Batalla de Kilahito
Batalla de Kilahito | |
---|---|
por Aliya Chen
| |
Participantes | Pintores, pesadillas |
Ciudad | Kilahito |
Nación | Nagadan |
Mundo | Komashi |
Universo | Cosmere |
La batalla de Kilahito se refiera a la batalla que tubo lugar en Kilahito entre los pintores de la ciudad y un ejército de cien pesadillas estables enviadas por la máquina padre poco antes de que Yumi la destruyera.
Contexto
Después de que Nikaro fuera separado de Yumi, Liyun fue enviada a matarlo. Él fue capaz de hacer resurgir la humanidad de Liyun y ella se fuerza a no atacarlo, pero antes de irse le dice que la máquina padre no se rendiría tan fácilmente. Liyun dice que un ejército de cien pesadillas estables vendría--un ejército aún mayor que el que se envió a destruir Futinoro hace décadas.[1] Después de este encuentro, Pintor fue immediatamente a buscar la Guardia del Sueño en su cuartel temporal. Explicó lo que sabía a Tesuaka Tatomi y su equipo, pero ellos ignoraron sus advertencias y no hicieron nada al respecto.[2] En un primer momento, Nikaro se planteó enfrentarse al ejército él solo, pero al final decidió buscar ayuda de sus amigos. Después de explicar la situación, Tojin fue el primero de confiar un poco en Nikaro. Masaka estubo de acuerdo poco después, y luego Akane e Izzy se unieron también. Ellos reclutaron a otros grupos de pintores y se agruparon en el lugar donde creían que vendría el ataque al borde oeste de Kilahito.[3] El grupo de pintores esperó durante una hora sin ninguna señal del ataque y empezaron a quejarse, hasta que la mortaja empezó a moverse y el ejército de pesadillas llegó.[4]
La batalla
Los pintores formaron un círculo mientras la batalla empezaba, como pudieron se situaron codo con codo para evitar que las pesadillas rompieran sus filas. Nikaro iba de un lado al otro del círculo, intentando apoyar las defensas de las zonas donde otros pintores flaqueaban. Fueron capaces de aguantar durante bastante tiempo mientras la máquina distraía a Yumi, y sin atención directa de la máquina, las pesadillas estaban menos centradas. Sin embargo, los pintores pronto se dieron cuenta que estas pesadillas estables no mantendrían la forma del dibujo una vez las pintaban. Aunque el ataque no era agresivo, los pintores se encontraron con que no eran capaces de vencer de manera permanente a sus enemigos, y pronto las pesadillas estaban lo suficientemente cerca para atacar. Los pintores heridos eran arrastrados hasta el centro del círculo, detrás de la línea de pintores. Con seis de ellos sufriendo de heridas, el pánico empezó a extenderse por los pintores. Su único consuelo era que las pesadillas estaban centradas en atacarles a ellos en vez de adentrarse en la ciudad. Nikaro les insistió de seguir pintando, recordándo a sus compañeros de que la ciudad entera dependía de ellos. Juntos, tomaron el grito de guerra "Ahora somos la Guardia del Sueño".[4]
En este momento, Nikaro reconoció a Liyun entre las pesadillas estables. Después de considerar como sus pinturas habituales eran incapaces de parar a las criaturas, Pintor se centró en Liyun y la pintó tal como la había conocido en Torio--con su forma humana. La pesadilla se transformó en su aparencia humana igual que el dibujo, y no cambió de vuelta. Con esta revelación, Nikaro buscó a más habitantes del pueblo de Gongsha para pintar, y pasó a pintar al alcalde de Gongsha. Otros pintores se dieron cuenta de que lo estaba consiguiendo, y continuaron parando a las pesadillas mientras Nikaro trabajaba. Aunque Nikaro no tenía una memoria perfecta de todos los habitantes, fue capaz de pintar de forma iterativa, usando las figuras a medio transformar para conseguir más detalles. Cuando terminó de pintar a Hwanji, la batalla terminó.[4]
Repercusiones
Después de que la batalla terminara, Nikaro se centró en la lucha de Yumi contra la máquina. La gente de Torio recién transformada estaban repartidos por lo que había sido el campo de batalla, confusos y con frío.[4] Varios servicios de emergencia y periodistas se acercaron a la zona y empezaron a investigar la escena, ofreciendo ayuda a los heridos y mantas a los estraños estrangeros. Después de que Yumi destruyera la máquina padre, las pesadillas pintadas empezaron a evaporarse junto con la mortaja.[5]
Debido a la insistencia de Nikaro de permanecer anónimo, sus amigos informaron de que la pintora Usasha--la única que murió durante el ataque-- era la responsable de alertar a los pintores, y le dieron el crédito de salvar a la ciudad a Usasha. Como la batalla coincidió con la destrucción de la máquina padre, este fue el último encuentro entre pintores y pesadillas en Komashi. En consecuencia la división de pesadillas y la Guardia del Sueño fueron disueltas.[6]