nuevo, Dalinar es un hombre nuevo que intenta mantener la tradición vorin, que postula que su cuñada debe ser como una hermana para él. Navani, sin embargo, tiene otro criterio y empieza a coquetear con él desde el primer momento, para sobresalto de Dalinar.[145] Con el tiempo Dalinar se rinde y ambos empiezan una relación formal que se hace pública cuando Dalinar se lo comunica a Elhokar.[141][23] A partir de ese momento forman un equipo unido y eficaz, trabajando tanto en las visiones de Dalinar como en la política de la guerra.[96] Si bien su relación generalmente se considera un escándalo, la traición de Sadeas la eclipsa hasta que ya es aceptada como una nueva normalidad.[97] Más adelante, ambos deciden dar un paso más y como ningún fervoroso vorin quiere ayudarles, el Padre Tormenta es el encargado de unirlos en matrimonio.[38]
Dalinar suele estar dispuesto a compartir sus secretos con Navani, de hecho, es a la única persona a la que ha confesado que no puede recordar a Evi y es a la persona a la que recurre cuando busca a alguien que registre sus visiones.[38][16] Sin embargo, no parece estar dispuesto a contárselo todo, como por ejemplo los detalles de los acontecimientos en la Grieta cuando los recuerda de nuevo, probablemente por miedo a alejar a Navani con su relato.[126]
Durante el período que Dalinar está inapacitado, Navani lidera la coalición y toma el relevo hasta que Dalinar puede retomar su trabajo.[146][126]
Torol Sadeas
Su relación con Sadeas es una mezcla muy complicada de respeto, odio, objetivos mutuos y recuerdos de su amistad formal.
Antes del asesinato de Gavilar, eran muy amigos y trabajaron juntos para conquistar Alezkar. Dalinar, un hombre cruel él mismo, no consideraba a Sadeas equivocado por su sed de sangre y su total desprecio por la vida de sus hombres.[60][62][14]
Tras el asesinato en 1167, su relación se fracturó y quedaron como enemigos acérrimos. Desprecia a Sadeas por su crueldad, y también le culpa por no estar con Gavilar cuando fue asesinado.[60][62] Al mismo tiempo, ambos están unidos bajo el objetivo común de proteger a Elhokar, viéndolo como el único recuerdo que queda de Gavilar, aunque sus métodos para hacerlo difieren radicalmente.[62] A pesar de que intentan trabajar juntos, está dispuesto a romper cualquier relación positiva restante para proteger el honor y la dignidad de Renarin cuando Sadeas le insulta.[60]
Dalinar disfruta mucho viendo a Sagaz atormentar a Sadeas.[60]
Sagaz
Sagaz le cae bastante mal y le parece muy raro.[7][60] Sin embargo, se descubre apreciándolo cuando se burla de Sadeas.[60]
Sagaz es muy consciente de ello y tiende a perturbarlo a propósito como una broma.[7] A pesar de ello, no parece odiarle y le da consejos con gusto.[7] El propio Sagaz creía que Dalinar probablemente formaba parte de los Hijos de Honor, y que Gavilar le había confiado sus planes y conocimientos del Cosmere. Aunque más tarde se demostró que estas sospechas eran incorrectas.[63][147]
Citas
““Así que hoy tus hombres y tú os sacrificasteis para comprarme dos mil seiscientas vidas sin precio. Y todo lo que tuve que hacer para reparar la deuda fue una sola espada sin precio. Yo diría que es una ganga. ”
—Dalinar a Kaladin[23]
“He estado tratando a los otros altos príncipes y sus ojos claros como a adultos. Un adulto puede coger un principio y adaptarlo a sus necesidades. Pero no estamos preparados para eso todavía. Somos niños. Y cuando se le enseña a un niño, se le exige que haga lo que está bien hasta que sea lo bastante mayor para tomar sus propias decisiones. ”
—Dalinar a Elhokar[23]
“Sí que lo soy [un hipócrita]. Pero a veces un hipócrita no es más que una persona en proceso de cambio ”
—Dalinar al Padre Tormenta[121]
Desarrollo
“Diré que Dalinar es mi personaje más antiguo, seguido de Hoid. Ellos dos han existido desde que tenía 15 años y puede que tenga algo de favoritismo por ellos, aunque solo sea en términos de longevidad. ”
—Brandon, firma de Sombras de identidad[148]
