Patji (isla)
| Patji (isla) | |
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| Tipo | Islas |
| Región | Panteón |
| Mundo | Primero del Sol |
| Universo | Cosmere |
Patji, Padre, es la isla más grande del Panteón.
Está situada en el centro del archipiélago.[1]
Geografía
La isla es una de las más difíciles de acceder del Panteón. Su costa está formada principalmente por acantilados y peligrosas playas rocosas y, como la mayoría de las islas, Patji está cubierta de selva. En el centro de la isla, rodeado por una caldera, hay un lago llamado el Ojo de Patji. Es un lago con un tinte verde, este lago tiene Investidura similar a la de una perpendicularidad, pero a una escala muy reducida.[2][3][1]
Ecología
La isla está cubierta por una densa jungla. Muchos de los animales terrestres más violentos del planeta son nativos de Patji. La mayor parte de la vida vegetal y animal de la isla tiene una capacidad cognitiva que les permite sentir, o incluso comunicarse, con los humanos y otros animales.[1]
Los aviares son aves que, en un principio, se creía que tenían poderes mágicos innatos. Más tarde se descubrió que sus habilidades procedían en realidad de los gusanos parásitos que los aviares comían del fruto del Dedo de Patji.[1]
- Dedos de Patji
- Árbol con flores que proyectan los pensamientos de un animal herido para atraer a un grupo de depredadores que luego se suicidan para fecundar el árbol.[1]
El Ojo de Patji alberga un parásito que infecta a la fauna y da lugar a sus capacidades cognitivas.[1]
- Quijanoches
- Grandes depredadores parecidos a las aves que suelen cazar de noche y chillan cuando cazan. Rastrean percibiendo la cognición o la mente de la presa, de forma similar a otros animales de Patji, y también tienen un gran sentido del olfato. Sin embargo, su vista y su oído son casi nulos.[1]
Historia
Ocaso eligió Patji como isla en la que trampearía exclusivamente, y estableció varios campamentos seguros alrededor de la isla. Criaba aviares para venderlos en las islas natales y en tierra firme. En algún momento también crió en la isla a un polluelo del continente, Sak, que adquirió un talento cognitivo similar al de los aviares: la capacidad de predecir la muerte de su compañero, comunicando esta predicción mediante la proyección de una visión de su cadáver en su campo de visión.[1]