Dalinar es uno de los personajes más antiguos de Brandon. Aparece en el primer libro de Brandon, que escribió cuando tenía 15 años. En ese libro, se llamaba Jared. Al igual que Dalinar, Jared era el hermano pequeño de un rey muy querido que finalmente es asesinado, pero a diferencia de Dalinar, Jared toma el control del reino de su hermano y se toma su tiempo para moldear a su sobrino para convertirlo en un gobernante de verdad, ya que en un principio el proto-Elhokar (junto con la proto-Jasnah) son secuestrados por los mismos asesinos.[149] Mientras esta historia estaba en un cajón, Brandon se llevó al personaje de Jared con él, hasta Dragonsteel, donde participa en la trama de las Llanuras Quebradas que luego se traslada a El archivo de las tormentas.[150]
La siguiente aparición que conocemos de Dalinar es Dalenar, en El camino de los reyes Prime. Al igual que Jared antes que él, Dalenar pierde a su hermano mayor al ser asesinado, pero parece que no se convierte en el próximo rey. Dalenar tiene tres hijos: Sheneres, Aredor (quién dará lugar a Adolin) y Renarin, con Sheneres muere al inicio del libro intentando proteger al rey.[151] Al final de El camino de los reyes Prime, Dalenar se ve forzado a matar a Elhokar por un bien mayor (después de que Elhokar empiece una guerra civil y ejecute a Aredor); pero Brandon finalmente eliminó esta parte al considerar que Dalenar intentando ayudar a su sobrino era una trama mucho más interesante.[152]
Finalmente Brandon reescribió toda la historia desde cero, creando la versión de El camino de los reyes que tenemos hoy en día. Es en ese momento que Dalenar se convierte en Dalinar y, en palabras de Brandon, fue el momento que consiguió al personaje “correcto”.[153]
Curiosidades
- Cuando se le presiona para que diga su personaje favorito, a menudo Brandon menciona a Dalinar, pero también puntualiza que puede que se deba a que lo creó hace mucho tiempo.[154][155]
- Al inicio de la escritura de Juramentada, Brandon pretendía que fuera el libro de Szeth, y el de Dalinar el quinto. Como finalmente fueron intercambiados, El archivo de las tormentas 5 también contará con muchos momentos importantes de Dalinar.[156]
- Dalinar está basado, en cierta forma, en Subotai, un famoso militar y estratega de las fuerzas mongolas durante un largo y fructífero período, al servicio de Gengis Kan y de su hijo, Ogodei.[157]
- Dalinar es de Gryffindor.[158]
- Había un feruquimista vigilando a Dalinar en su casa.[159]
- Dalinar es una de las únicas cuatro personas que habla en versalitas, siendo las otras tres: Odium,[160][53][161] Syl,[162] y Cultivación[163]
Ver también
Notas
- ↑ a b /r/Stormlight_Archive
— Arcanum - 2017-09-21# - ↑ Esquirla del Amanecer (novella) capítulo 1#
- ↑ Dawnshard Annotations Reddit Q&A
— Arcanum - 2020-11-06# - ↑ a b c d Juramentada capítulo 71#
- ↑ a b c d e f g h Palabras radiantes capítulo 89#
- ↑ a b c d e f g h i Juramentada capítulo 107#
- ↑ a b c d e f g h i j k l m n o p q r s t u El camino de los reyes capítulo 12#
- ↑ a b c d Palabras radiantes capítulo 38#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 83#
- ↑ a b c d El camino de los reyes capítulo 26#
- ↑ a b c d El camino de los reyes capítulo 64#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 49#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 11#
- ↑ a b c d e f Juramentada capítulo 3#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 26#
- ↑ a b c Juramentada capítulo 52#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 76#
- ↑ Skyward Pre-Release AMA
— Arcanum - 2018-10-22# - ↑ a b Juramentada capítulo 88#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 94#
- ↑ a b c d e f g h i j k l m n Juramentada capítulo 105#
- ↑ a b c d e f g Juramentada capítulo 114#
- ↑ a b c d e f g h i j k l m n o p El camino de los reyes capítulo 69#
- ↑ a b c d e f g h i Juramentada capítulo 122#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 115#
- ↑ Juramentada capítulo 24 Epígrafe#
- ↑ Juramentada capítulo 30 Epígrafe#
- ↑ a b c d e f g h i Juramentada capítulo 12#
- ↑ Juramentada capítulo 69#
- ↑ a b Juramentada capítulo 58#
- ↑ a b Juramentada capítulo 67#
- ↑ Juramentada capítulo 4 Epígrafe#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 44#
- ↑ Juramentada capítulo 1 Epígrafe#
- ↑ Juramentada capítulo 3 Epígrafe#
- ↑ Juramentada capítulo 27 Epígrafe#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 65#
- ↑ a b c d e f Juramentada capítulo 4#
- ↑ Orem Signing
— Arcanum - 2019-03-16# - ↑ a b c El ritmo de la guerra capítulo 10#
- ↑ a b c d e f El camino de los reyes capítulo 13#
- ↑ a b El ritmo de la guerra capítulo 50#
- ↑ a b Skyward Pre-Release AMA
— Arcanum - 2018-10-19# - ↑ a b c d e El camino de los reyes capítulo 28#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 46#
- ↑ a b c Juramentada capítulo 117#
- ↑ a b Palabras radiantes capítulo 62#
- ↑ a b c Juramentada capítulo 42#
- ↑ a b c d e f g h i j Juramentada capítulo 100#
- ↑ Juramentada capítulo 13 Epígrafe#
- ↑ Juramentada capítulo 14 Epígrafe#
- ↑ Juramentada capítulo 15 Epígrafe#
- ↑ a b c d e f g h i j k l m n o p q Juramentada capítulo 119#
- ↑ a b c d e f g Juramentada capítulo 118#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 38#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 66#
- ↑ El camino de los reyes capítulo 65#
- ↑ 17th Shard Forum Q&A
— Arcanum - 2012-09-26# - ↑ El camino de los reyes capítulo 6#
- ↑ a b c d e f g h i j k l m El camino de los reyes capítulo 15#
- ↑ El ritmo de la guerra capítulo 111#
- ↑ a b c d e f g h i j k l El camino de los reyes capítulo 18#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 54#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 58#
- ↑ a b c Juramentada capítulo 121#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 16#
- ↑ YouTube Spoiler Stream 4
— Arcanum - 2022-06-16# - ↑ Palabras radiantes capítulo 2#
- ↑ a b El ritmo de la guerra prólogo#
- ↑ a b c d e f Juramentada capítulo 34#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 19#
- ↑ a b c El camino de los reyes capítulo 75#
- ↑ El camino de los reyes capítulo 52#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 56#
- ↑ JordanCon 2021
— Arcanum - 2021-07-16# - ↑ a b c d Juramentada capítulo 103#
- ↑ a b c Juramentada capítulo 64#
- ↑ a b c d e f Juramentada capítulo 59#
- ↑ Skyward Pre-Release AMA
— Arcanum - 2018-10-27# - ↑ a b El ritmo de la guerra capítulo 5#
- ↑ a b c d El ritmo de la guerra capítulo 3#
- ↑ Skyward Pre-Release AMA
— Arcanum - 2018-10-19# - ↑ YouTube Spoiler Stream 5
— Arcanum - 2022-12-02# - ↑ a b Juramentada capítulo 19#
- ↑ Juramentada capítulo 36#
- ↑ a b Juramentada capítulo 66#
- ↑ a b Juramentada capítulo 75#
- ↑ El camino de los reyes prólogo#
- ↑ El camino de los reyes capítulo 24#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 22#
- ↑ El camino de los reyes capítulo 60#
- ↑ El camino de los reyes capítulo 67#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 68#
- ↑ a b El camino de los reyes capítulo 73#
- ↑ a b c Palabras radiantes capítulo 5#
- ↑ a b c Palabras radiantes capítulo 4#
- ↑ a b c Palabras radiantes capítulo 8#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 22#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 23#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 32#
- ↑ a b Palabras radiantes capítulo 51#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 55#
- ↑ a b Palabras radiantes capítulo 56#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 58#
- ↑ a b Palabras radiantes capítulo 67#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 75#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 76#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 78#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 79#
- ↑ a b Palabras radiantes capítulo 81#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 82#
- ↑ a b Palabras radiantes capítulo 85#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 86#
- ↑ Juramentada capítulo 1#
- ↑ a b Juramentada capítulo 2#
- ↑ a b Juramentada capítulo 8#
- ↑ Juramentada capítulo 9#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 16#
- ↑ a b c d e f g Juramentada capítulo 24#
- ↑ a b Juramentada capítulo 27#
- ↑ a b c d e f g h i Juramentada capítulo 28#
- ↑ Juramentada capítulo 39#
- ↑ a b Juramentada capítulo 50#
- ↑ a b Juramentada capítulo 57#
- ↑ a b c d e Juramentada capítulo 86#
- ↑ a b c Juramentada capítulo 96#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 109#
- ↑ a b c d Juramentada capítulo 111#
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— Arcanum - 2020-12-17# - ↑ Juramentada interludio I-6#
- ↑ El ritmo de la guerra interludio I-4#
- ↑ Palabras radiantes capítulo 84#
- ↑ El ritmo de la guerra capítulo 114#
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